El Barcelona ante la posibilidad de perder todo y no ganar nada
Pasada la tormenta, después de unos días de tranquilidad tras el parón, el Barça se enfrenta a un duro calendario al que se le suma un amistoso incómodo para el vestuario
En el grupo de WhatsApp de los jugadores del Barcelona se comparten las noticias publicadas, principalmente las negativas. Hasta aquí, nada extraordinario. El problema, según uno de los líderes del vestuario, es cuando el jugador busca aislarse. “Siempre hay alguien, un amigo, un familiar, muchas veces un periodista, que te las envía”, apunta el azulgrana. Es entonces cuando resulta imposible taparse los oídos ante el ruido del barcelonismo. Xavi Hernández tuvo que pedir, en su momento, que mermaran las críticas al capitán Sergi Roberto: “Es lo más injusto que he visto en mi carrera”. Ferran Torres, por ejemplo, cerró sus redes sociales y la mujer de Gündogan desmintió vía Instagram un aparente malestar del alemán. La semana pasada el foco se puso en Alejandro Balde y en una supuesta oferta para salir del Barcelona. “Se lo comentan al jugador y piensa que el club se lo quiere sacar de encima. Y es todo mentira”, se queja un miembro del staff azulgrana.
Al vestuario, en cualquier caso, también le incomodan las verdades. Después del duro golpe que se llevó el grupo azulgrana en la derrota ante el Shakhtar Donetsk en la fase de grupos de la Champions, el técnico se reunió con la plantilla en la Ciudad Deportiva con el objetivo de buscar soluciones para regatear el bajón por el que transita el equipo. La charla no tardó en aparecer en los medios de comunicación. Una filtración que no le gustó nada a Sergi Roberto como tampoco a Ronald Araujo. El capitán habló con el técnico, el uruguayo con un miembro del staff. Ambas conversaciones, según todas las partes, fueron positivas y la controversia se zanjó. No se solucionó, en cambio, el malestar del grupo por las críticas al juego del equipo, todavía errante en el último partido del Barcelona antes del parón por selecciones en Montjuïc: 2-1 frente al Alavés.
Todavía con el nervio en la boca, mientras saltaba de flash interview a flash interview, sin tiempo para reflexionar ni para hablar con sus asesores de comunicación, Xavi apuntó a la prensa tras la sufrida victoria ante el cuadro vasco. “El equipo no ha estado mal, sino que es fruto del nerviosismo que se genera desde fuera. Estaban tensos. Hay una crítica excesiva. Es injusto”, señaló el preparador catalán. Antes del duelo contra el Alavés, el técnico del Barcelona había decido borrar de su rutina a los medios de comunicación. Y eso que es un ferviente consumidor de la prensa deportiva: cada mañana repasa los cuatro periódicos principales. Una estrategia de protección que dejó atrás durante el parón de selecciones. Según los que lo conocen, Xavi ha regresado a su normalidad. “El año pasado también hubo momentos en los que había dejado de leer. Ahora está de moda hablar de salud mental, bueno las críticas les afectan a todos”, recuerdan en la Ciudad Deportiva del Barcelona.
Ya más tranquilo, después de dedicar sus jornadas tanto a ver fútbol —”estoy siguiendo el Mundial Sub-17, hay muchos jugadores nuestros”, comentó— como a buscar alternativas para mejorar el juego posicional del Barça, Xavi mantuvo el mismo análisis. “Dije lo que pensaba. En el descanso del día del Alavés me di cuenta de que hay jugadores que tienen mucha influencia externa”, contó el técnico en la previa del duelo de este sábado ante el Rayo en Vallecas (14.00, DAZN). “Como entrenador”, prosiguió, “intenté liberarlos. Les dije que para eso estaba yo. En ningún momento lo puse como excusa para el nivel de juego del equipo. Que quede clarísimo. Jugamos mal por culpa nuestra”. Sin embargo, el líder del vestuario azulgrana insistió: “¿Que afectan las críticas? Sin duda”.
