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Luka Dončić: “No hicimos bien nuestro trabajo”

Los Dallas Mavericks se conjuran para cambiar el signo de la final de la NBA contra los Celtics en el segundo partido

Luka Dončić lanza a canasta en el partido de este jueves, ante la oposición de Jrue Holiday.
Luka Dončić lanza a canasta en el partido de este jueves, ante la oposición de Jrue Holiday.CJ GUNTHER (EFE)
Miguel Jiménez
Playoffs NBA - playoffs - jornada 49
Boston Celtics
Boston Celtics
107 89
Finalizado
Dallas Mavericks
Dallas Mavericks

Antes del primer partido de la final de la NBA, el entrenador de los Dallas Mavericks, Jason Kidd, celebraba que su equipo se hubiese impuesto con éxito a los Minnesota Timberwolves, la mejor defensa de la NBA. “Superamos a la mejor defensa, ahora nos toca jugar contra la segunda mejor”, sonaba confiado en referencia a los Celtics. Los de Boston, sin embargo, secaron a los de Dallas, que se quedaron con su anotación más baja de toda la postemporada y salieron derrotados 107-89 en el primer partido de la final de la NBA. “No hicimos bien nuestro trabajo“, resumía Luka Dončić escuetamente.

El escolta esloveno se lamentaba de cómo la defensa hombre a hombre de los Celtics y las continuas ayudas le habían cortado las líneas de pase. Acabó el partido con solo una asistencia, algo insólito para él. Y cuando apretó los dientes y asumió el mismo el protagonismo ofensivo en el tercer cuarto, el entrenador de los Celtics, Joe Mazzulla, puso a Jrue Holiday a secarle, dando paso a otro estirón de los locales que dejó el partido sentenciado.

“Tenemos que centrarnos en el siguiente partido”, decía Dončić en rueda de prensa en el TD Garden tras la derrota. “Creo que tuvimos buenos tiros. Solo que no los metimos. Pero tenemos que ir partido a partido. El primer partido ha terminado. Tenemos que ver la película, lo que hicimos mal, y centrarnos solo en el siguiente”, insistía. El número 77 de los Dallas Mavericks cree que el equipo tiene que volver a jugar como en ese tramo del comienzo de la segunda mitad del partido, donde acortó distancias y estuvo a punto de levantarse de la lona. ¿Qué funcionó ahí? “Creo que en esos momentos estábamos jugando nuestro baloncesto”, contestó. “No les permitimos rebote ofensivo. Nos divertimos en esos momentos, y eso es lo que tenemos que seguir haciendo”, continuó, admitiendo que el equipo se había visto superado en ambos aros la mayor parte del partido.

Irving, pitado en Boston

A la otra pieza ofensiva clave de los Mavericks, Kyrie Irving, le pudo la presión ambiental. Al base no le recuerdan con cariño en Boston, pues creen que en su paso por allí no se esforzó por rendir a su nivel. “Agradezco la experiencia de superar el primer partido”, decía reconociendo que le habían asaltado “un montón de emociones”. Fue silbado desde el calentamiento hasta el final del partido. Cada vez que le llegaba el balón, subían los decibelios en el TD Garden. Y pocas veces pudo callarles con su juego.

“Esta noche no hemos jugado como hubiéramos querido. Empiezo por mí, por ser capaz de salir ahí fuera y asentarme. Tengo que responsabilizarme solo de la comunicación y de salir ahí fuera y acostumbrarme al tipo de ambiente que iba a haber”, reconocía. “Salieron y nos golpearon pronto en la boca. El público se volcó con nosotros. Perdíamos de 17 en el primer cuarto. No es propio de nosotros encajar 37 puntos. Ya nos había pasado antes en los playoffs, pero solo queríamos ponérselo mucho más difícil. Metieron muchos triples”, se lamentaba. “Cuando haces que se pongan en marcha así, juegan muy fácil el resto del partido”, seguía, para conjurarse también para el duelo de este domingo: “Vamos a aprender la lección y prepararnos para un buen segundo partido”, decía en la rueda de prensa, en la que no se mostraba sorprendido por el recibimiento: “Pensé que iba a ser un poco más ruidoso aún, pero espero lo mismo para el segundo partido. La multitud intenta sacarme de mi elemento”.

El entrenador, Jason Kidd, también quería pasar página. “Creo que hay que reconocer el mérito de los Celtics. Hicieron un gran trabajo defensivo, nos lo pusieron difícil. Tuvimos buenos tiros que no entraron. Tenemos que mover el balón, se atascó demasiado. Mejoraremos en el segundo partido”, dijo. “Tenemos que ser mejores. Hay que reconocerles el mérito a los Celtics. Esta noche han estado bien. Pero, de nuevo, tenemos que mejorar. No podemos usar los nervios o no haber estado antes en esta situación como excusa. Solo es baloncesto, y tenemos que ser mejores el domingo”, añadió.

Entrenadores y jugadores de uno y otro equipo reconocieron que Kristaps Porziņģis, que volvía de varias semanas de baja por una lesión muscular, fue el hombre clave del partido. Sus 18 puntos de la primera mitad marcaron la diferencia. Y también participó en la reacción de los Celtics en el tercer cuarto. Para él, la victoria tiene un significado especial, no solo por el regreso de su lesión, sino también por demostrar su valía a los de Dallas, donde no triunfó.

El pívot letón agradecía al público del TD Garden su espectacular recibimiento. “Desde el calentamiento antes del partido y luego al entrar en la cancha, recibir ese tipo de apoyo fue irreal. La adrenalina corría por mis venas y eso definitivamente me ayudó. Obviamente, no fue lo ideal estar tanto tiempo de baja, pero hice todo lo que pude para prepararme mentalmente para el momento de mi regreso, y mereció la pena”, explicaba al acabar el partido.

Su entrenador, Joe Mazzulla, le echó flores: “Estuvo genial en ambos lados de la cancha, en la ejecución defensiva, en el plan de juego, jugando por un puesto en el ataque, siendo físico y haciendo jugadas en ambos lados de la cancha. Creo que ha jugado muy bien y que es el KP que nos ha ayudado a llegar hasta donde estamos hoy”, explicó.

Mazzulla alabó también la mentalidad defensiva del equipo, que logró dejar a Dallas por debajo de los 25 puntos en los cuatro cuartos del partido. Jrue Holiday y Porziņģis tuvieron buena parte del mérito, pero todo el equipo se sacrificó e impidió a los Mavericks desarrollar su juego. El entrenador de los Celtics alabó especialmente a Jaylen Brown, que además fue el máximo anotador del equipo con 22 puntos.

“Lo que se le ha visto esta noche es el reto que se propuso al empezar el año. No querer ser definido por una cosa. Quería ser un jugador completo y mejorar cada vez más”, dijo Mazzulla acerca de Brown. “Normalmente, cuando pierdes una racha y tu ataque se estanca un poco, tu defensa se va con él. Esta noche nuestra defensa nos ha mantenido dentro y eso es muy importante, tener esa mentalidad defensiva. Algunas de esas jugadas que hizo Jaylen fueron parte de eso”, añadió.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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