El síntoma Lewandowski: el equipo de Xavi acumula los peores números en ataque del Barcelona en los últimos 20 años

Robert Lewandowski se había quedado fuera de la convocatoria del Barça para visitar al Amberes (21.00, Movistar Liga de Campeones), al igual que Gündogan, Ronald Araujo y Frenkie De Jong. Sin embargo, un cambio en la organización del viaje los subió al avión rumbo a Bélgica, menos al neerlandés, que permaneció en Barcelona, según Xavi porque presentaba un estado febril. El Barça dormirá en Bélgica tras el partido y, como todavía desconocen si el jueves entrenarán en Amberes o en Barcelona, optaron por viajar con todos los disponibles para que ningún jugador se pase tres días sin trabajar con el grupo. “Cambió el plan. Es bueno también para hacer piña, para que la gente esté implicada”, comentó Xavi Hernández. Y añadió: “Fue una decisión de club: presidente, director deportivo, cuerpo técnico y jugadores. Nuevo itinerario, nueva lista”.

En cualquier caso, con el Barcelona ya clasificado para los octavos de final, la intención de Xavi es dar un respiro a los jugadores que más trajín acumulan en la temporada. Gündogan es el futbolista más utilizado por el técnico azulgrana (1.756 minutos), Lewandowski es el cuarto (1.412) y Araujo es el noveno (1.110). “¿Quiénes descansarán?”, le preguntaron a Xavi. “Ya veremos. A ver cómo entrenan. La idea es hacer cambios y darle descansos a los que tienen más minutos. Podéis imaginar: Ronald, Gündogan, Robert...”, contestó el técnico. A Lewandowski, sin embargo, no le gusta el banquillo, mucho menos cuando está en jaque su corona de goleador del Barcelona.

En el cuerpo técnico del Barça siempre se habían mostrado encantados con la actitud del delantero polaco. “Es un placer verlo trabajar, eleva el nivel de los entrenamientos. Es un tío superprofesional”, solían comentar en la Ciudad Deportiva del Barcelona. Pero algo se ha comenzado a resquebrajar, sobre todo desde que el exjugador del Bayern ha empezado a cuestionar el funcionamiento del equipo. “A veces no tengo apoyo”, comentó Lewandowski. Y en una entrevista con este periódico, profundizó: “Me sirve estar en el área para sentir los tempos en el momento de tomar decisiones, como también es necesario que me busquen en jugadas que no puedo finalizar”. La temporada pasada, el polaco terminó con 33 tantos, de los 31,05 expected goals (goles esperados). Es decir, una diferencia positiva de 1,95. Esta campaña, los datos se invirtieron: nueve goles respecto de 11,29 expected goals: -2,29.

“Lewandowski acusa la falta de juego posicional”, defiende Xavi al delantero en público. Sin embargo, sin puntualizar en el polaco, el entrenador del Barcelona destaca la falta de gol. Y analizó el último partido: la dolorosa derrota ante el Girona en Montjuïc. “No he leído nada, pero es normal. Al final pierdes en casa contra el Girona y es normal la crítica. Los jugadores están enfadados porque es un partido que dominamos. Es muy parecido al partido del Madrid. Hicimos muchas cosas bien para ganarlo, pero hubo errores nuestros en las dos áreas”, expuso el preparador del Barça. Y enumeró las ocasiones desperdiciadas del Barça frente al equipo de Míchel: “Para mí fueron clarísimas. Puede que no lo hayan sido las 31, pero unas cuantas, sí. Hay que ser más autoexigente”.

El equipo de Xavi acumula los peores números en ataque del Barcelona en los últimos 20 años: 1,86 de media de goles por partido por los 3,14 del equipo de Tito Vilanova, líder en la tabla; mientras que la precisión en remates ha caído hasta el 46,35% por el 59,16% que tuvo el equipo de Ernesto Valverde (el mejor en el mismo periodo). “Es un problema físico”, remarcan en el entorno de Lewandowski, una tesis que corroboran en la directiva. “En esa época estaba Messi, ¿no?”, cuestiona un empleado de la dirección deportiva. “Nosotros tenemos un buen equipo, pero no se puede comparar con el Barcelona de los últimos años. La situación económica y deportiva es completamente distinta”, rematan las mismas fuentes.

Lewandowski es intocable en la directiva. Joan Laporta gestionó su incorporación gracias a su excelente relación con Pini Zahavi, agente del polaco. No lo es, en cambio, para la dirección deportiva, que ya ató a Vitor Roque (el delantero brasileño está fichado, pero no pudo ser inscrito por el desajuste en el juego limpio financiero). En el vestuario, Lewandowski siempre fue un tipo incómodo y ahora es el cuerpo técnico el que mira con distancia al polaco. “Marcó un gol contra el Girona, ¿qué más tiene que hacer? ¿Dos o tres goles por partido?”, cuestionan desde el entorno del delantero. Lewandowski se apaga, síntoma del Barça, que al menos tiene asegurado su pase para los octavos de la Champions.

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