

Vinicius recupera la sonrisa y lanza la victoria del Madrid contra el Levante
El brasileño abre el triunfo con un gol de fantasía completado con el primer tanto de Mastantuono y un doblete de Mbappé a cuatro días del derbi en el Metropolitano


El Real Madrid de Xabi Alonso mantiene el paso dominador y efectivo con el que manda en la Liga, cada día con un avance, una novedad. Al Levante le ganó sumando la sonrisa del hasta ahora disgustado Vinicius. El brasileño volvió a manejar su vieja magia, marcó un tanto asombroso y acabó por primera vez un partido, y con el brazalete de capitán.


El Madrid se deshizo también de un Levante que le inquietó en dos tramos muy solventes en una noche que tuvo algo de experimental. Con el derbi del Metropolitano el sábado, descansaron Militão, Tchouameni y Carvajal, y Xabi ensayó una salida con tres centrales: Asencio, Huijsen y Carreras, que despachó un encuentro imperial. El gallego maneja una lectura privilegiada del juego. Adivina movimientos y espacios. Aparecía para cortar atrás, y también en el medio, y encontraba el mejor siguiente paso para que el Madrid emprendiera otro asalto. Por delante, contenía Valverde y manejaba Ceballos enlazando con el diente de Güler por el centro. Por la derecha abría el campo Mastantuono y por la izquierda, Fran García. Arriba flotaban Mbappé y Vinicius, que repetía titularidad y se reencontró con su alma feliz.
El esquema de prueba tardó unos minutos en ajustarse. El Levante recién ascendido de Julián Calero es un equipo valiente, con ideas y estructura. Fue el primero en pisar el área contraria, con un remate de Vencedor. Y también el primero en acercarse al gol, cuando Dela, canterano de La Fábrica, cabeceó un córner a centímetros del palo izquierdo de Courtois. Encontraban con cierta facilidad a Carlos Álvarez y a Etta Eyong, una de las sensaciones del comienzo de la Liga, con goles y asistencias en sus tres partidos con el Villarreal y los tres que cumplía con el Levante, que lo compró al límite del final del mercado. Inquietó con su potencia al Madrid hasta que Xabi logró que su equipo soldara las distancias abiertas en el medio, por donde encontraban alivio los locales, y pista para acercarse a Courtois.
También empezó a aparecer Vinicius, al principio merodeando por el centro, cada vez más habitual cerca de la banda izquierda. Desde ahí volvió a recordar aquella versión devastadora e imprevisible, un susto en cada asalto. A un tiro lejano suyo, Ryan solo pudo responder con un manotazo que no despejó la pelota, sino que la dejó donde esperaba Mastantuono, que remató al larguero.
Para entonces, las piezas de Xabi ya habían encontrado su sitio y el Madrid gobernaba la situación, recuperando y golpeando. El primer gol salió de ese libreto, de una cadena de robos en el área de Ryan, un ejercicio gremial en el que insistieron por turnos hasta que el balón llegó a Vinicius, situado en la derecha, en un lugar que parecía controlado por Pampín, plantado delante del brasileño. Ese fue el instante en el que recuperó la magia. Se inventó un golpeo insólito con el exterior, casi de parado, que murió en la red ante el pasmo de Ryan. El gesto tuvo cierto aroma al golazo de Ronaldinho al Chelsea en 2005.
El lugar en que regresó el encantamiento fue casual, claro, pero no lo pareció. Es lo que tiene el ilusionismo, que hace ver trascendencia en lo rutinario. Pero fue en el Ciutat de València donde a finales de agosto de 2021, en los primeros días de Ancelotti, el brasileño se transformó de promesa atolondrada en arma nuclear. Salió por Hazard en el 59, marcó dos goles y ya no desapareció del once. Hasta la llegada de Xabi, lo que quizá cambie después de visitar de nuevo el campo del Levante.
El Real tenía ya agarrado el encuentro, oleada tras oleada hasta el primer tanto de Mastantuono después de una contra que nació en otro robo de Carreras que lanzó a Vinicius al galope. En ese punto, lo raro fue que el Real no siguiera sumando.
Casi tan raro como el despertar del Levante después del descanso, a partir de otro tramo de impulso de Carlos Álvarez, que terminó produciendo el cuarto gol de Etta Eyong en la Liga después de un centro de Iván Romero que tocó en un defensa. El equipo de Calero no se entregaba. Pero en su arrojo estaba su condena. Se destapó atrás y ahí emergió Mbappé, algo más en sombra hasta entonces. Provocó un penalti que anotó a lo Panenka, y en la siguiente carrera volvió a marcar en un mano a mano después de un fabuloso pase de Güler.
El nuevo Madrid de Xabi vuela hacia la colisión en el Metropolitano con el titubeante Atlético del Cholo.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
14
![]() |
5 | 5 | 1 | 2 | 2 |
15
![]() |
5 | 6 | 0 | 5 | 1 |
16
![]() |
4 | 6 | 1 | 1 | 4 |
17
![]() |
3 | 5 | 1 | 0 | 4 |
18
![]() |
2 | 5 | 0 | 2 | 3 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
![]() |
18 | 6 | 6 | 0 | 0 |
2
![]() |
13 | 5 | 4 | 1 | 0 |
3
![]() |
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
4
![]() |
11 | 6 | 3 | 2 | 1 |
5
![]() |
10 | 6 | 3 | 1 | 2 |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
