Análisis gráfico de Argentina y Francia, las finalistas del Mundial de Qatar 2022

La final del Mundial de Qatar 2022 enfrenta a las dos selecciones más regulares del torneo, que han llegado hasta aquí gracias a su capacidad de adaptación a los rivales y a la pegada de sus estrellas. Tanto Argentina como Francia han dominado la posesión en la mayoría de sus partidos, aunque eso no ha sido lo más determinante. Argentina es la séptima selección con más posesión media del Mundial (58%) y Francia la 14ª (52,2%). Ambas también han sabido esperar atrás para que el contrario se estrelle contra su línea defensiva. Sus figuras, Lionel Messi y Kylian Mbappé, son los jugadores más determinantes del torneo (cinco goles cada uno, tres asistencias el argentino y dos el francés) y en sus botas están gran parte de las opciones de sus equipos. La Albiceleste depende más de su 10 que Francia, aunque es el galo el que protagoniza más acciones ofensivas por partido. Pero los argumentos que han traído a Argentina y Francia a las puertas de su tercera Copa del Mundo van más allá de sus estrellas.

Las dos finalistas han pasado por altibajos a lo largo de este mes de competición. Ambos cayeron en la fase de grupos ante selecciones con un ránking Elo muy inferior. Esta estadística clasifica a los equipos según diversos datos y les otorga una puntuación que simboliza su potencial. Poco a poco, han ido elevando el rendimiento y ahora las dos se encuentran en su mejor momento desde que empezaron el Mundial.

Su rendimiento ha ido aumentando con el avance de las eliminatorias y llegan después de realizar sus partidos más completos en las semifinales ante Croacia y Marruecos. Francia es la selección que más peligro ha creado a los rivales, pero también es la que más ocasiones ha concedido. Argentina ha tratado de controlar más el ritmo y lo ha conseguido en gran parte hasta los tramos finales donde sus rivales les han causado muchos problemas.

Las dos finalistas llegan con unos números muy parecidos, pero con matices muy importantes. Argentina promedia más posesión y recibe menos disparos por partido, pero comete un 50% más de faltas y tiene más del doble de jugadores que han sido amonestados. Francia recupera más balones y sus goles encajados son menos que los esperados, pero concede mucho más que la Albiceleste.

Los dos equipos tienen una pareja de delanteros que destaca por encima de los demás. Sin embargo, Francia cuenta con una mayor variedad de recursos ofensivos, con más jugadores implicados en la creación de los goles. Argentina, por el contrario, depende mucho del acierto de Julián Álvarez y sobre todo, de Messi. La mitad de los goles de la Albiceleste han salido de sus botas contando sus anotaciones y asistencias.

En lo que más se diferencian Argentina y Francia es en su forma de posicionarse en el campo y de atacar. La Albiceleste suele acumular muchos jugadores por dentro para combinar y abrir los espacios a Messi. Los galos apenas mueven el balón por los carriles centrales, buscando siempre la verticalidad por la banda, ya sea la izquierda o la derecha.

Centrando el análisis en la portería, Emiliano Martínez tiene el peor porcentaje de paradas del Mundial (37,5%) frente a Hugo Lloris, el tercer portero con mejor ratio del torneo (85,7%). Sin embargo, el francés tiene más goles encajados ya que recibe muchos más disparos. El argentino cuenta además con experiencia reciente en tandas de penaltis. Ambos encajaron tanto en octavos como en cuartos y solo dejaron la portería a cero en semifinales

Hablar de Argentina es hablar de Messi y hablar de Francia es hacerlo de Mbappé. Los dos jugadores son lo que más generan en ataque para sus equipos, que cuentan además con dos nueves que están aportando una buena cifra de goles, aunque ninguna asistencia por el momento. Francia tiene más repertorio de jugadores que participan en los ataques y también acumula más goles esperados que los jugadores de la Albiceleste.

A la hora de defender, Argentina es la que se está mostrando más fiable por el momento, sobre todo a la hora de evitar disparos de los rivales. El fuerte de Francia está en la capacidad que tiene para adelantarse y robar balones, pero a veces hacen aguas cuando el contrario pisa su área.

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