Una España de mucho toque y poca miga

Le duró a España la inspiración lo que tardó Taher en aplastar el tobillo izquierdo de Ceballos. Habían transcurrido cuarenta minutos cuando el atacante egipcio, sin mala fe pero excesivo al ir a la disputa del balón, cazó al capitán español y lo apeó del estreno. “Debemos esperar, pero tanto lo de él [esguince, según confirmaron los servicios médicos de la Federación] como lo de Mingueza [percance muscular] tiene mala pinta. Estamos muy preocupados porque pueden ser lesiones de importancia”, lamentaba el seleccionador, Luis de la Fuente, serio en el análisis porque al temor de perder dos piezas le añadía el amargor por el pinchazo en el estreno olímpico de Sapporo.

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Le sucedió a España aquello de intentarlo y no poder, de tener más voluntad que acierto y de empacharse de pelota ante otro de esos rivales que se encierran atrás y sacan la guadaña. Bunkerizada en una línea de cinco defensas, la correosa Egipto planteó un campo de minas y acabó saliéndose con la suya (0-0). De esta forma, el choque del domingo contra Australia (12.30, TVE y Eurosport) se convierte en un compromiso trascendental, habiendo dado un serio aviso los oceánicos con el triunfo de ayer frente a Argentina (0-2).

Se fue Ceballos, se fue la luz. Hasta que Taher interceptó violentamente la articulación del andaluz, que recorrió el camino hacia la enfermería luciendo una inflamación nada halagüeña, dolorido, él había sostenido la partitura. El planteamiento pelotero funcionó hasta que la embestida marcó un punto de inflexión y dividió a las dos Españas: hasta ahí la del toque rápido y la circulación, la posesión como mejor herramienta ofensiva; desde entonces, esa otra que mece y mece hasta el abuso, sin ofrecer pliegues resolutivos. Con dentadura de leche.

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Hubo un achuchón final con la entrada refrescante de Soler y Bryan Gil, pero no atinó Rafa Mir, reclutado en lugar de Oyarzabal para ejercer de martillo, ni antes lo habían conseguido Ceballos ni Asensio. El disparo del primero se topó con el poste y el segundo se diluyó con el paso de los minutos hasta ser sustituido. El vasco se perdió de manera anodina entre los centrales, y tanto Pedri como Dani Olmo compitieron sin fuelle. El canario acumula 66 partidos esta temporada y el dinámico puñal del Leipzig se contagió del exceso de sobeteo.

“Las sensaciones no son muy buenas, nos ha faltado verticalidad”, apuntó Olmo ante los periodistas. Y los datos le acompañan. España selló el partido contra Egipto doblando la cifra de pases de su rival (751-304) y con un 71,1% de la posesión, para llegar encontrar solo cinco veces la portería en 12 remates.

La dureza y el VAR

“Me debería haber atrevido un poco más a encarar. No era lo que queríamos, íbamos a ganar. Pero queda camino, así que lo tenemos claro. Vamos a corregir errores y a mejorar”, aseguró el de Terrassa, que negó esta acusando el esfuerzo de haber enlazado Eurocopa y Juegos, como otros seis compañeros: “Me siento con fuerzas, de lo contrario no estaría aquí. Estar en Tokio es un sueño y una oportunidad muy grande, y la queremos aprovechar”.

El empate obliga a España a dar un paso al frente para hacerse con una de las dos plazas del grupo que dan acceso a los cuartos. Primero abordará a Australia y el miércoles (13.00) a Argentina. “Simplemente, seguimos caminando. Sabíamos de la dificultad que tenía este partido y que van a costar todos los partidos, pero tenemos la moral intacta y sabemos que vamos a mejorar porque los jugadores van a tener una mejor condición física. Debemos seguir con nuestro camino y trabajando de la misma manera porque los resultados llegarán”, confía De la Fuente.

Preguntado por la dureza del equipo egipcio, el preparador nacional criticó la interpretación del VAR: “El otro día tuvimos una reunión en la que nos explicaron las acciones que podían ser castigadas con tarjeta roja; hoy hubo varias de ellas, pero no se castigaron como nos dijeron. Eso nos saca de la lógica del fútbol y nos descentra, porque no sabemos cómo actuar en esos momentos”. Y cerró el central Eric García, en el eje de la zaga junto a Pau Torres: “Estoy seguro de que iremos a más. Sabemos que el primer partido es el más difícil y hay que aclimatarse”.

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