Ir al contenido
_
_
_
_
Liverpool LIV
PSG PSG

Kvaratskhelia contra la historia de Anfield

El regateador es el primer recurso del PSG para remontar el 0-1 ante el Liverpool

Khvicha Kvaratskhelia PSG
Khvicha Kvaratskhelia, del Paris Saint-Germain, en acción durante el partido de ida de octavos de final de la UEFA Champions League ante el Liverpool FC el pasado miércoles.DeFodi Images (DeFodi Images via Getty Images)
Diego Torres

Los hinchas del Liverpool que se reúnan en Anfield este martes tendrán la oportunidad de asistir a un fenómeno de una pureza que no se veía desde que se retiró Joaquín Sánchez, último eslabón de la saga de magos que se remonta a Ribéry, Figo, Chris Waddle y así, hasta Garrincha. Dribladores de la especie suprema que no necesitan del cambio de ritmo fulminante para despachar a sus víctimas pues dominan el arte mágico de la conducción del balón sin necesidad de poner un ojo en la pelota. Khvicha Kvaratskhelia ha heredado el don. A su poder se aferrará el Paris Saint-Germain para remontar el 0-1 de la ida, avanzar a cuartos de final de Champions y cambiar la historia, que es terca. Nunca en siete intentos un equipo francés logró imponerse en Anfield en la vuelta de una eliminatoria de competiciones de la UEFA.

“Yo amo el fútbol”, dijo Kvaratskhelia con el ceño arqueado, la mirada fija y el gesto concentrado de gravedad cuando ayer le preguntaron qué opinaba de su arte del regate. “El fútbol me gusta porque es un juego de equipo. No pretendo que el regate sea bonito si no sirve para ayudar al equipo a ganar. El dribbling sirve para conseguir resultados. De otro modo no me interesa”.

El traspaso básico —descontando bonus— de 70 millones de euros que pagó el PSG en enero al Nápoles para fichar a Kvaratskhelia responde a la parte baja de la horquilla de su cotización desde 2022. El United ofreció más. La tasación se inspiró en dos cualidades fundamentales. Primero, el control en carrera en espacios reducidos, algo que diferencia al georgiano de muchos buenos atacantes —Dembélé, por caso— que no son tan precisos, o que tienen que frenarse para dominar la pelota si los defensas andan cerca. Como comprobaron Gravenberch y Alexander-Arnold el miércoles pasado, Kvaratskhelia no deja de acelerar cuando contacta con la pelota en la zona crítica. Esto le convierte en un peligro, sobre todo cuando acto seguido suma su segunda gran facultad: la conducción segura sin necesidad de mirar la pelota.

Como hacían Figo y los especialistas más dotados, Kvaratskhelia puede llevar la pelota pegada al pie mientras concentra su mirada en estudiar los pies del contrario que viene a cerrarle. Así va orientando a los defensas con toques sutiles y golpes de cintura hasta llevarlos a pisar en falso y ganarles la espalda por la derecha o por la izquierda, pues domina los dos perfiles de cada pie. Conseguir esto de manera continuada es algo que está al alcance de muy pocos. Cuando Kvaratskhelia está inspirado alcanza una suerte de trance: parece indefendible. A los seguidores del Nápoles les recordaba a Maradona. Un analista que informó al PSG solo le señaló un defecto grave. Por su carácter, a veces incurre en lagunas de indiferencia. En las últimas temporadas en el Nápoles, perdió el norte de la ambición. Se enfrió. Pero ahora, con 24 años, se muestra inflamado. Excitado ante la idea de ocupar el hueco que dejaron Mbappé y Neymar en la franja izquierda del ataque del PSG, aunque Luis Enrique le mande permutar posiciones con Dembélé y Barcola.

“Las posibilidades de que pasemos están al 50%”, dijo ayer, antes del último entrenamiento en Anfield. “Confiamos en poder demostrar que estamos aquí para ganar. Estamos muy motivados. Cuando juegas contra el Liverpool no necesitas preparación mental para estimularte. Sabemos que si los dominamos como hicimos en París todo será posible. Será muy difícil. Pero hemos venido a eso”.

Luis Enrique advirtió que dará orden de carga a discreción. “El 0-1 de la ida nos encarrila claramente en un sentido”, dijo el técnico del PSG. “No podemos especular. Ahora estamos eliminados, con lo cual solo nos queda una opción: salir a ganar. Sabemos que es un estadio mítico con una historia muy potente. Jugar un gran partido contra un muy buen Liverpool y hacerlo en su terreno es una motivación. Yo, ante las dificultades, no tengo freno”.

Los precedentes de paso de equipos franceses por Anfield en eliminatorias arrojan un total de siete derrotas con un balance de goles de 19-1 desde 1977. La historia es difícil de driblar, pero para eso fichó el PSG a Khvicha Kvaratskhelia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_