El Barcelona tumba al Panathinaikos, el campeón de la Euroliga

Venció en París, venció en Mónaco y este miércoles tumbó al campeón vigente de la Euroliga, el Panathinaikos, en un Palau que hervía como si fuera Atenas. El mismo Barcelona que este domingo debe ganar al Bilbao Basket para atrapar por los pelos el billete para la Copa se transformó una vez más en Europa. Una excepcional defensa que secó a la artillería griega que encabeza Nunn y las sobresalientes prestaciones de Parker (25 puntos y ocho rebotes) y de nuevo de un inspirado Brizuela (15 puntos y cuatro asistencias) dieron buena cuenta del conjunto que entrena el volcánico Ataman.

La baja de Lessort ha afeitado el poderío del Panathinaikos, pero aún así continúa siendo un aspirante mayúsculo a repetir la corona continental. Un 0-6 de arranque obligó al Barça a reaccionar ya desde los primeros pasos. Parker y Fall fueron los únicos barcelonistas que anotaron en los ocho minutos iniciales para mantener el careo. Hasta que aparecieron primero Metu y luego el capitán Abrines para arrimar el hombro (18-21). Era necesario un gran ejercicio colectivo para noquear a los campeones.

Brizuela vive en trance desde que Joan Peñarroya ha sacado brillo a sus galones. El escolta engorda su casillero, se juega los tiros importantes y hasta ejerce de base si hace falta. El Barça apretó las clavijas a Nunn pero en la acera contraria se cegó en el perímetro. Nueve triples fallados en la primera parte y cinco minutos sin canastas al final del segundo cuarto empinaron el encuentro mientras en el Panathinaikos crecían Grant y Osman (30-38). El grupo de Ataman había logrado rebajar al Barcelona a un marcador demasiado escuálido.

Juancho Hernangómez respondió al triple de Parker a la vuelta de la pausa. El ala-pívot español ha elevado su presencia en el Panathinaikos y se ha ganado un nuevo contrato. Todo lo contrario que su hermano mayor, Willy, a quien Peñarroya dejó por tercer partido consecutivo sin jugar ni un segundo.

Pasaron tres minutos y solo se anotaban triples en el encuentro. El Palau se encendió con un parcial de 10-0 y Ataman cargó con la habitual técnica por sus protestas (43-41). Volaba el Barcelona pese a que Punter falló sus primeros siete lanzamientos de campo, hasta que despertó con un bingo lejano. El estadounidense lo solventó con una defensa muy arremangada ante Nunn, un cañonero muy bien esposado. Parker cerró el festival con 15 puntos en un tercer cuarto saldado con un balance de 29-12 para el 59-50 en el marcador.

Un nuevo arreón de Brizuela y la defensa ante Nunn y Sloukas abortaron el intento de reacción del Panathinaikos. Esta vez no sufrió el Barça para conservar la renta con cierta comodidad, y pensar ya en clasificarse para la Copa.