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La ternura de la Roja

España saca poco rédito de su dominio y los rivales le generan mucho peligro en sus pocas llegadas. Al grupo de Luis Enrique puede valerle el empate ante Eslovaquia

Pau Torres y Laporte, durante el España-Polonia del pasado sábado en Sevilla. / ALEJANDRO RUESGA
Pau Torres y Laporte, durante el España-Polonia del pasado sábado en Sevilla. / ALEJANDRO RUESGAAlejandro Ruesga (EL PAÍS)
Ladislao J. Moñino

De área a área, los empates contra Suecia (0-0) y Polonia (1-1) revelan una paradoja inquietante en la España de Luis Enrique. La selección sacó poco rédito goleador de su dominio (un tanto en 29 remates) y se mostró vulnerable en las pocas ocasiones que le llegaron suecos y polacos. Si la Roja no tuvo contundencia con el gol en los dos primeros encuentros, tampoco la hubo en defensa cuando sus dos rivales asomaron por las inmediaciones de Unai Simón. La mayoría de los nueve remates que ha recibido España han sido fuego real. Un gol, dos palos, un disparo de Lewandowski que provocó la única parada del meta del Athletic hasta el momento y el desperdicio del sueco Berg y el polaco Swiderski en boca de gol delatan la vulnerabilidad defensiva española en esta Eurocopa. Así se ha plantado ante la decisiva cita de este miércoles ante Eslovaquia. A la Roja, sin embargo, le valdría el empate si Polonia no gana a Suecia, según los resultados de este lunes, para pasar como tercera.

Suecia remató cuatro veces y en dos de ellas rozó el gol. Marcos Llorente desvió al palo un remate de Isak en el primer tiempo tras bailar a Laporte y sentarle con tres recortes. La jugada emanó de una mera prolongación de un saque de banda en corto. Berg, a puerta vacía, desperdició el regalo que le dio el delantero de la Real Sociedad tras un contragolpe que puso en evidencia los riesgos que conlleva el atrevido plan de Luis Enrique. La blandura con la que Marcos Llorente, Laporte y Pau Torres se emplearon para tratar de quitarle el balón en el área a Isak fue alarmante.

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“Es cierto que no nos han llegado muchas veces, pero las situaciones han sido de peligro. A veces pasa, pero también el rival juega y tiene jugadores de calidad que marcan la diferencia”, defiende César Azpilcueta. Su suplencia, tras capitanear al Chelsea campeón de Europa, en una selección plagada de novatos en grandes competiciones de selecciones es una de las decisiones que más se le cuestionan a Luis Enrique.

“Con la posesión y por cómo dominamos el juego podemos controlar mejor las situaciones de contragolpe, sobre todo nos pasó contra Polonia. Son aspectos que queremos mejorar. Intentamos dominar, pero tenemos que ser sólidos en ambas áreas porque el futbol se decide por pequeños detalles”, advierte Azpilicueta. Las transiciones polacas también fueron resaltadas por el propio Luis Enrique al término del encuentro.

Una pérdida de Jordi Alba en la frontal del área fue el origen del disparo al palo de Swiderski y del rechace que desperdició Lewandowski rematando contra el cuerpo de Unai Simón. Poco antes, el propio Swiderski tiró por encima del larguero un remate en boca de gol tras una carrera de Lewandowski. La jugada que propició el tanto del empate del capitán polaco volvió a evidenciar la falta de contundencia defensiva. Moder maniobró entre cuatro jugadores españoles en la mediapunta, Klych recibió solo en la frontal del área y Jozwiak puso sin oposición la rosca que cabeceó Lewandowski para empatar. El oficio de un ligero empujón con el que el goleador polaco le ganó el espacio a Laporte describe la ternura defensiva exhibida en las pocas ocasiones que los defensores españoles se han visto exigidos.

“Intentamos dominar para crear ocasiones y que nos creen las menos posibles”, insiste Azpilicueta. Su presencia como lateral o como central es una de las novedades que baraja Luis Enrique para el trascendental duelo de mañana ante los eslovacos. Si el navarro juega en un costado, el técnico podría adelantar la posición de Marcos Llorente. La ubicación del rojiblanco como lateral es la decisión del técnico que ha generado más debate. Desde que le incluyó en la lista en el grupo de los defensas, la posición de Llorente ha chirriado.

La utilización de dos centrales zurdos, Laporte y Pau Torres, es otra de esas decisiones del seleccionador teñidas de apuesta personal. “La de central quizá sea la posición a la que más exijo. Con la idea de fútbol que tengo yo, es un puesto muy complicado porque tienes que ser bueno atacando y bueno defendiendo. Es una posición que cuesta, pero por esa exigencia”, explicaba Luis Enrique en septiembre. Por entonces, el seleccionador estaba inmerso en un casting de centrales para encontrarle pareja a Sergio Ramos.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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