Ana Peleteiro, bronce en triple salto en el campeonato del mundo en pista cubierta

En una esquinita de la mano, haciendo una pequeña curva al lado del pulgar, Ana Peleteiro se tatuó hace tiempo seis letras: Why not. Y cada vez que extiende los brazos como un pájaro mientras mira hacia el foso, la saltadora gallega se repite esa pregunta: ¿Por qué no? La capacidad competitiva de Ana corazón de león Peleteiro siempre acaba llevándole al mismo lugar: el podio de un gran campeonato. En los cuatro últimos Mundiales bajo techo solo ha faltado en uno, en Belgrado, 2022. En los otros tres (Birmingham 2018, Glasgow 2024 y Nanjing 2025) ha sido bronce. Y abriendo el abanico a todas las pruebas internacionales, ya son nueve medallas. Su historia no va solo de lo lejos que ha llegado en el foso, sino, más bien, de qué pocas veces ha fallado. La Pele nunca falla. Tampoco lo hizo en el Cubo de esta enorme ciudad china, donde defendió su puesto en el ranking, lejos de las dos cubanas que dominaron la final, pero también manteniendo a raya a todas las otras rivales, incluida la campeona olímpica.

Ese es el mérito de esta mujer nacida para competir. Una atleta que, pese a no tener las mejores marcas, casi siempre se lleva una medalla. Este sábado tenía muy complicado competir ante las dos cubanas. Sobre todo después de que Leyanis Pérez rozara los 15 metros en el primer salto (14,93m) y su compatriota se fuera por encima de los catorce y medio (14,57m). La rodilla que llegó a hacerle pensar en pasar por alto esta temporada en pista cubierta le impedía hacerles frente. Pero quedaba la opción de sacar lo mejor de ella misma en esta tarde del 22 de marzo. Y lo hizo con cinco saltos por encima de los 14 metros. El mejor, de 14,29m, fue suficiente para derrotar a Thea Lafond, una atleta de Dominica que es la actual campeona olímpica y era la vigente campeona del mundo indoor.

Peleteiro regresa al podio. Una vez más. “No es fácil, y menos hoy. Muchas molestias desde el principio de la competición, luchando todo el rato contra los monstruos. Creo que incluso pequé de novata y debí pasar del quinto para hacer un buen sexto salto, pero quería luchar por más. Sabía que el oro estaba lejos porque me dolía la rodilla, pero creía que la plata la podía sacar”. Why not. Esta medalla de bronce, unida al oro conseguido hace dos semanas en el Europeo de Apeldoorn, en Países Bajos, son una cosecha que aprecia mucho después de unas semanas muy complicadas. “Si me dicen esto hace un mes, jamás me lo hubiese imaginado. Acabo una temporada en pista cubierta que pensaba que no iba a existir con un oro y un bronce, ganándole a la campeona olímpica”.

La medalla de Ana Peleteiro, la segunda que logra con su marido y nuevo entrenador, el francés Benjamin Compaoré, es la primera para el atletismo español en este Mundial de Nanjing. Este domingo se cierra la competición con las últimas opciones, con los tres españoles que se clasificaron para la final de 1.500m: Esther Guerrero, Mariano García y Adrián Ben. Pero también con Josué Canales, que, como hace dos semanas en el Europeo, vuelve a estar en la final de los 800. El pupilo de Carles Castillejo resolvió muy bien la semifinal y se clasificó por puestos después de cruzar la meta segundo por detrás del belga Crestan. Seis atletas en una final donde la mitad de ellos se irán con una medalla. En las semifinales cayeron Álvaro de Arriba y Lorea Ibarzabal, mientras que Marta García, leonesa criada en Palencia, acabó séptima en la final de 3.000 dominada por la etíope Freweyni Hailu, medallista en 800m, 1.500m y 3.000m en los últimos Mundiales. Ana Peleteiro volverá al Cubo de Nanjing a recoger su medalla y a animar a su amiga Fátima Diame, que disputará la final de salto de longitud.