Decepcionante estreno de las Guerreras contra Brasil (18-29)

La selección femenina de balonmano no va sobrada. Esa es una realidad que nadie esconde. El problema de este jueves es que se quedó en nada contra Brasil. Las Guerreras no se parecieron ni a su sombra en lo que se debe esperar de ellas, pese a las dificultades evidentes reconocidas por todos en los últimos tiempos para tutear a la élite. Frente a las sudamericanas, lanzadas en la primera mitad por su portera Gabriela Moreschi, la quiebra de las muchachas de Ambros Martín resultó alarmante. “No hemos sido nosotras”, admitió resignada una de las jóvenes llamadas a ser protagonistas, Paula Arcos.

El marcador fue hijo de las sensaciones y nada más empezar la segunda mitad ya no había nada que negociar. Derrota por ko que abre un escenario complicado para la selección. Los presupuestos para una clasificación a cuartos pasan por rascar todo lo posible frente a los equipos de su liga, como Brasil, así que este grave desplome deja a España sin margen en esta fase de grupos. Puede tomar algo de aire el domingo contra Angola (19.00) —gran mejora mediante—, pero a partir de ahí la cosa se le pone cruda: Países Bajos (martes 30, 14.00), Hungría (jueves 1, 14.00) y Francia (sábado 3, 11.00).

Las Guerreras nunca habían caído contra Brasil en un partido oficial. Ocho citas y ocho victorias. La primera derrota fue rotunda para un grupo de jugadoras que se vieron desbordadas por el escenario y el momento. Mireya González anotó el 1-0 y hasta ahí llegó la selección. El 2-7 en el minuto 10 inauguró un panorama con muchas curvas en las que las Guerreras se fueron estrellando en todas. “El resultado no es real, estamos teniendo buenas opciones. Olvidaos del marcador. Tranquilas”, les pedía Ambros Martín en un tiempo muerto nada más empezar, cuando el piloto rojo empezaba a encenderse.

La defensa se presentó blanda y, aunque mediada la primera parte se entonó, en ataque faltó pericia para aprovechar situaciones desde los seis metros. Del resto se encargó la meta Moreschi, una iluminada hasta el descanso, mientras hubo trama. La brasileña se marchó al intermedio con ocho paradas en 17 lanzamientos. En la otra costa, el seleccionador español había apostado de inicio por Nicole Wiggins, pero, salvo dos intervenciones iniciales, no evitó la caída sin frenos. Salió Merche Castellanos y el resultado fue idéntico. Los problemas en el equipo eran abundantes, especialmente en ataque, obtusas en estático y sin posibilidad de lanzar contras. Solo la efectividad desde los siete metros (cinco de los 10 tantos hasta el descanso vinieron por esa vía) mantenían una leve luz encendida.

Hasta que regresaron del vestuario y el apagón ya fue total en todas las esquinas de la pista. La ventaja brasileña creció rápido hasta los 10 goles: 13-23 en el minuto 43. Triste y muy anticipado final de un encuentro que se antojaba clave para las posibilidades de las Guerreras. Los números y la piel del choque dejan a España en una situación muy comprometida, obligada a un cambio radical de manera inmediata si quiere tener algo que decir estos Juegos.

“La presión de jugar el primer partido contra un rival directo nos ha superado. El juego ha sido muy malo. Ese mal inicio nos cambió el plan y no pudimos entrar en una competición real. Ahora tenemos que limpiarnos de arriba abajo”, analizó Ambros Martín.

España, 18 - Brasil, 29

España: Wiggins; Arderius, Jennifer Gutiérrez (2), Lara González, Gassama, Cabral (1) y Mireya González (4) -equipo inicial- Marta López (5), Carmen Campos (4), Maitane Echeverría (1), Paula Arcos (1)

Brasil: Moreschi; Tamires Araujo (3), Quintino, Larissa Araujo (4), Giulia Guarieiro (4), Jhennifer Lopez (2) y Patricia Matieli (6) -equipo inicial- Paula Bruna (6), Mariane Fernandes (1), Jessica Quintino (1), Adriana Cardoso (1), Gabriela Bitolo (1)

Marcador cada cinco minutos: 2-4, 2-7, 4-9, 5-10, 7-11, 9-13, 10-15 al descanso; 11-18, 12-21, 14-23, 16-25, 18-26, 18-29, final

Árbitros: Olesen (DIN), Holm (ALE) y Diabate (CMR).

Arena Sur de París.

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