Márquez vs Bagnaia: El Mundial de MotoGP se corre en el box de Ducati

Cuando el equipo oficial de Ducati anunció el fichaje de Marc Márquez el año pasado, nadie en el paddock dudó ni un momento sobre el potencial de la unión. Sobre todo para lo bueno, pero también para lo malo. ¿Cómo domar las voluntades dentro de un garaje donde se unen 11 títulos mundiales? Por ahora, en una pretemporada en la que han trabajado codo con codo, el puntal de la fábrica Pecco Bagnaia y el español han mostrado respeto mutuo y bastante sintonía tanto dentro como fuera de la pista. En los despachos de la fábrica de Bolonia confían que este clima se mantenga a lo largo del curso.

“Nos dan por ganadores, pero ningún Mundial tiene el guion escrito de antemano”, explica el expiloto Davide Tardozzi, jefe de equipo de los italianos, en conversación con EL PAÍS. “Para nosotros es todo un reto demostrar que somos capaces de ganar gestionando a dos grandes campeones dentro del garaje”, añade. El responsable de mantener la paz y la harmonía en el seno de la escuadra asegura que el sistema de trabajo actual en Ducati les aleja de experiencias traumáticas como el fuerte conflicto entre Jorge Lorenzo y Valentino Rossi en sus primeros años en Yamaha. En su segunda etapa juntos, no menos bulliciosa, el equipo japonés llegó a reunir 14 títulos.

“En ese garaje había un muro desde el principio, eran dos grupos divididos y se trabajó durante un tiempo con distintos proveedores de neumáticos”, recuerda Tardozzi. “Nuestra principal fortaleza es la unidad del grupo, y tenemos una figura central muy fuerte, una presencia que lo une todo en Gigi Dall’Igna”, agrega. Para el director deportivo de la fábrica que marca el paso en MotoGP desde 2020, contar con el Dream Team de las motos este año es un privilegio. “Las expectativas son altas, y es normal, porque tenemos un paquete técnico excelente y a los dos pilotos más fuertes de toda la parrilla”, señala. El CEO de la compañía, Claudio Domenicali, se fija también en los aspectos positivos que el tándem aporta a la marca. “Tener a dos grandes campeones nos estimula a todos los ducatistas”, asegura.

Los observadores externos, sin embargo, dudan de que el clima reposado en el garaje pueda mantenerse cuando el título se divise en el horizonte. “Dentro del garaje, Marc juega como Valentino, con mucha estrategia, y por ello Pecco tendrá que dar un paso al frente”, señala Pol Espargaró, excompañero de Márquez en Honda. El mito italiano, que formó a Bagnaia en su academia de pilotos, también espera algún que otro rifirrafe y le recomendaba lo siguiente en una entrevista reciente con el ‘Corriere della Sera’. “No caigas en trampas, en juegos mentales, no te dejes influenciar por el compañero de equipo”, indicaba Rossi.

“Todo el mundo está a la espera de los acontecimientos dentro de Ducati, ver quién será el que marca la diferencia”, cuenta Àlex Crivillé, primer campeón del mundo español en la categoría reina en 1999. Para conseguir ese título, el noi de Seva tuvo que aguantar varios años a la sombra del pentacampeón Mick Doohan, que nunca se lo puso fácil hasta que una grave lesión puso fin a su carrera. “Pienso que tanto Pecco como Marc son fríos e inteligentes, y por eso mismo lo llevarán bien. Esta situación no les llega por sorpresa, ambos están muy concienciados de que esto será una guerra abierta entre ellos”, detalla.

Cuando Márquez entró por primera vez en su nuevo garaje, los mecánicos le recibieron con una broma. “¡Eh, tú, nos dejaste sin dos Mundiales!”, le espetaron quienes conformaron en su día el grupo de trabajo de Andrea Dovizioso, tres veces subcampeón del mundo entre 2017 y 2019 con los italianos. “Marc ha caído bien, es un piloto carismático y se está ganando la confianza del grupo. Si empieza a ganar, puede comerle la moral a Pecco”, reconoce Crivillé. La llegada del ocho veces campeón del mundo, es indudable, ha dado un empujón moral y mediático enorme a la fábrica que todos sus integrantes agradecen. Algunos lo comparan con el subidón en Ferrari gracias a la llegada de Lewis Hamilton.

Por su parte, el piloto catalán dice sentirse bien entre “latinos”. Además, defiende que la experiencia y madurez propia y la que siempre ha exhibido Bagnaia, “un señor, un caballero”, evitará conflictos más allá la pista. Con 32 años y tras varios cambios de aire —de Cervera a Madrid, de soltero a enamorado, de Honda a Ducati—, excompañeros suyos como Dani Pedrosa le ven mucho más cerebral y menos impulsivo, sin renunciar por ello a su naturaleza de asesino sobre el asfalto. “En pista, el trabajo de ambos es meter la moto, y es lo normal”, recordaba él mismo en su última vista a El Hormiguero.

Nada más aterrizar en Buriram, donde este sábado se ponen en juego los primeros puntos del certamen durante la sprint del sábado (a las 09.00, DAZN), a Bagnaia se le inquirió por la batalla mental con Márquez. “Creo que las estrategias no empezarán aquí. Toca aprender de la moto y adaptarnos a ella, no dejar que el resto de las fábricas se acerque demasiado”, decía el tricampeón italiano, que además rescató uno de los conflictos más sonoros de la fábrica para ilustrar su filosofía. “No quiero ver algo como lo de Argentina en 2016 entre compañeros de equipo”, soltó el turinés, en referencia a la alocada carrera en la que Andrea Iannone tiró a Dovizioso cuando estaban a punto de firmar un doblete para Ducati.