La suerte del Liverpool hace historia: nunca un ganador tiró menos y recibió más remates

El Liverpool, el equipo más regular de Europa, líder de la Premier y de la fase previa de la Champions, batió otro récord el miércoles en París. Hizo historia gracias a un incidente matemático que no hará que sus aficionados se sientan necesariamente más orgullosos pues esconde el reverso del sometimiento. Se convirtió en el primer equipo en la historia de las eliminatorias de la Champions que gana un partido tras sufrir una diferencia de 27 (o 26) entre remates a favor o en contra, ya que se impuso 0-1 con un tiro a favor (o dos, según la UEFA) por 28 en contra. Un desequilibrio nunca visto en instancias avanzadas de la máxima competición europea que hizo del Paris Saint-Germain un verdugo frustrado y del portero visitante, Alisson Becker, una especie de mago que paraba los tiros igual que Neo esquivaba las balas en Matrix.

“Hoy el PSG ha demostrado aquello que los datos fundamentales indican desde hace meses”, dijo Arne Slot, el entrenador del Liverpool, antes de abandonar el Parque de los Príncipes. “El PSG es el equipo que mejor juega al fútbol en esta Champions”.

Los “datos fundamentales” se resumen en la estadística que más revisan los entrenadores. Aquello que se puede calcular sin matemáticos ni físicos de carrera porque no es big data, pero es el valor que determina con mayor fiabilidad las probabilidades de ganar en el fútbol: remates realizados contra remates sufridos.

“Nos tiraron una sola vez y fue gol”, dijo Vitinha, el mediocentro del PSG, sumido en la perplejidad que compartió con su hinchada y su entrenador. “Fue extraño”, es todo lo que atinó a decir Luis Enrique apenas concluyó la velada que se prolongará en Anfield el martes que viene.

La estadística de la UEFA señaló que el PSG hizo 28 tiros y recibió dos, pero en el estadio desde la tribuna de prensa se advirtió lo mismo que Vitinha: un tiro del Liverpool, el que desembocó en el gol de Harvey Elliott. Un hito, sea como sea, que le situaría ligeramente por encima del récord anterior en una eliminatoria a doble partido, en poder del propio PSG desde 2021. Entonces, el equipo que lideraba Neymar eliminó al Bayern después de ganar por 2-3 un partido en el que sufrió 31 disparos y solo replicó con seis remates. Seis, en todo caso, es bastante más de lo que consiguieron Salah y sus compañeros.

La situación es una anomalía. Desde la temporada 1999-2000, según la agencia Opta, se han disputado 12 partidos de eliminatorias de Champions en los que uno de los participantes logró una diferencia de remates de 20 tiros o más respecto a su oponente. En ocho de estos 12 partidos se impuso la lógica del equipo más rematador contra el que generó menos ocasiones: Real Madrid 2, Roma, 0 con un balance de 37 tiros por 12; Mónaco, 1, Lokomotiv, 0, con balance de 27/2; Bayern, 2, Atlético, 1 (33/7); Real Madrid, 3, APOEL, 0 (28/0); Bayern, 5, Besiktas, 0 (35/6); Milan, 1, Celtic, 0 (38/8); Real Madrid, 4, Tottenham, 0 (36/4); y Barcelona, 2, Chelsea, 1 (35/2).

Pero en los otros cuatro partidos de esta serie de 12 pesó más el azar que la lógica de la producción ataque-defensa. Sucedió en 2020 con un Liverpool, 2, Atlético, 3 (34 disparos del equipo inglés / 10 del rojiblanco); en 2024 con el Manchester City, 1, Real Madrid, 1 (33/8); en 2021 con el Bayern, 2, PSG, 3 (31/6); y finalmente el miércoles pasado con el resultado de contraste más abrupto que se recuerda: 28/1 en contra del Liverpool, que le ganó al PSG con un tiro de gol y una actuación de Alisson que puso en pie a la comunidad de los guardametas.

Schmeichel: “La mejor actuación que vi en mi vida”

“Fue el mejor partido de mi vida”, ponderó el portero brasileño. Peter Schmeichel, exmeta del United, respaldó la impresión del héroe: “Creo que es la mejor actuación de un portero que he visto en toda mi vida”.

“Es duro”, dijo Vitinha, “pero es el momento de demostrar la clase de equipo que somos, nuestra personalidad y nuestra fuerza. Iremos a Liverpool y haremos un gran partido, marcaremos y pasaremos a cuartos. Estoy seguro”.

La inercia que trae el PSG induce al optimismo camino de la vuelta en Anfield. Desde que remontaron un 0-2 al City para terminar 4-2, a finales de enero, el PSG jugó 12 partidos y metió 45 goles, a un promedio de 3,75 por encuentro. Ningún equipo de los dieciseisavos de la Champions marcó goles a ese ritmo. Los parisinos le metieron cuatro al Stuttgart, cuatro al Lille y cuatro al Mónaco, tres al Lyon y 15 al Brest en tres partidos para culminar una racha de 10 victorias seguidas. La mejor racha del PSG en una década.

El Liverpool lo paró en seco y se llevó un baño. La contradicción explica la excepcionalidad de una eliminatoria que marcará la primera edición de la nueva Champions.