Nico Williams: “Si quieres ser un grande, no puedes estar nervioso en estas citas”
El extremo, clave en el rendimiento de la Roja, analiza su evolución al alza en el torneo
Nico Williams (Pamplona, 22 años), una de las grandes sensaciones de la Eurocopa y pieza clave del vistoso sistema de ataque de la selección española, cumplió este viernes 22 años, solo dos días antes de jugar el domingo la final contra Inglaterra en el Olímpico de Berlín (21.00, La1), donde no terminó de encontrarse cómodo en el estreno contra Croacia. Aquello le ayudó a despegar.
Pregunta. Cumple 22 años. Con algunos compañeros que tiene, ¿empieza a sentir que ya no es tan joven?
Respuesta. En el fútbol, el peso de la edad es otro. Con los chavales que hay... Yo también me considero un chaval... Y este sábado cumple Lamine 17.
P. Cinco años de diferencia…
R. Son cinco años, pero tampoco se nota mucho.
P. ¿Por él o por usted?
R. Para su edad, es muy maduro. No parece un chaval de 16 años. Le ha llegado todo muy rápido: el fútbol, la familia ha tenido una situación un poco complicada... Eso te hace madurar antes.
P. ¿Siente que usted ha madurado también al estar pendiente de él? ¿Se ha encontrado haciendo con Lamine cosas que hacía su hermano, Iñaki, con usted?
R. Es verdad que en muchas situaciones me veo como Iñaki conmigo. A veces me toca. Él me pide muchos consejos: qué hacer y qué no hacer. Tengo un poco más de experiencia, pero no mucha más que él, e intento ayudarle lo máximo. Es un buen chico. Le gusta escuchar a los demás, escuchar a los mayores. No solo a mí; a los capitanes. Sabe que le va a hacer crecer como jugador y como persona.
P. ¿Algún ejemplo de cosas de Iñaki que ahora le dice a Lamine?
R. Hay un montón… Por ejemplo, el tema de redes. Igual él quiere subir alguna cosa, como me pasaba a mí de pequeño. Y yo le digo: “No subas esto que la puedes liar”. Al final, no tienes 16 años. Ya no eres una persona normal, y quizá no se da cuenta.
P. ¿Cuándo siente uno que no es una persona normal?
R. La diferencia es cuando sales por la calle y te piden fotos. Antes pasabas desapercibido: estás con tus amigos en un bar y nadie se te acerca, nadie te mira. La diferencia son las miradas. Cuando entras en un sitio todo el mundo te mira. No te dicen nada, pero te miran. Al principio, intimida un poco.
P. ¿Cómo lidia con eso?
R. Al principio es jodido, porque no estás acostumbrado: entras en un sitio y todo el mundo te está mirando. ¿Por qué me están mirando? Con el tiempo se te hace normal que te miren, que te pidan una foto.
P. En el campo, también le conocen más, le han estudiado más. ¿Es más difícil sorprender?
R. Sí, obviamente. En el último partido Koundé, que me conoce bien, se sabía mis movimientos. Al final tengo que improvisar cosas que contra otros rivales que no me conocen tanto me salen más naturales. Es verdad que me van conociendo, pero también voy mejorando yo como jugador, porque me voy encontrando con situaciones más complejas y eso me hace crecer.
P. ¿Piensa mucho cuando está delante de los que le conocen?
R. Sí, constantemente estoy pensando. Me sale natural, me sale solo, pero con los jugadores a los que me he enfrentado intento hacer cosas más diferentes, moverme en sitios por los que igual no me movía antes: cosas diferentes para que no me pillen.
P. ¿Qué hubiera sido de usted si no le hubieran cambiado de banda?
R. ¡Buah! Un acierto increíble del míster. Ernesto [Valverde] decidió que tenía que cambiar de banda, que podía meter muchos más goles jugando a pierna cambiada, que iba a jugar más natural. Y acertó. Me costó un poco, se me hizo un poco extraño. Siempre había jugado de delantero, de extremo derecho, nunca a pierna cambiada.
P. ¿Le dijo: “no sé si me va”?
R. ¡No! Yo lo que quiero es jugar. Donde me ponga va a estar bien. Se te hace un poco diferente, te hace cambiar como jugador y eso te hace mejor también.
P. ¿En quién se fijaba para ese cambio?
R. Mbappé me gustaba mucho. Tuvo algo parecido: empezó a banda natural y acabó jugando a banda cambiada. Me fijaba mucho en sus regates, en sus movimientos a la profundidad. Es un jugador de los mejores del mundo, e intento copiar lo máximo de él.
P. El domingo vuelve a Berlín. ¿cómo recuerda el primer partido allí contra Croacia? ¿Estuvo cómodo?
R. Si soy sincero, estaba muy nervioso, porque era mi primera competición europea jugando de titular; no como el pasado Mundial, que no tenía tanto protagonismo. Ya notas ese peso y esa responsabilidad. El primer partido me costó, y yo creo que se vio que me costó un poco entrar en el partido. En el segundo me solté. Ya fui yo mismo y ya está.
