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Sabalenka contra Anisimova, una final con sobredosis de vértigo

La número uno puede de nuevo con Pegula (4-6, 6-3 y 6-4) y acepta el reto de la estadounidense, superior a Osaka (6-7(4), 7-6(3) y 6-2) y dispuesta a redimirse

Anisimova sirve durante el partido contra Osaka en la Arthur Ashe.
Alejandro Ciriza

Superada la medianoche, la tormenta aún no ha cesado y en el interior de la Arthur Ashe, convertida en una gigantesca caja de resonancia, se oyen y rebotan los crujidos del cordaje de Amanda Anisimova, una tenista rompedora que finalmente rinde a otra pegadora de manual, Naomi Osaka: 6-7(4), 7-6(3) y 6-3, en 2h 56m. La japonesa se queda corta. Nueva York, pues, ya ha perfilado la primera de sus finales, con la norteamericana acompañando en el cartel del sábado (22.00, Movistar+) a una tercera en la especialidad, en eso de romper la pelota: Aryna Sabalenka. La número uno también ha remontado antes contra Jessica Pegula (4-6, 6-3 y 6-4, en 2h 05m), luego el cierre será de vértigo. Sobredosis de velocidad.

Anisimova sella finalmente un duelo largo y tenso, muy parejo hasta que la lógica ha terminado imponiéndose: sencillamente, hoy por hoy está por encima de Osaka, la chica que en su día agitó Flushing Meadows y que ahora pelea por recuperar el terreno perdido. Tiene 27 años y tiempo para ello, pero el presente parece pertenecer a otras jugadoras que han cogido vuelo; caso, por ejemplo, de la propia Anisimova, superior en un pulso de toma y daca que al final se ha resuelto a su favor con la friolera de 50 tiros ganadores. Es su primera gran final en casa, la segunda seguida en un grande después del palo recibido en la de Wimbledon, ante Iga Swiatek.

Se levanta, vaya si se levanta. Lo hace en un estrecho margen, lo que le otorga la posibilidad de redimirse rápido de ese doble 6-0 tan amargo que encajó en Londres. Allí, el nerviosismo la devoró. Ahora, sin embargo, dice haber aprendido la lección y que no sucederá lo mismo porque, al fin y al cabo, “se trata solo de un partido de tenis”. Eso sí, vaya partido. De poder a poder. Confluyen los dos brazos más demoledores del presente, dos jugadoras con un juego de rompe y rasga que no entienden de especulación: siempre hacia adelante, con todo y sea cual sea la circunstancia. Así se rehace Anisimova (24 años y novena del mundo) y así se endereza la número uno (27).

Finalistas femeninas de EE UU en la última décadaCampeonaSubcampeona
2017Sloane StephensMadison Keys
2018Naomi OsakaSerena Williams
2019Bianca AndreescuSerena Williams
2023Coco GauffAryna Sabalenka
2024Aryna SabalenkaJessica Pegula
Finalistas masculinos de EE UU en la última décadaCampeónSubcampeón
2024Jannik SinnerTaylor Fritz

Dos estilos similares en un encuentro de segundas y terceras oportunidades. Si Ansisimova aspira a capturar su primer major y quitarse el mal sabor de boca que tiene desde julio, Sabalenka puede poner el lazo que tanto se le ha resistido en 2025. Una vez garantizada la retención del liderato y elogiada por su fabulosa regularidad, el curso le brinda la última opción de atrapar su cuarto grande, que seguramente merece. Se le escapó contra todo pronóstico en Melbourne, ante Madison Keys; volvió a aguarle la fiesta en Roland Garros otra estadounidense, Coco Gauff; y en Wimbledon chocó precisamente con la propia Anisimova, freno entonces en las semifinales.

Solo Graf

Ahora tratará de desquitarse. “Quiero demostrarme a mí misma que puedo hacerlo mejor en las finales. Todavía estoy creciendo. Me he hecho más dura”, concede. Por delante, un suculento desafío: ser la primera que revalida el título desde que lo hiciera Serena Williams, ganadora entre 2012 y 2014, y detener por fin el carrusel, teniendo en cuenta que desde entonces el torneo ha coronado a once vencedoras diferentes, seis de ellas noveles. “Lo que pasó en París [la sobreexcitación que le llevó a perder] no sucederá aquí”, dice convencida; “no me comportaré así. Estaba muy sensible y me desbordaron las emociones, pero yo no soy así. No volverá a ocurrir”.

Sabalenka celebra la victoria ante Pegula.

Confía Sabalenka en su espíritu, las recientes experiencias fallidas y su contrastada pegada, como lo hace Anisimova en esa facilidad para producir potencia. Igualmente desbordante, ella. Los hechos demuestran que la bielorrusa es fuerte con las fuertes, puesto que solo Steffi Graf (76,5%) tiene un promedio superior frente a rivales del top-10 en los grandes escenarios; ni Serena (68,9%), ni Swiatek (64,3%) ni Monica Seles (64%). La norteamericana, por su parte, prorroga la buena respuesta del tenis estadounidense en su territorio; desde aquel último triunfo de Williams en 2014, su nación ha clasificado a cinco representantes diferentes para la final.

“Siento que en las últimas semanas, algo ha cambiado. En Wimbledon, me sorprendía de cada partido que ganaba, pero ahora creo más en mí mismo”, apunta Anisimova, que en 2023 hizo una pausa temporal por razones de salud mental, después de haber perdido a su padre por un paro cardíaco cuando ella tenía solo 18 años. “Intentaré afrontar la final como otro día cualquiera. Me he desconectado de todo, he aparcado el teléfono y estoy muy concentrada. ¿Sabalenka? Es una enorme luchadora, pero cuando nos enfrentamos [6-3 favorable a la local] no me fijo demasiado en lo que hace ella, sino que me centro en mí. Será una dura batalla”, concluye como anticipo a una tarde de vértigo.

GRANOLLERS Y LA ESPINA DE 2019

A. C. | Nueva York

Incombustibles, Marcel Granollers y Horacio Zeballos añadieron otra final a su expediente, después de vencer a Robert Cash y JJ Tracy por 6-3, 3-6 y 6-1, en 1h 44m. La pareja formada por el catalán (39 años) y el argentino (40) se enfrentará el sábado a los británicos Joe Salisbury y Neil Skupski, a quienes derrotaron en junio en la de Roland Garros.

En 2019, cuando comenzaron a competir de la mano, cedieron en el desenlace del torneo neoyorquino ante los colombianos Sebastián Cabal y Robert Farah (6-4 y 7-5). Ahora, plenamente consolidados y con 13 trofeos y 279 partidos juntos, buscarán su segundo major, después de haber perdido cuatro de las cinco grandes finales que han jugado. 

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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