La jornada que ni entrenadores, ni futbolistas querían jugar: “¿Qué vas a celebrar a un campo cuando hay tanta desgracia?”

Si en la mano de los entrenadores y de los jugadores hubiera estado la decisión, esta jornada de la Liga no se hubiera disputado. La devastadora dana ya supera los 200 muertos y las desoladoras imágenes que llegan de la Comunidad Valenciana, Albacete o las zonas afectadas de Andalucía han generado entre técnicos y futbolistas la opinión de que se debería haber suspendido toda la jornada. Con los entrenadores convertidos en portavoces en las previas de sus respectivos partidos, las reflexiones contrarias a jugar han sido unánimes durante todo el fin de semana. LaLiga, sin embargo, defiende que igual que no se paralizan otras actividades, la industria del fútbol debe cumplir como una más salvo en las zonas afectadas por la dana.

Como actividad masiva de ocio y recreo, identitaria y generadora de estados eufóricos de ánimo en las celebraciones de goles o victorias, cuando menos se genera la duda de si ante un drama como este hay algo que celebrar. Si no es obsceno cantar un gol a la par que la tragedia sigue todavía en pleno desarrollo. La patronal y su patrón, Javier Tebas, han dado la orden de jugar a los clubes profesionales que no disputen sus partidos en los territorios donde las dañinas riadas han hecho estragos. Sin que nadie les preguntara, los clubes se han preocupado muy mucho de airear sus donaciones para amortiguar las críticas de no aplazar la jornada completa o para recalcar ante la opinión pública que son entidades caritativas y solidarias.

“Necesitamos lo mejor de todos y a todos. Ayuda y solidaridad.El fútbol español ya está en ello”, aseguró Tebas. Como casi siempre, entrenadores y jugadores han acatado la directriz de quien les paga, aunque esta vez han sido muchos los que han torcido el gesto y han manifestado su contrariedad por tener que jugar. “Está claro que no tiene ningún sentido. Lo que está pasando es algo durísimo. Es emocionante ver a toda la gente que salió a la calle para ayudar con una pala o con lo que pudiera. Muy emocionante. Eso habla muy bien del país, del pueblo como se dice normalmente, y ayudar desde dónde podamos”, expuso Diego Simeone tras el último entrenamiento del Atlético antes de jugar contra la UD Las Palmas. Ante la decisión de LaLiga de mantener el calendario, Simeone añadió: “Hay mucha gente que lo está pasando muy mal, es muy triste para todos, pero nosotros estamos en el lugar donde nos dicen de seguir y acá estamos, siguiendo”.

El entrenador del Barcelona, el alemán Hansi Flick, tampoco era partidario de jugar. “Si yo pudiera tomar la decisión, quizá hubiera suspendido la jornada porque es una tragedia para toda España. Lo que ha pasado en Valencia es algo similar a lo que ocurrió hace unos años en Alemania. Jugar es una decisión de LaLiga”, aseveró Flick.

El viernes, el valenciano Vicente Moreno, entrenador de Osasuna, no pudo contener las lágrimas en su comparecencia ante la prensa. “Es muy duro para ellos, pero para los que estamos lejos y tenemos allí a la familia, amigos, vecinos, hijos… No sabemos si el jugar ayuda a que la gente se distraiga. No lo sé, pero puedo asegurar que yo estoy deseando estar allí con mis amigos, mis vecinos y mi familia, ayudando en lo que uno pueda”, dijo Moreno en la previa del partido que enfrentaba a su equipo con Osasuna. El alicantino José Bordalás, técnico del Getafe y exentrenador del Valencia, también mostró su sensibilidad con la idea de no jugar: “Se debería haber suspendido la jornada, estamos ante la catástrofe más grande de las últimas décadas”.

Entre los jugadores, Iborra, del Levante, fue el más crítico con la decisión de LaLiga de no paralizar por completo la jornada. “Se debería preguntar a los que deciden que se juegue las razones por las que no se para la competición. Creo que es difícil ir a un estadio a cantar un gol o estar alegre cuando a escasos metros hay gente que necesita ayuda y lo está pasando mal. ¿Qué vas a ir a celebrar a un campo cuando hay tanta desgracia? Al final esto te demuestra que somos mercancía en el mundo del deporte. Podríamos estar dando una lección de humanidad y no la estamos dando”.

Javier Tebas no tardó en responder a las críticas. “El mejor mensaje es estar en primera línea en nuestros puestos de trabajo como todos los trabajadores del resto de sectores, dando visibilidad, generando recursos y explicando al mundo que tenemos que estar todos manos a la obra para salir adelante”, escribió Tebas en su cuenta de la red social X.