Por Miguel Ángel Jiménez no pasan los años: de nuevo campeón a los 61

La pasión no entiende de edades, tampoco en el deporte. Si Carlos Soria sube el Aconcagua a los 86 años y Marcelinho Huertas da clases de baloncesto a punto de cumplir los 42, Miguel Ángel Jiménez sigue “pateando culos” a los 61 y este domingo ganó el Hoag Classic, su 15ª triunfo en el circuito estadounidense sénior desde que estrenó su palmarés en 2014. El Pisha partió empatado en la última jornada con el legendario Fred Couples pero cazó un birdie en el hoyo 18 y fue él quien acabó encendiendo el tradicional puro de la victoria y paseando con su mujer en un coqueto descapotable eléctrico.

“La edad está en la mente”, suele repetir Jiménez, y por la suya no pasan los años, sino que continúa con el mismo amor por el deporte que descubrió como caddie, casi el último mohicano de una estirpe que se agota. Son ya 43 victorias profesionales desde finales de los años ochenta, además de dos Ryder y nueve clasificaciones entre los 10 mejores en los cuatro grandes tradicionales en 72 participaciones, seguramente el único broche que se le resistió en una carrera espléndida y cocinada a fuego lento. Muchos de sus éxitos llegaron cumplidos los 40 años, y desde los 50 compite en el Champions Tour, el circuito de los veteranos, feliz de la vida tras su mudanza a la República Dominicana. Este curso suma dos victorias en la competición sénior tras imponerse en febrero en el Trophy Hassan II. Entonces rompió una sequía que se prolongaba casi tres cursos, desde agosto de 2022, pero El Pisha siempre vuelve. En esta etapa sí se ha coronado en dos grandes, The Tradition y el Open Británico de Saint Andrews, ambos en 2018, y por lo visto en estos dos últimos meses aún tiene cuerda para rato.

“Siempre he querido ser como él, tener su filosofía de vida, disfrutar tanto como lo hace mi querido Miguel, pero aún no lo he conseguido”, bromea José María Olazabal, su compañero de generación y de batallas, tan iguales en la pasión por el golf, y tan sacrificados desde jóvenes para abrirse camino, como diferentes en sus maneras de ser, y sin embargo inseparables, dos hermanos. Seguramente es que no hay nadie como El Pisha, el jugador a quien la prensa estadounidense bautizó como “el hombre más interesante en el golf”. Y a los 61, otra vez campeón.