Xavi Hernández: “Este es un Barça en construcción”
El técnico se defiende después de la derrota ante el Girona, en un partido en el que Miguel profundiza el drama azulgrana en la defensa
“Tiene mucho mérito lo que está haciendo el Girona. Nos saca siete puntos y es muy merecido. Ha sido un partido parejo. Si ganaba el Barça, también hubiéramos dicho que era justo. Tienen un gran equipo y una gran propuesta. Ha sido un partido del K.O. El que llegaba, golpeaba. Esta es nuestra realidad. Este es un Barça en construcción. Sigo siendo positivo, confío en el equipo, pero tenemos un rival extraordinario y hoy nos ha salido cruz, pero podría haber salido cara. Hay que seguir por el camino y no dudar”, analizó Xavi. “Este Girona tiene alma y cree que le puede hacer daño al rival. Sabíamos que si éramos capaces de superar la presión del Barça tendríamos opciones”, contestó Míchel.
Todo parecía familiar en la previa del partido. Viejos conocidos del fútbol humilde catalán, Óscar Hernández, segundo entrenador del Barcelona, conversaba con Quique Cárcel, director deportivo del Girona. Después el asistente y hermano de Xavi se detuvo a dialogar con Delfí Geli, presidente de la entidad rojiblanca. La buena sintonía continuó, por supuesto, también entre los dos entrenadores. “Vamos a ver las posiciones de David López o Yan Couto, tenemos variantes en función de lo que hagan ellos”, comentó Xavi en la previa del derbi catalán. No sorprendió, sin embargo, el Girona por el ala de Yan Couto. Sí lo hizo por la banda de Miguel y Savinho, mal defendida por Koundé y Raphinha.
El problema del Barcelona no era en ataque. “Creo que hemos tirado 31 veces”, expuso Xavi. Fue exacta la estadística que brindó el técnico. En cambio, el Girona intentó 15 remates. Raphinha, por ejemplo, inquietaba a los rojiblancos y hasta colocó el centro que terminó en la cabeza de Lewandowski para que firmara el 1-1. Fue el octavo gol del polaco, el quinto que recibió el Girona a balón parado: es el equipo que más ha recibido en jugadas de estrategia de la Liga. En el Barça, sin embargo, algo fallaba. “Es una derrota dura. El Girona lo ha hecho muy bien, pero es culpa nuestra. No hemos estado al nivel que tenemos que estar. No hemos estado finos con la pelota. Yo tampoco, especialmente. Eso nos ha costado el partido”, analizó De Jong.
El Girona, en cambio, disfrutaba con y sin balón, imparable cuando movían a sus futbolistas para que Savinho quedara en posición de uno contra uno. El protagonista, en cualquier caso, fue Miguel. “Fue un jugador diferencial”, subrayó Míchel. Según explican en el PGA Catalunya, la base de operaciones del Girona, el canterano del Real Madrid es el jugador más infravalorado. “Todo el mundo habla de Savinho, pero la temporada que está haciendo Miguel es impresionante. Es de nuestros mejores jugadores sin dudas”, comentaba David López, uno de los veteranos del conjunto de Míchel. Miguel es clave para el esquema táctico del técnico de Vallecas. “Cuando defendemos nosotros hacemos un clásico 4-4-2, pero cuando atacamos es cuando tenemos más variantes tácticas. Y es en esos distintos sistemas que trabajamos cuando Miguel puede sorprender. Aparece por dentro, por fuera...”, insistía el central del cuadro rojiblanco. Y la presencia del lateral fue clave en Montjuïc. Lo fue para tapar a Raphinha, también para apoyar en ataque a Savinho.
Para tapar al delantero del Girona, Xavi evitó colocar a Araujo en el lateral, como acostumbra a hacer cuando el Barça se enfrenta a un extremo picante. El uruguayo, con la mandíbula fracturada —utilizó una máscara hasta el minuto 31—, se colocó de central junto a Christensen. Los problemas, sin embargo, llegaron por el ala de Koundé. El francés insiste en que no quiere jugar de lateral y Savinho y Miguel escenificaron el porqué: el Barça fue un drama en la zaga. “Quizás los errores en defensa nos han pasado factura. Son detalles”, justificó Xavi.
Miguel, de entrada, avisó. Compareció solo en el área del Barça, pero Iñaki Peña se estiró para mandar el balón al córner. No falló en su segundo intento. Con Koundé y De Jong lejos del balón, el lateral del Girona armó un disparo potente, esta vez imposible de frenar para el portero azulgrana. “Le pego de puntera. Lo he visto claro”, explicó Miguel su primer gol de la temporada. Fue entonces cuando el Girona se liberó. Si después del gol de Dovbyk se dejó atorar por el Barcelona, cuando marcó Miguel los rojiblancos ya no especularon, al contrario. “Es algo indescriptible. Hemos hecho un gran trabajo. Muy contento por el equipo y por la ciudad”, cerró Miguel. El equipo de Míchel ya no solo se volvió a trepar en lo más alto de la tabla en la Liga, sino que también logró otra marca memorable: el primer triunfo de su historia ante el Barcelona.
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