Fernando Alonso no da puntada sin hilo: segundo mejor tiempo en el GP de Australia de F1
El asturiano aprovecha la última ventana de buen tiempo en Melbourne para lograr colarse en la clasificación justo por detrás de Verstappen, el más rápido
Después de tanto tiempo peleándose con monoplazas con poca chicha, embotellado entre el pelotón y también en la zona media-baja de la tabla de tiempos, Fernando Alonso no ha dado una puntada sin hilo desde que este invierno se subió por primera vez al Aston Martin que ha pillado a trasmano a toda la parrilla menos a Red Bull, que come aparte del resto. Dos semanas después de sumar el podio número 100 de su hoja de servicios con algo de suspense, el asturiano ya rueda por el circuito de Albert Park, en Melbourne, donde este domingo (06.00 horas, Dazn) tendrá lugar la tercera parada del calendario y donde seguirá esperando un doble gatillazo de los bólidos energéticos o el estallido de una guerra civil entre ellos. Ese parece ser el único escenario que haga posible que un monoplaza distinto al Red Bull gane una carrera, dada la superioridad exhibida hasta ahora en todos los parámetros. Si eso ocurre allí estará Alonso con el colmillo afilado para sacar tajada, como quedó claro este viernes en Australia.
En la primera toma de contacto con el circuito urbano, Max Verstappen lideró la clasificación por delante de Checo Pérez, su vecino de taller. Por la tarde, en un ensayo marcado por la lluvia, el asturiano aprovechó los primeros minutos, antes de la aparición de la lluvia, para colocarse en cabeza, una posición que ya no dejó. Su registro, eso sí, fue una décima más lento que el que el actual campeón habría cuadrado por la mañana. “Sabemos que los Red Bull están demasiado por delante en estos momentos. Pero puede pasar cualquier cosa; un problema de fiabilidad o un toque entre ellos. Se habla mucho de que tienen un ambiente caldeado ahí, así que estaremos atentos”, comenta Alonso desde Melbourne, donde figura el tercero en la estadística general de puntos, con 13 puntos menos que Pérez y diez más que Carlos Sainz, cuarto.
Ese margen viene dado, en parte, gracias a la rectificación que hizo la Federación Internacional del Automóvil (FIA) horas después de terminar la última prueba, en Arabia Saudí. Allí, el bicampeón del mundo (2005 y 2006) fue desposeído del podio que acababa de celebrar, por considerar los comisarios que su equipo había vulnerado el reglamento en el momento de cumplir la sanción de cinco segundos que le impuso por no colocarse debidamente en la parrilla de salida. El técnico encargado del gato le dio un golpe a la luz trasera del coche y eso supuso una penalización extra de diez segundos que derivó momentáneamente en la pérdida del podio, restablecido después de que Aston Martin mostrara su desconformidad y pidiera una revisión de los hechos. Si la escudería de Silverstone (Gran Bretaña) y el corredor español se salieron con la suya fue por la ambigüedad de la regla en cuestión, algo que la FIA ya ha corregido. Para evitar que este tipo de controversias se repitan el organismo que legisla el Mundial ha clarificado el punto en cuestión y ha dejado claro que, a partir de ahora, cualquier contacto directo de los operarios con el coche, bien sea con alguna parte de su cuerpo o mediante herramientas, será castigado. Tan alto es el nivel de detalle que está permitido refrigerar el coche estacionado, siempre y cuando los sopladores que se emplean no lleguen a tocar su superficie.
En esa misma batería de medidas también se subrayó la prohibición a todo miembro de las estructuras de subirse a las vallas colocadas del muro en la recta principal de los trazados, una forma habitual de celebrar los buenos resultados y que ya es historia de la Fórmula 1.
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