P. ¿Cómo consiguió hacer ese cambio de un partido a otro?
R. Es tema de la cabeza. Vi repetidas mis acciones contra Croacia. Vi que hacía cosas que no era yo, y me dije, en mi cabeza: ‘No puede ser, estás jugando una Eurocopa, te has ganado ser titular, intentar hacer cosas con la selección. ¿Qué es eso de estar nervioso? Tienes que tener personalidad. Si quieres ser uno de los más grandes, no puedes estar nervioso en estas citas’. En un partido como la final del domingo, también. Tienes que tener personalidad, tienes que ser tú mismo, demostrar que vales para esos partidos y que puedes ser muy grande.
P. Funcionó. Con Italia jugó un partidazo.
R. Sí, porque de la mentalidad sale todo. Me dije a mí mismo que era el mejor, aunque probablemente no lo sea en el campo. Pero te tienes que tener ese cariño a ti mismo. Jugando con Lamine, si uno no brilla, brilla el otro, porque se concentran más en una banda que en la otra. Nos complementamos muy bien. Si hay un día que yo estoy desaparecido es porque él está brillando. Y al revés.
P. Le ayuda que él esté en el campo.
R. Me viene de lujo un extremo que es parecido a mí, que es regateador. Va a acumular mucha gente en su lado y van a quedarme a mí situaciones de uno para uno con el lateral. Y lo mismo él: me lo dijo el míster el día del partido contra Francia. Muchas veces Lamine tenía uno para uno y yo tenía a Dembélé y a Koundé.
P. Cuando el partido se pone difícil, ¿a quién mira?
R. A todos. Sobre todo, a Mora [Morata]. Mucha gente no reconoce su trabajo en España. Es un capitán que le gustaría tener a muchos. Es el primero que está ahí para animarnos. No todo son los goles. Un capitán te tiene que demostrar esa fuerza y ese coraje para ganar partidos. Creo que se vio en el último partido anterior, que lo da todo por esta selección, que lloró después de clasificarnos para la final. Es el que más lo vive, el que más quiere hacer las cosas bien. Y muchas veces la gente es muy injusta con él.
P. ¿Hablan esto entre ustedes?
R. Uno lo piensa. Morata es una persona muy transparente, que intenta ayudar lo máximo posible. Es un capitán de 10. Igual entiendo las críticas de que no está acertado de cara a puerta, pero no todo es eso. Creo que se está demostrando que el equipo es una unión increíble, que él es el pilar que junto al míster está haciendo que nosotros vayamos hacia delante. Mucha gente es muy injusta con él. Invito a la gente a que disfrute el domingo, que seguro que va a meter un par de goles.
P. ¿Prefiere que marque él?
R. No pasa nada. Me da igual, yo quiero ganar. Ganar, ganar. Llevar la copa para España y ya está, ese es el objetivo número uno.
P. ¿Se vio fuera del torneo en algún momento?
R. No. Desde el primer día siempre he tenido ese convencimiento de que íbamos a estar ahí arriba. Es verdad que individualmente, por jugadores, igual tienen mejor plantilla Francia, por ejemplo, con Dembélé, Kylian Mbappé… Al final estamos demostrando la fortaleza del equipo, que todos vamos en una dirección. Todos estamos remando hacia el mismo sitio. El domingo tenemos una gran oportunidad para demostrar que queremos ser ganadores de esta copa, que la merecemos. Creo que nos la merecemos más que nadie.
P. ¿Da más miedo esta Inglaterra, que ha mostrado la fortaleza para remontar varias veces?
R. Inglaterra es una gran selección. Tiene grandes jugadores. En el partido de Holanda lo demostraron. No tuvieron ninguno el control del juego, pero te llegan dos veces y te vacunan. Tenemos claro lo que vamos a hacer en el partido, el míster lo tiene muy claro. Creo que la copa se va a venir para España.
P. El 14 de julio, día de la final, también es el del Pobre de mí, el final de los Sanfermines…
R. Buah, me han mandado un montón de vídeos. Soy de Pamplona y muchos amigos que están ahí me mandan, me hacen videollamadas desde allí. Pero yo estoy muy orgulloso de estar aquí. Si me pierdo los Sanfermines por esto, pues que vengan así todos los años.
P. ¿Qué piensa cuando Laporta afirma en público que está en condiciones de ficharle?
R. Nada. Centrado 100% en la Eurocopa. Todo lo que viene de fuera no me interesa. Estoy centrado en esto y ya está.
P. En esta Eurocopa, tras las palabras de Mbappé sobre las elecciones, se ha hablado mucho sobre la relación de los futbolistas y la política. ¿Cómo la ve usted?
R. Respeto todas las opiniones. Todo el mundo es libre de opinar lo que quiera. Yo siempre intento estar un poco al margen, porque somos personajes públicos y tenemos mucha influencia. Tampoco entiendo mucho de política. Mis padres entienden más que nadie, mi hermano más que nadie. Y yo intento hacer lo que se me da bien, jugar al fútbol.
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