El Real Madrid pone a prueba su crecimiento ante el Barcelona en Montjuïc
El paso al frente de Olga Carmona y la pólvora de Bruun buscan guiar al equipo blanco, derrotado en los once Clásicos que ha jugado ante las azulgrana
El primer Clásico de la temporada representa una nueva oportunidad para el Real Madrid de conseguir algo que se le ha negado hasta ahora: despojarse del dominio del FC Barcelona en los enfrentamientos directos. Once han sido los partidos disputados entre ambos clubes y once han sido las victorias que se ha llevado a casa el conjunto azulgrana. Esto desde que la institución blanca absorbiera al Club Deportivo Tacón en 2020.
Al margen de la superioridad en cuanto a resultados, la historia reciente revela que la distancia entre ambos equipos nunca había estado tan reducida como ahora. El Real Madrid llega al encuentro de este domingo solo tres puntos por detrás del Barça, lo que supone que una victoria en Montjuïc, además de ser histórica por los motivos previamente mencionados, significaría también hacerse con el liderato de la Liga.
En los primeros partidos de la temporada, el equipo de Alberto Toril había conseguido mantenerle el ritmo a las azulgrana, que marchan con paso perfecto hasta el día de hoy, pero llegó la sexta jornada y las merengues cayeron por 1-2 en casa frente al Levante. Aquella vez, el Real Madrid gozó de más ocasiones de gol que sus rivales, pero una gran actuación de la línea defensiva valenciana y dos tantos encajados en tiro de esquina terminaron con la secuencia triunfal de las blancas, que retomarían más adelante.
La anotación del Madrid en ese partido surgió a través de una combinación entre Olga Carmona y Linda Caicedo, dos figuras que representan muy bien el notable crecimiento que ha tenido el Real Madrid en el último año. A sus 23 años, Carmona se ha convertido en una de las líderes indiscutibles del vestuario. Fuentes cercanas a la jugadora, consultadas por este periódico, constatan el paso al frente que Carmona ha dado dentro del equipo en los últimos meses: “La Olga previa al Mundial y la Olga posterior no tienen nada que ver. No solo por el éxito deportivo, sino también por el trabajo que ha realizado a nivel de preparación mental, acondicionamiento físico y hábitos de alimentación”, aseguran. Además, desde su entorno profesional más cercano describen su liderazgo como uno “alejado de la imposición” y más próximo al “consenso y al respeto de todas las opiniones”. Aunque también apuntan que sabe cómo hacerse escuchar cuando lo ve necesario.
Más allá de ser una referente importante en el vestuario madridista, la autora del gol que dio a España la Copa del Mundo en Sídney también ha pasado a ser una pieza imprescindible dentro del campo para el esquema de Toril. Con cinco asistencias en ocho partidos, Carmona es la jugadora que más pases de gol ha dado en el campeonato liguero, una estadística notable para alguien que se desempeña desde el lateral izquierdo. Además, la futbolista sevillana tiene carácter y ha demostrado que no le gana el vértigo incluso en el escaparate europeo más alto. Así fue el miércoles pasado en la Champions League, cuando un penalti convertido por ella en un momento de tensión significó el empate a dos definitivo frente al Chelsea, conjunto puntero de la Super League británica. Antes, ella misma había puesto por delante a las suyas en el primer tiempo con un disparo desde fuera del área, desviado fortuitamente por una jugadora rival antes de encontrar portería. Ese recurso, el tiro de larga distancia, es otra de sus virtudes más visibles.
Por otro lado, Linda Caicedo representa la frescura de un club cuyo presente estable ya le permite pensar también en el futuro. La jugadora colombiana de 18 años fue galardonada este viernes con el premio Golden Girl, a la mejor futbolista joven, y estrenará el nombramiento con su actuación en el Clásico. A su corta edad, Caicedo ya cuenta en su historial con una sobresaliente participación en una Copa del Mundo. “Somos el Real Madrid y siempre queremos ganar”, afirmó con valentía la colombiana sobre la visita al Barça, en una entrevista previa.
La “operación Montjuïc” no podría estar completa sin una romperredes de primer nivel y este año el Real Madrid la ha encontrado en Signe Bruun, fichaje estrella del verano. Estaba pensado que la danesa compartiera frente de ataque con Caroline Weir, pero la rotura de ligamento cruzado de la escocesa, tras haber disputado un solo partido con las merengues esta temporada, ha provocado que Bruun asuma una mayor responsabilidad en la producción ofensiva. Y la exjugadora del Olympique de Lyon, campeona de la Champions League en 2022, ha respondido con creces. Nadie ha perforado más redes que Bruun este curso en liga, con seis goles apuntados en su cuenta personal. Solo la azulgrana Salma Paralluelo iguala esos números, por lo que el Clásico de este domingo también será un duelo entre cañoneras.
Montjuïc espera a una plantilla merengue en continuo crecimiento, que ha ido ganando progresivamente el respaldo y el apoyo del club a lo largo de los últimos años. Los esfuerzos destinados a recursos, herramientas y facilidades para el equipo comienzan a surtir efecto. Lejos parecen quedar aquellos primeros Clásicos en los que el Barça se imponía con bastante facilidad. El Real Madrid se ha convertido ahora en un equipo que compite por títulos, como lo demostró su presencia en la final de la Copa de la Reina, perdida en los penaltis frente al Atlético de Madrid en mayo. Esta temporada traerá consigo nuevas oportunidades de seguir creciendo para el conjunto blanco, pero primero que todo, toca demostrar que ya puede enfrentar a su máximo rival viéndolo a los ojos.
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