El juez investiga a la mujer de Negreira por blanqueo de capitales y prorroga la instrucción

El juez del caso Negreira ha citado como investigada a la mujer del ex número dos de los árbitros españoles, José María Enríquez Negreira, por blanqueo de capitales. La imputación de Ana Paula Rufas llega después de que el pasado agosto la Guardia Civil presentara un informe en el que concluía que la mujer había recibido, en cuentas bancarias a su nombre, tres millones de euros. Esos ingresos forman parte, presuntamente, de los pagos millonarios que el FC Barcelona desembolsó a Enríquez Negreira por supuestos asesoramientos arbitrales (nunca confirmados) que, según los investigadores, sirvieron para favorecer al club azulgrana. El dinero fue desviado a las cuentas de la mujer entre 1992 y 2023, según el informe, que concluye que se trata de rendimientos “injustificados” por las rentas o por el capital inmobiliario de la mujer.

En un auto dictado este lunes, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, otorga la condición de investigada a Ana Paula por blanqueo de capitales, un delito que contempla penas de entre los seis meses y los seis años de cárcel. La fecha de su declaración todavía no ha sido fijada. El magistrado recuerda que, según las conclusiones de la Guardia Civil, “aproximadamente tres millones de euros pasaron por la cuenta corriente” de la mujer, que es la actual pareja de Negreira y que le ha acompañado en sus comparecencias ante el juez. En ese mismo informe, los investigadores concluyeron que “no está acreditado” que los 7,5 millones de euros pagados por el Barça a Negreira mientras éste ejercía como vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) tuvieran como finalidad presuntas asesorías en materia arbitral.

Pero la investigación no ha concluido. La Guardia Civil debe “averiguar el destino” dado a esos tres millones de euros, lo que llevará un tiempo. La necesidad de seguir adelante es lo que ha llevado al juez Aguirre, un veterano magistrado que se caracteriza por eternizar las investigaciones, a prorrogar la instrucción (que vencía el próximo 1 de septiembre) durante seis meses más. El juez, que también investiga la supuesta trama rusa del procés en la que mantiene bajo la lupa al expresident Carles Puigdemont por traición, insiste en que hasta que los investigadores “no presenten el informe de conclusiones” no se podrá tomar declaración a los investigados.

El caso Negreira ha sufrido diversos reveses. El pasado mes de mayo, la Audiencia de Barcelona tumbó la imputación por un delito de cohecho que pesaba sobre el club azulgrana y sobre el conjunto de investigados: Enríquez Negreira, su hijo Javier Enríquez, tres expresidentes del Barça (Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu y Joan Laporta) y diversos directivos. El tribunal mantuvo la imputación por un delito de corrupción en el deporte —por el que la Fiscalía se querelló en un primer momento— pero exculpó a Laporta porque los hechos habían prescrito. Aguirre había argumentado que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a la que pertenece el CTA; era un organismo público, de modo que Negreira tenía la consideración de funcionario.

Negreira fue el número dos de los árbitros españoles entre 1993 y 2018. Durante ese periodo de tiempo, recibió 7,5 millones de euros de las distintas directivas del FC Barcelona. Los pagos terminaron coincidiendo con su salida del CTA, el órgano de gobierno de los árbitros, y de la mano del expresidente Bartomeu, lo que motivó amenazas y críticas airadas por parte de Negreira. El club no ha sabido dar hasta la fecha una explicación razonable de por qué comenzaron y se mantuvieron en el tiempo esos pagos. La hipótesis de los investigadores (tampoco contrastada hasta ahora por las pruebas) es que el club pretendió utilizar a Negreira para amañar, a través de nombramientos arbitrales, las competiciones estatales (Liga y Copa) a su favor.

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