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Alienación Indebida
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un Madrid contra todos... O no

La televisión oficial del club denuncia una persecución contra sus jugadores el día después de que Endrick golpease sin motivo ni piedad aparentes a un rival para pasmo generalizado a excepción del árbitro VAR

Endrick, tras golpear a Mouriño.
Endrick, tras golpear a Mouriño.Quality Sport Images (Getty Images)
Rafa Cabeleira

El día después de que Endrick golpease sin motivo ni piedad aparentes a un rival para pasmo generalizado a excepción del árbitro VAR (rodillazo seco, a la entrepierna, como en esas películas noventeras donde Steven Seagal noqueaba a 45 enemigos orillado a un billar y sin moverse del sitio), la televisión oficial del club se ha encargado de dar la vuelta a la situación y sobre lo que hoy se discute en España es si los jugadores del Real Madrid están siendo perseguidos por protestar, un poco como los disconformes con Putin, la oposición venezolana o, más cerca, aquí en España, los ganaderos.

Uno entiende que no son tiempos sencillos para profesar según qué sentimientos religiosos y el madridismo lo es. Se han quedado prácticamente solos en la denuncia de un sistema corrupto que siempre beneficia al Barcelona (ahí están los pagos a Negreira para demostrarlo) y únicamente perjudica al Real Madrid. Pero no solo España está contra ellos (LaLiga, la RFEF, la Generalitat, las asociaciones de vecinos, los indies), también lo están Europa y, por extensión, el mundo entero: “contra todo y contra todos”, reza un lema tan extendido entre las huestes blancas que un día, a no mucho tardar, comenzarán a señalarse entre ellos.

Lo de las protestas tiene su miga porque, de algún modo, no son pocos los futbolistas del Madrid convencidos de dicho extremo: todo el mundo está en su contra, especialmente unos árbitros desvergonzados que actúan a sabiendas como esbirros del MAL. O puede que de MAD, aquel villano sin rostro y puño de hierro que acariciaba a un gato de colores en el Inspector Gadget. En realidad, el MAL puede ser cualquiera, dependerá de a quién se le pregunte.

Debe ser por cosas como estas que Bellingham o Vinicius Jr., dos de los más exaltados, se creen en la obligación de hacer aspavientos casi constantes o reírse en la cara de los colegiados y asistentes (Vini ya es la evolución profesionalizada de Rafa Mora, aquel tipo tan guapo y cargante que se hizo famoso en los platós de televisión diciendo algo así como “me río en tu cara”). También a insultar, acosar o simplemente tratar de intimidar a esta especie de funcionarios del orden que, encima, se arriesgan a ser señalados con nombres y apellidos en un montón de medios de comunicación, no solo en la televisión oficial —oficiosas hay unas cuantas— del Real Madrid.

Pero volvamos a la “posible agresión” de Endrick, que es como DAZN presentó el vídeo en sus redes sociales nada más terminar el partido y sin entrar en el feo juego de las verdades absolutas (habrá quien entienda que los genitales de Mouriño se lanzan a por la rodilla del joven brasileño de manera salvaje, por ejemplo). ¿Es posible que la constante presión mediática sobre los árbitros esté surgiendo el efecto deseado o simplemente se trató de un error puntual de apreciación, como suele ocurrir en casi cualquier partido de fútbol? Sobre esto habrá opiniones para todos los gustos: desde los que crean que ni Real Madrid ni Barça tienen derecho a quejarse, a los que sostengan que influir, lo que se dice influir, sería pagar durante siete años al vicepresidente del CTA sin explicar exactamente por qué (seguro que explicarlo resultaría todavía peor, es una ley de vida no escrita). Yo creo que todo se resume en la construcción de un relato. Y parece que al Madrid ya no le basta con ser el Cid Campeador: ahora quiere ser, también, Santiago Carrillo.

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