De la Fuente: “Con el contexto que hay era importante ganar”
El seleccionador nacional sonríe por primera vez en días tras la goleada a Georgia


En el hormigonado estadio Boris Paichadze, de marcada arquitectura funcional soviética, la España de Luis de la Fuente se puso las botas. Nunca mejor dicho, ante el dantesco episodio que supuso que borceguíes y guantes no llegaran a Tbilisi hasta la madrugada del viernes. Un traspié hubiera amplificado el tsunami que vive la federación en todos sus estamentos. Incluido, el seleccionador, distanciado del director deportivo Albert Luque tras desmarcarse del rubialismo en su rueda de prensa del pasado viernes. El chaparrón de goles que acompañó al aguacero que se desató en el segundo tiempo provocó las primeras sonrisas públicas del seleccionador español. “En este contexto que hay, más que el resultado, lo importante era ganar. Lo otro, el ruido que había no lo podemos manejar. Ganar siempre te da calma. Hemos creado una burbuja”, aseveró el técnico de La Roja.
El fervor nacional que desprendía el graderío y los apuros de la selección para ganar en sus dos últimas visitas a Tbilisi (0-1 y 1-2) también eran motivos para elevar la tensión. Trajeado de azul oscuro y de pie, De la Fuente contempló hierático y con los brazos cruzados el ya demoledor arranque de España. Sus primeros gestos llegaron con las claras ocasiones falladas por Morata y Asensio cuando apenas se habían disputado dos minutos de juego. De la Fuente lamentó los errores como quien sabe que puede estar ante uno de esos días canallas de fútbol, en los que la puntería no acompaña a la producción de ocasiones que genera el buen juego. La contundencia de Morata, tres goles, y el buen tino de Fabián, Olmo, Lamine Yamal, más el gol en propia puerta de los georgianos, redondearon lo que para el seleccionador español fue “el triunfo más importante de mi carrera como entrenador”. “Esto es fruto de un equipo que ha estado desde el primer minuto concentrado en hacer las cosas bien y con la ambición suficiente para no bajar los brazos en ningún momento. Convertimos los problemas en soluciones”, abundó.
Las críticas y la desazón interna que ha vivido el técnico riojano por haber aplaudido a Luis Rubiales en la histriónica asamblea en la que este rubricó el fin de su carrera como dirigente, redoblaron la presión por ganar a Georgia. El miedo a una derrota le emergió cuando Kvaratskhelia comenzó a garrinchear frente a Carvajal a un par de metros de él. La inquietud y sus aspavientos parecían animarle a saltar al campo para rememorar sus tiempos de lateral en el Athletic de Bilbao y en el Sevilla. El hombre se descomponía cada vez que el virguero extremo georgiano tocaba el balón pegado al otro lado de la línea de cal que les separaba. También le entraba el acongoje, cuando el propio Kvaratskhelia realizaba un cambio de orientación aprovechando que la defensa española basculaba hacia el centelleante extremo.
Yamal, “increíble”
Cuando Morata se elevó majestuoso por encima de la defensa para picar el frentazo y el violento bote de la pelota superó a Mamardashvili, De la Fuente alzó los brazos aliviado. El rabioso festejo de Morata también delató la sobrepresión que han vivido los jugadores, agobiados por la necesidad de ganar y por ser testigos directos en el hotel Marriott de los recelos que se guardan los pocos fieles que le quedan ya a Rubiales y los que han decidido pasar página. “Teníamos muchas ganas, sabíamos que era un partido peligroso y era fundamental para nosotros”, dijo el delantero del Atlético y quinto máximo goleador de la historia de la selección con 33 tantos.
Por su parte, Lamine Yamal no solo se convirtió en el jugador más joven en debutar con 16 años y 57 días, sino que también es el más precoz en marcar con la selección española absoluta tras descartar jugar con Marruecos: “Contento por elegir España y por el gol”. “Que con 16 años tenga esa naturalidad y esa confianza es increíble”, zanjó De la Fuente.
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