En-Nesyri, el poder de la fe del autor del gol de Marruecos

Quien conoce bien a Youssef En-Nesyri (Fez, Marruecos; 25 años) sabe perfectamente lo mal que lo ha pasado el último año en Sevilla. Ni Julen Lopetegui ni el actual entrenador, Jorge Sampaoli, han contado como titular con el delantero que, con su gol de cabeza, ha llevado a su selección, Marruecos, a las semifinales de la Copa del Mundo. En-Nesyri ha marcado dos goles en este Mundial de Qatar, los mismos que ha conseguido en 15 partidos con el Sevilla en la actual temporada. La afición del club andaluz ha criticado a un futbolista que lleva un año sin ofrecer sus mejores prestaciones como delantero. Su sequía y la precipitación a la hora de rematar han provocado las críticas de una hinchada del Sevilla frustrada por la delicada situación del equipo andaluz, en puestos de descenso en la Liga.

En-Nesyri siguió trabajando con mucha fe y ahora disfruta con Marruecos de una felicidad que se le niega en el Sevilla. En el vestuario, su compatriota Bono es el que lo guía y el que siempre lo acompaña. La madurez y el equilibrio del portero lo hacen actuar casi como el padre de un compañero con alma de niño. Bono, tras ganar el trofeo de mejor futbolista en el duelo ante Portugal, lo primero que hizo fue ofrecérselo a En-Nesyri. Bono conoce como nadie el mal trago que el delantero lleva en el último año. Una grave lesión muscular con una recaída y una covid persistente mermaron mucho su potencial y están detrás de su bajón de rendimiento. Pasó de marcar 24 goles en el curso 2020-21 a solo cinco en el pasado.

En-Nesyri sufre este año también los males de un equipo del que, sin embargo, no quiere salir, como comunicó a los dirigentes del Sevilla este verano. Sampaoli, no obstante, desconfía de sus cualidades porque observa en él falta de contundencia y ausencia de juego con sus compañeros. “Cuando jugamos con dos delanteros, En Nesyri y Dolberg se neutralizaron y no conseguimos nada. Los delanteros se tienen que entender y complementar”, argumentó el propio Sampaoli. En-Nesyri solo ha sido titular en uno de los 10 partidos de Liga que ha jugado, aunque sí estuvo de inicio en tres choques de la Champions (los dos ante el Copenhague y uno contra el Borussia Dortmund), donde ha logrado sus dos únicos tantos. Monchi, el director deportivo del Sevilla, que rechazó una oferta de 30 millones de euros del West Ham el pasado mercado invernal, no tiene ahora muy claro qué hacer si su delantero se sigue revalorizando en la Copa del Mundo con este Marruecos, donde En-Nesyri sí es feliz.

Monchi se enamoró de este goleador en el curso 19-20, cuando militaba en el Leganés. El ejecutivo no dudó en pagar 20 millones de euros por un jugador criado en la Academia de Fútbol Mohamed VI, de la que llegó al Málaga, donde emergió como un delantero potente y de buen juego aéreo. En el Sevilla respondió a la perfección a las necesidades de Lopetegui, que quería un delantero de buen juego aéreo e intenso trabajo en la presión.

Fallo ante Neuer

En su segundo año en el club, el curso 20-21, En-Nesyri se salió al anotar 24 goles justo después de superar su primer mal momento en la entidad, cuando falló un mano a mano ante Neuer con 1-1 en el marcador que le pudo dar el título de la Supercopa de Europa al Sevilla ante el Bayern de Múnich. Ya entonces se puso en duda su potencial por parte de la hinchada andaluza. En-Nesyri regresó con fuerza. “La vida te ofrece revanchas. Te lo mereces”, escribió Monchi después de que el delantero marcara ante el Levante un gol tras su error en la final contra los alemanes. Ese año se salió al anotar 18 tantos en la Liga y seis en la Champions. Siempre con mucha fe y peleando contra las adversidades.

En-Nesyri bajó mucho su rendimiento el pasado curso. “Tuvo muchos problemas. La covid, las lesiones y el Ramadán actuaron en su contra. Pero es un delantero que muchos equipos europeos querrían tener”, afirmaba Monchi en verano, destacando además la profesionalidad del atacante. Entre otras cosas, porque En-Nesyri decidió jugar lesionado cuando así se lo pidió Lopetegui. El marroquí acabó por romperse en una temporada en la que solo marcó cinco goles. Eso sí, uno de ellos, ante el Atlético, certificó la clasificación del Sevilla por tercera vez consecutiva para la Champions. Y el sábado, ante Portugal, marcó el que hasta ahora es el gol más importante en la historia del fútbol africano.

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