

Mbappé y Courtois no tiran la Liga y llevan al Madrid a la victoria contra el Villarreal
Un doblete del francés espabila a un equipo blanco que pasa de la modorra al espíritu gremial frente a un Villarreal que remata 23 veces y exige al meta belga


Contra la modorra inicial y las piernas sobrecargadas de la Champions, el Madrid se agarró en Vila-real a la vieja fórmula que nunca muere por más que pasan los tiempos: un portero que saca manos y un delantero que suelta guantazos. De Courtois a Mbappé, más los gregarios que se fueron sumando a la causa, los blancos cogieron aire en la Liga en una salida muy peliaguda a la espera de lo que hagan este domingo el Atlético y el Barcelona.


El cansancio y las distracciones europeas amenazaban a los muchachos de Carlo Ancelotti con otro desliz en el torneo doméstico, un campeonato que, a menudo, tanto les cuesta conjugar con su obsesión continental. Pero esta vez se corrigieron a tiempo. Courtois se apuntó nueve paradas frente a un insistente Villarreal que remató 23 veces, Mbappé sacó a sus compañeros del agujero inicial y, poco a poco, en el Madrid apareció un espíritu gremial para retener tres puntos imprescindibles. Los kilómetros de Camavinga, Bellingham y Fran García se unieron en una tarde que exigió lo mejor de sus dos mejores solistas más las paladas de carbón del resto.
Cuando el Madrid abrió los ojos, ya perdía 1-0, y a nadie le sorprendió. Toda la flojera que podía temer Ancelotti después del extenuante choque contra el Atlético se hizo evidente. Pases en falso y poca contundencia en el sistema defensivo frente a un Villarreal que arrancó a guitarrazo limpio. Si los blancos aspiraban a un ritmo bajo, los locales buscaron, y encontraron, meter el encuentro en la batidora.
Menos de 72 horas después de la noche al límite en el Metropolitano, Carletto dejó descansando a Vinicius y Rüdiger, y se forró con piernas en el medio, donde aparecieron Camavinga y el correcaminos Valverde. La medida, sin embargo, no tuvo efectos inmediatos. Antes de que Foyth embocara el tanto amarillo en un saque de esquina ante la pasividad visitante, Ayoze había tenido un tiro a la media vuelta y, sobre todo, un latigazo desde la frontal que Courtois mandó a córner. “Ayoze se me ha quedado mirando y diciéndome: ‘Tú no eres normal”, comentó el belga. Un desvío a saque de esquina del que vino el gol.
Fue el sopapo que devolvió al Madrid a la tierra liguera. Le costó casi un cuarto de hora asomarse al área rival, pero cuando lo hizo soltó dos manotazos letales. Apareció Mbappé y eso fueron palabras mayores para una zaga que no se distinguió por su fortaleza. El 1-1 lo lanzó y terminó el propio atacante francés. Enlazó en profundidad con Brahim, que no concretó ante Diego Conde, y el ex del PSG remachó. Y a los cinco minutos, Gueye no acertó a despejar un pase atrás de Lucas Vázquez y Kylian se relamió, se acomodó y afinó al palo como quiso. Demasiadas concesiones para un arma de destrucción masiva. Dos tiros a puerta y dos goles.
Al Madrid, según explicó Ancelotti, no le convenía un duelo de ida y vuelta. Eso podría suponer un gasto de energía excesivo tras la Champions, pero la tarde derivó en eso y tampoco le vino mal. Empujaban los de Marcelino, pero se abrieron los huecos y ahí surgió un buen Bellingham para conectar con los delanteros. El Madrid ya se había lavado las legañas y amenazaba arriba con velocidad y también con circulaciones. Rodrygo, en la izquierda en ausencia de Vinicius, y Mbappé mezclaban bien. Era otro Madrid, más denso, más firme, ante un Villarreal que no dejó de insistir y acabó la primera parte con otro disparo de Pepe.
La pausa devolvió el partido a la casilla de salida. De nuevo, el Villarreal al abordaje frente a un escudo defensivo otra vez mejorable que permitió un cabezazo de Barry y un remate solo dentro del área de Foyth. El Madrid intentó recuperar su plan inicial, que no fuera un encuentro de ida y vuelta, abrigarse atrás y lanzarse a la carrera. Sin embargo, apenas se podía estirar y quedó sometido al empuje amarillo.
El programa de rotaciones introdujo a Vinicius por Brahim y a Rüdiger por Asencio, más Modric para tratar de agarrar la pelota. Y la receta tuvo efectos. Después de minutos de sometimiento, los blancos pudieron expandirse. El croata trajo más capacidad para amasar la pelota y el brasileño, más presencia atacante. Se lo agradeció Courtois. El cansancio también constriñó las piernas del Villarreal y los visitantes recuperaron los espacios. Güler por un maltrecho Valverde fue la última bocanada de aire que buscó Ancelotti.
Ayoze perdonó en el 84 a la media vuelta, Mbappé se enfadó con Güler por no pasársela y el Madrid terminó defendiendo la batería de centros locales con señales claras de agotamiento. Escapó airoso y revitalizado después de una semana crítica.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
3
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56 | 27 | 16 | 8 | 3 |
4
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49 | 27 | 13 | 10 | 4 |
5
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44 | 27 | 12 | 8 | 7 |
6
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41 | 27 | 11 | 8 | 8 |
7
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40 | 28 | 11 | 7 | 10 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
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60 | 28 | 18 | 6 | 4 |
2
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57 | 26 | 18 | 3 | 5 |
3
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56 | 27 | 16 | 8 | 3 |
4
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49 | 27 | 13 | 10 | 4 |
5
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44 | 27 | 12 | 8 | 7 |
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