Simeone, entre el vértigo y un toque más afilado para eliminar al Real Madrid

Atlético ATM

Real Madrid RMA

Miércoles, 12/03/2025 21:00CET

O vértigo, aprovechando el volcánico ambiente que se vivirá en el Metropolitano, o un toque más afilado y menos pases de seguridad que en el partido de ida. Esta es la encrucijada que deben resolver Diego Pablo Simeone y sus futbolistas para encontrar el camino a los cuartos de final de la Champions League. “El fútbol tiene diferentes escenarios. Atravesaremos momentos difíciles en defensa, otros donde habrá más situaciones para atacar. La frescura, la claridad y la calidad de los futbolistas decidirá. El partido va a ir por ese lado. Ellos tienen ventaja y tenemos que buscar ese gol que nos llevaría a seguir estando en el partido”, analizó Simeone.

La sensación generalizada en el Atlético de Madrid fue que en el duelo del Santiago Bernabéu al equipo le faltó arriesgar más en los pases finales para sacar provecho del tramo del partido que controló desde la posesión. Nunca en la era Simeone el Atlético había rebasado los 600 pases en el Bernabéu. El mayor ejemplo del conservadurismo del Atlético con el balón fue Griezmann, que jugó la mitad de sus pases hacia atrás. “Griezmann hará un gran partido, estoy convencidísimo”, defendió este martes el Cholo a su jugador fetiche.

Si algo caracterizó el partido de ida fue que tanto Carlo Ancelotti como Simeone se preocuparon muy mucho de que sus equipos se empeñaran en no dejar correr al espacio al otro. Fue la forma de ambos técnicos de escenificar que la eliminatoria se iba a jugar con el partido de vuelta en la cabeza. Ninguno de los dos asumió riesgos. Simeone temía la velocidad de Mbappé, Rodrygo y Vinicius; y Ancelotti el certero contragolpe que practica en este curso el Atlético. Fue hasta paradójico como uno y otro equipo resolvieron la cuestión. Ancelotti ordenó el repliegue después de que Rodrygo adelantara al Madrid y contó con el sacrificio de Mbappé y Vinicius para defender en campo propio. Lo que a ojos de Simeone fue una trampa que obligó a sus jugadores a defenderse con la posesión de la pelota, una rara avis en el libreto del preparador argentino. “El Madrid vive más de la velocidad que del juego asociativo por las cualidades individuales de Vinicius, Mbappé, Rodrygo, Bellingham y Brahim. Nosotros podemos alternar juego alto, bajo, con posesión, sin posesión; nos manejamos en diferentes situaciones. Esperemos adaptarnos a todo”, deseó Simeone.

Desde el minuto 20 del primer tiempo, hasta el gol de Brahim en el 54, el Atlético se adueñó del balón y esta fue su herramienta para empatar el partido y tratar de conservar el empate. El propio tanto de la igualada de Julián Alvarez fue gestado después de una jugada con más de 30 toques en la que la pelota fue de lado a lado hasta que el atacante argentino se inventó ese derechazo impensable que superó la estirada de Courtois. Con el 1-1 y también con el 2-1, Simeone recelaba de que cualquier pérdida de balón podía suponer otro gol del Madrid. El Atlético salió vivo del Bernabéu, pero esta noche necesita sobrevivir a la eliminatoria ganado. Con vértigo o arriesgando más con el balón que en la ida.