Pero los azulgrana no solo se sienten vulnerables frente al juicio externo. Afectados por una plantilla corta, Xavi no logra limpiar la enfermería. Recuperó a Frenkie De Jong —este viernes recibió el alta médica—, pero ante el Rayo el técnico no podrá contar con Ter Stegen —problemas en la espalda—, ni por supuesto con Gavi, que se rompió la rodilla en el último partido de España. “Creo que una solución es que haya nueve meses de competiciones a nivel de clubes y que luego haya dos meses destinados a las selecciones, más un mes de vacaciones. Así se evitarían tantos viajes. Araújo (Uruguay) y Raphinha (Brasil) vienen de 13 o 14 horas de vuelo”, expuso Xavi. Desde el cuerpo técnico siguen con especial atención los descansos de los sudamericanos, tanto como el de Gündogan, el jugador de campo que más minutos de juego acumula (1.451).
“Estamos muy cansados”, se quejaba, durante la semana, uno de los pesos pesados del vestuario. “Y ahora, como si fuera poco, tenemos que ir a jugar un amistoso a Estados Unidos”. Para ayudar a las esqueléticas arcas del club, la directiva del Barcelona organizó un partido amistoso el próximo 22 de diciembre en Dallas. Para tentar a los jugadores hay premio: cerca de 100.000 euros para cada uno. “No es una cuestión de dinero, es el viaje, el jet-lag, días que supuestamente los tenemos para descansar con nuestras familias, los perdemos para promocionar un estadio que quieren usar en el Mundial de 2026″, insiste la misma fuente del grupo azulgrana.
El amistoso frente al América de México llegará después de una maratón de partidos: siete en los próximos 28 días. En los que el Barcelona se juega la clasificación a los octavos de final de la Champions frente al Porto (28 de noviembre) y el Amberes (13 de diciembre) después de quedar fuera de la máxima competición europea los últimos dos años, además de los exigentes duelos en la Liga frente al Rayo, el Atlético (3 de diciembre), Girona (10 de diciembre) y Valencia (16 de diciembre), que se cierran con el encuentro ante el actual colista, el Almería (20 de diciembre).
“Siempre nos jugamos mucho, somos el Barça. Son partidos trascendentes”, subrayó el técnico. Es curiosa la situación del Barcelona. En diciembre, en un mes en el que no se juega nada, los azulgrana pueden perderlo todo: quedar fuera de la Champions y descolgarse de la lucha por el título de la Liga. Ante el ruido, Xavi pide calma. Y ya no quiere excusas. “Ante el Rayo se jugará a las dos de la tarde y habrá sol”, lo buscaron al técnico durante la rueda de prensa. Él se rio, seguramente incómodo. Y concluyó: “No será un problema. Qué gran pregunta. ¿Es tuya?”.
“¿Gavi?, tengo muy buena relación con De la Fuente”
Xavi Hernández aseguró que no existe ningún tipo de problema entre la Federación Española y el Barcelona por la lesión de Gavi (ligamentos), que se produjo en el último partido de la Roja ante Georgia. “Tengo muy buena relación [Luis] De la Fuente. Me llamó el martes y estuvimos hablando. No creo que sea un problema de gestión de entrenador, sino de calendario. Con la edad que tiene Gavi, tiene muchos minutos. A veces es una cuestión de infortunio. Hablaré con Deco [director deportivo del Barça] a ver qué se puede hacer para reemplazarlo, pero todavía no hay nada que anunciar”, expuso el preparador azulgrana.
El técnico azulgrana también contó la conversación que tuvo con Gavi, que el martes estuvo en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. He hablado con él, lógicamente. Tuve esa experiencia personal [se rompió la rodilla en 2005]. Eso me hizo mejor futbolista. Más maduro. Me hizo consciente de que tenía que cuidarme más. Cuidar los detalles. Eso es lo que aprendí y lo que le he transmitido. Que no se salte un día. Que se recupere lo mejor posible. Es una rodilla y siempre es difícil”, expuso. Y el preparador del Barcelona analizó la baja de Gavi: “Es una desgracia para nosotros. Es insustituible. El corazón, las ganas y el coraje que pone... tenemos que intentar sustituirlo, pero es difícil”.
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