De Bercy a La Défense, del vértigo a la lentitud: dos pistas y dos mundos diferentes
El traslado a la nueva sede del torneo parisino conlleva una sensible reducción de la velocidad que ha descolocado a varios competidores: “Esto parece Roland Garros”


Superadas las once de la noche, Alexander Zverev deja caer su enorme corpachón sobre la superficie de la pista de La Défense. Esta vez, sin embargo, no se trata de un desplome, sino de simple felicidad. El alemán ha salvado dos bolas de partido frente al ruso Daniil Medvedev y a continuación, al desempate, le ha rendido por 2-6, 6-3 y 7-6(5), tras 2h 30m. Disputará, pues, las semifinales de este sábado (17.00, Movistar+) contra Jannik Sinner, que en el turno previo ha hecho los deberes ante Ben Shelton (doble 6-3, tras 1h 09m) y contabiliza ya 400 partidos en la élite bajo un promedio espectacular, superior a estas alturas (314 victorias) a los de tótems de la talla de Novak Djokovic (301), Pete Sampras (299), Andre Agassi (293) o Roger Federer (286).
Al trantrán y justo desde el punto de vista físico, el transalpino se mantiene en pie y conserva, por tanto, la opción de recuperar el número uno, en posesión de Carlos Alcaraz. El español resbaló en el estreno, el martes ante Cameron Norrie, de modo que a su rival le quedan dos pasos para recuperar el mando perdido en septiembre. “Pero no compito pensando en el ranking”, dice el de San Cándido. “Simplemente es una consecuencia de cómo juego. Voy día a día”, agrega, sabedor de que le aguarda un duro cruce con el aguerrido Zverev, y más al considerar las condiciones de un hábitat que en contra de lo habitual, de la asfixiante dinámica anterior, exige masticar prácticamente cada punto. Se acabaron los vértigos de Bercy; hoy por hoy, trabajo y paciencia.
Bien lo sabe el alemán, quien hace unos días hacía referencia al cambio drástico de la velocidad. “No quiero que parezca que soy el que se queja siempre, pero creo que la pista es extraña; es muy lenta y la bola bota poco. Aunque le pegues muy fuerte, da la sensación de que no es suficiente”, precisó. Alcaraz, por su parte, expuso tras su eliminación que no sintió “ningún tipo de feeling” con la pelota y en el transcurso del encuentro contra el británico Norrie, se dirigió a su técnico de la siguiente forma: “¡Esto es más lento que Montecarlo!”. Al murciano le costó calibrar la distancia a la hora del impacto y pese a que en el curso previo lamentase el vuelo frenético en Bercy, esta vez se le notó disconforme e incómodo a la hora de golpear y dirigir el juego.
| Masters 1000 | Velocidad (CPI) en 2024 | 2025 |
|---|---|---|
| Indian Wells | 36.9 | 30.9 |
| Miami | 35.5 | 40.7 |
| Montecarlo | 29.1 | 29.0 |
| Madrid | 27.0 | 26.1 |
| Roma | 29.3 | 28.9 |
| Canadá | 37.8 | 44.6 |
| Cincinnati | 42.5 | 43.0 |
| Shanghái | 40.8 | 32.8 |
| París | 45.5 | 35.1 |
Después de testear la superficie, el de El Palmar enfatizó la “gran diferencia” entre la base de Bercy y La Défense, y valoró que el giro permite que ahora “se vea tenis, y no solo saques y primeros golpes”, aunque a posteriori el cambio de registro finalmente le perjudicó. No así a Alexander Bublik, quien por primera vez pisará las semifinales de un Masters 1000, después de haber batido por 6-7(5), 6-4 y 7-5 a Alex de Miñaur. El kazajo, citado en el primer turno de este sábado (14.30) con el canadiense Felix Auger-Aliassime (doble 6-2 a Valentin Vacherot), coincide con la impresión de Zverev y Alcaraz: “Esta pista es increíblemente lenta, incluso más que la de Roland Garros. Allí la pelota bota mucho, pero aquí es al revés”.
Shanghái, otra muestra
Federer, que algo sabe de tenis, deslizaba el mes pasado en el contexto de una charla con otro exnúmero uno, Andy Roddick, que el juego ha ido uniformizándose y que los torneos buscan de manera deliberada que los dos mejores se encuentren una y otra vez en las finales con el objetivo de sacar tajada. Es decir, a mejor desenlace, más crecen las audiencias; en consecuencia, mayor es la repercusión y, del mismo modo, la satisfacción de todos los patrocinadores. No andaba del todo desencaminado el campeón de 20 grandes, pese al tropezón de Alcaraz. Si el descenso de la velocidad en la cita de Shanghái ya fue significativo —de los 40.8 puntos del año pasado a los 32.8 del actual—, el registrado ahora en París —de 45.5 a 35.1— todavía llama más la atención.

La tendencia de los últimos tiempos apunta a la ralentización de la velocidad en varios Masters 1000, ya sea con la finalidad que deslizaba el suizo Federer o bien para compensar la exacerbada potencia actual de los tenistas. En concreto, en seis de los nueve miles que se disputan hoy día —a partir de 2028 serán diez, debido a la incorporación de un torneo en Arabia Saudí— ha disminuido, de acuerdo con el sistema Court Pace Index (CPI). El descenso también se ha acentuado en Indian Wells —la pista rápida más lenta, de 36.9 a 30.9— y, en el ámbito de los grandes escenarios, cada vez es más palpable en Wimbledon, donde la imprevisibilidad y el saque-red han ido dando paso a un juego cada vez más controlable desde los fondos.
“Odio que la velocidad de las pistas sea la misma en todos los torneos”, criticó Zverev a comienzos de mes, cuando se disponía a competir en el Masters de Shanghái. “Siempre hemos tenido superficies muy distintas y no se podía jugar igual en todas ellas; había que hacer ajustes para competir en hierba, tierra y dura, pero ahora se puede jugar igual en todos lados”, abundaba el de Hamburgo. Ahora, el director de Paris, Cédric Pioline, justifica la modificación aplicada tras el traslado: “En Bercy las pistas eran demasiado rápidas, queríamos ralentizarlas. Los jugadores lo han notado y parecen satisfechos; no todos tienen la misma opinión, pero hemos intentado encontrar el consenso más amplio posible. La superficie es de resina y conforme han pasado los días, ha ido alisándose. Simplemente hemos intentado adaptarnos”.
UNA PLAZA EN EL AIRE PARA TURÍN
A expensas de que Novak Djokovic comunique su decisión de acudir o no, la Copa de Maestros (del 9 al 16 de este mes) ya ha entregado siete de los ocho billetes disponibles. Garantizada la presencia del serbio, Alcaraz, Sinner y Zverev, esta semana se ha certificado la presencia de otros tres competidores: Taylor Fritz, De Miñaur y Ben Shelton, este último debutante.
Ahora mismo Lorenzo Musetti marca el corte, aunque las posibilidades de Auger-Aliassime y Bublik, ambos semifinalistas en París, han aumentado y podrían hacerlo más en el caso de avanzar a la final del domingo. No obstante, la plaza restante se decidirá en función de lo que acontezca la próxima semana en los torneos de Atenas y Metz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma































































