‘Veteranía’ al rescate
Asensio marca la diferencia partiendo desde el banquillo y Oyarzabal firma cuatro de los 15 remates de España, que rompe una sequía olímpica de 21 años sin marcar: “Debemos apostar por nuestro estilo”
Por inverosímil que pueda parecer, España no marcaba un gol en unos Juegos Olímpicos desde hacía 21 años. Entonces, el barcelonista Gabri firmó frente a Camerún la que hasta este domingo era la última diana del equipo masculino de fútbol. Las ausencias de 2004, 2008 y 2016, cuando no se obtuvo la clasificación, el desplome en la edición de 2012 y la falta de acierto en el debut del pasado jueves contra Egipto prolongaban una sequía que terminó cuando germinó la conexión entre Marco Asensio y Mikel Oyarzabal en el tramo final del pulso contra Australia: la puso el madridista desde la derecha y cabeceó el capitán de la Real Sociedad, reconvertido en Satrústegui. 0-1. Dos veteranos al rescate.
En un intento por revitalizar al equipo, el seleccionador Luis de la Fuente introdujo cinco cambios en el once respecto al estreno; dos de ellos forzados por las lesiones de Ceballos y Mingueza, y los restantes en una apuesta que al margen del reemplazo de Cucurella por Miranda en busca de mayor profundidad por el flanco izquierdo, dejaba fuera de la lista a un peso pesado como Merino, sin molestia física alguna, y sentaba a un jugador con ascendencia como Asensio. “Mikel es importantísimo, pero hoy le tocaba rotar”, argumentó el preparador, que sobre la marcha tuvo que reformular para romper definitivamente el dique de Australia.
Pese a que los biorritmos aumentasen y la circulación ganase velocidad, la negación duró hasta que el técnico removió el fondo de armario. Bryan Gil generó confusión con su desborde y en cuanto se abrió una pequeña grieta en el rival, Asensio se sacó de la manga uno de esos trucos que regala con intermitencia. “Ha costado, pero esto nos afianza como equipo”, valoró el atacante, diferencial con una maniobra que decantó el duelo en Sapporo. “Sabemos que en torneos así no hay nada fácil, los equipos están muy trabajados”, prosiguió, “pero lo importante es generar ocasiones, como lo hemos hecho, y al final siempre puede entrar una. Yo he salido para ser decisivo, y así ha sido”.
El mallorquín encontró el aliado perfecto en Oyarzabal, ubicado de nuevo como falsa referencia. Un latigazo del vasco fue escupido por el larguero en la primera mitad, y en la segunda disparó alto cuando estaba en una posición franca para abrir el marcador. “Cuando avanzan los minutos te entra la ansiedad, pero el equipo cree y sabe lo que tiene que hacer. Sabemos que con nuestra idea vamos a estar más cerca de marcar y de ganar. Estamos generando oportunidades y el otro día merecimos más”, expuso antes de que la expedición abandonase el estadio y tomase un vuelo en dirección a la Villa Olímpica de Tokio, escenario el miércoles del choque contra Argentina, que venció a Egipto (0-1).
¿Punto de inflexión?
La resolución del grupo, pues, está en el aire, pero España goza de una situación de privilegio al depender de sí misma. Tiene cuatro puntos tras dos jornadas, tres suman Australia y Argentina, y uno Egipto. Se clasifican los dos primeros para cuartos. La Roja afrontará el partido sabiendo que un empate le vale para acceder a los cuartos y que una victoria le otorgaría directamente la primera plaza. De pasar, Brasil (0-0 ante Costa de Marfil) o Alemania (3-2 con Arabia Saudí) podrían esperarle a la vuelta de la esquina.
“Será igual que los dos primeros partidos, disputado. Aquí nadie regala nada”, adelantó Oyarzabal. “Confiamos en que lo de hoy haya sido un punto de inflexión”, indicó el zaguero Pau Torres. “Cuando se obtiene una victoria así, se gana confianza y seguridad”, amplió De la Fuente.
El seleccionador nacional insistió en que pese a la dificultad que entraña dar con el camino hacia el gol, está tranquilo. “Juegue quien juegue, sé que va a aportarnos minutos de calidad. Generamos mucho juego y muchas ocasiones; nos cuesta hacer gol, pero debemos apostar por nuestro estilo”, expresó tras repasar la estadística, que detalló 15 remates, cinco de ellos a portería –por ninguno de Australia, que chutó un par de veces–, y que apuntó a Oyarzabal como elemento más incisivo, con cuatro disparos. “Me alegro mucho por el gol de Mikel. Ha tenido varias ocasiones y se lo merecía. Y más que va a meter…”, concluyó De la Fuente.
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