Messi conduce al Inter de Miami al primer gran título de su historia
Los de Florida ganan 3-1 a Vancouver Whitecaps en la final de la MLS Cup, el último partido de Jordi Alba y Sergio Busquets


Cuando algunos imaginaban un último baile, Lionel Messi se ha marcado un nuevo tango para acrecentar su palmarés. El argentino, el futbolista más laureado de la historia con 47 títulos, ha levantado el primero en la liga americana (MLS Cup) y ha dado al Inter de Miami, un club con solo seis años de vida, su primera gran corona al derrotar en la final a los Vancouver Whitecaps por 3-1.
El partido ha sido, además, el último para dos leyendas como Jordi Alba y Sergio Busquets, los últimos jugadores en activo de la mejor generación de fútbol de la historia, la que ganó el Mundial de 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012. Y piezas esenciales del mejor Barça de la época. Los españoles anunciaron hace unas semanas que dejarían los terrenos de juego tras la final disputada en el Chase Stadium, el campo de las garzas, como se conoce al equipo de Florida.
El partido no sería fácil para ellos. Los de Vancouver tuvieron más control y jugaron con más ímpetu. Aunque un tempranero gol en propia puerta les puso el partido cuesta arriba, pero el equipo entrenado por Javier Mascherano dio un paso atrás y concedió ocasiones hasta que llegó la igualada de los canadienses de las botas de Ali Ahmed.
Faltaban 20 minutos para el final, el Inter estaba agobiado ante la asfixiante presión de los Cups, cuando en uno de esos arrebatos que le dan a Messi logró robar un balón en tres cuartos de campo para regalar una delicada asistencia que dejaba solo a Rodrigo de Paul. El centrocampista cruzó ante el portero, para poner a su equipo por delante y decantar el encuentro.
Messi ya no es ese futbolista explosivo que jugaba pegado a la banda en el Barça, ni el veloz mago que superaba rivales cuando se desempeñaba como falso nueve. Ahora, con 39 años y en vísperas de su último Mundial, compite algo más retrasado, de quarterback. Las estadísticas le suman dos pases de gol en la final. Esa nueva posición, sin embargo, no ha mermado su cuenta goleadora: 43 tantos en 48 partidos en lo que va de año. Implacable, voraz y despiadado, la pulga sigue atemorizando a los rivales cada vez que controla el balón y encara.
El argentino ha encontrado un insospechado aliado en su compatriota Tadeo Allende, cuya eclosión en los playoffs fue decisiva para llevar al equipo de Florida a la final de la MLS. Marcó el tercer gol en el tiempo de descuento, a pase de Messi, para certificar la victoria del Inter de Miami. Fuerte, veloz, rocoso, y sin complejos a la hora de tomar el testigo de Luis Suárez, relegado al banquillo por Mascherano, Allende le dio más dinamismo al equipo con una presión incesante y persistentes desmarques en busca de espacios.
El encuentro fue, en realidad, un duelo entre dos leyendas: Messi y Thomas Müller, el delantero alemán que los Cups ficharon el pasado verano para intentar cambiar su historia. Había cuentas pendientes. El ex del Bayern es un viejo conocido del exblaugrana. Fue el líder de la Mannschaft que derrotó a Argentina en el tiempo de descuento durante la final del Mundial de 2014, con un lastimero gol de Mario Gotze. También comandó al equipo muniqués que le endosó un 8-2 al Barça de Messi en los cuartos de final de la Champions del año de la pandemia. Una temporada después, el astro argentino abandonó el club con destino al PSG.
Con 36 años, Müller aún mantiene la energía y la ambición, que contagia a su equipo. Con las medias bajadas, no paró de correr y ordenar a sus compañeros que estuvieron mejor plantados, pese a la derrota.
El argentino ha puesto la primera pica en un país que quiere aprovechar su influencia para popularizar el fútbol. Es un deporte minoritario en Estados Unidos, donde los aficionados aún prefieren la NFL o la NBA, pese a que organizará junto a Canadá y México el Mundial de 2026. Ese, precisamente, era uno de los objetivos del fichaje de Messi por el Inter de Miami, equipo presidido por David Beckham, quien también incorporó a la plantilla a algunas de las piezas fundamentales del mejor Barça de la historia. La victoria del Inter de Miami pone el broche final a la carrera de Alba y Busquets, campeones del Mundo en 2010 con aquella maravillosa España con Xavi e Iniesta.
Messi ha llenado estadios, disparado la venta de camisetas y, en definitiva, ha llevado la liga estadounidense a otro nivel. Ha marcado 77 goles en 87 partidos en las dos temporadas que lleva en la MLS, en las que también ha regalado 43 asistencias. Con la victoria, el argentino amplía su leyenda. Al fin y al cabo, como decía hace una semana un alto ejecutivo de la FIFA: “Messi hace más por el fútbol en Estados Unidos que las relaciones entre Infantino y Donald Trump”.
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