Ana Peleteiro lidera una selección de inconformistas en Nanjing

El atletismo español remata este fin de semana su particular March Madness. Un mes de marzo con su ilusionante campeonato nacional, un notable Europeo y, ahora, de viernes a domingo, un Mundial en miniatura en Nanjing (China). Una competición que se pospuso por la pandemia en 2020 y que ahora ha quedado reducida a objetivo de unos pocos. Muchos de los españoles, incluidos algunos que brillaron en Apeldoorn hace dos semanas, han decidido bajarse del barco y recalcular la ruta hasta Tokio, sede del Campeonato del Mundo al aire libre en septiembre, el bocado más apetitoso de 2025. La selección, una de las más raquíticas de los últimos tiempos, presenta solo a 13 atletas: ocho hombres y cinco mujeres. Una cifra muy similar a la de Reino Unido (13) o Francia (11). Países Bajos, después de arrasar en su Europeo, llega a China con solo seis competidores.

Es una cita para valientes. Para inconformistas. Gente como Ana Peleteiro, saltadora, mujer con lengua de látigo y empresaria, otra vez la proa del equipo nacional. La gallega apenas ha tenido tiempo de guardar la medalla de oro del Europeo en la pequeña Ribeira (A Coruña), donde vive y entrena con Benjamin Compaoré, antes de viajar a Nanjing, una megalópolis de casi 10 millones de habitantes situada en el delta del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo.

El Cubo de Nanjing, el escenario de la competición, congregará a unas pocas estrellas. Los principales alicientes serán comprobar si el pertiguista Mondo Duplantis da otro pasito más hacia los 6,30m; si el mediofondista Jakob Ingebrigtsen volverá a hacer de la proeza cotidianeidad y alcanzará el único título que le falta en 1.500m y 3.000m, algo que solo ha logrado el gran Haile Gebrselassie (1999), o si el vallista Grant Holloway consigue estirar aún más su asombrosa racha de victorias —no pierde bajo techo desde el 16 de marzo de 2014—. Los saltadores Miltiadis Tentoglou (longitud), Thea LaFond (triple) y Yaroslava Mahuchij y Hamish Kerr (altura) completan la lista de siete campeones olímpicos en París que intentarán dar lustre a un Mundial a contrapié. Aunque las medallas de Nanjing valen lo mismo que las de otros Mundiales y está ahí para el que se atreva a ir a por ellas.

Peleteiro no lo ha dudado. Después de una temporada minada, con molestias físicas, inquietantes cambios técnicos y convulsos problemas personales, la vigente reina del atletismo español —ocho medallas en competiciones internacionales— intentará convertir en brasas el invierno y abrazar la primavera con un nuevo título, recogiendo la cosecha que ha dejado Yulimar Rojas, la plusmarquista mundial que afronta el final de su recuperación en Guadalajara. Frente a ella sobresale Thea LaFond, de Dominica, una campeona olímpica y defensora del título que llega con los bolsillos vacíos, sin marca. Las mejores son de las cubanas Leyanis Pérez (14,62m) y Liadagmis Povea (14,57m). Pero la española (14,37m en los Países Bajos) es especialista en crecerse en las finales (sábado, 12.10 horas).

En Apeldoorn conquistó el título europeo y a la mañana siguiente le puso el himno del Celta a su compañera de habitación, a su bestie y casi hermana Fátima Diame. Fati, otra que lidiaba con dolores, un edema óseo que la obligó a cambiar el pie de batida y acortar un paso su carrera de aproximación a la tabla de longitud, no logró la ansiada medalla, pero se quedó cerca y, sobre todo, recuperó la fe. Un impulso para seguir hasta Nanjing. La valenciana aparece quinta en el ranking y todo es posible. El año pasado, en Glasgow, en la misma competición, se colgó la medalla de bronce.

Dos ochocentistas como Mariano García y Adrián Ben lo intentarán en los 1.500m. El murciano, que ya fue campeón del mundo indoor, pero en los 800m, y el gallego, que se quedó fuera del Europeo, apurarán sus opciones en carreras donde puedan imponer su velocidad en la última vuelta. Hay una lista de rivales notable, con Jakob Ingebrigtsen al frente, pero también con el etíope Samuel Tefera, el portugués forjado en Soria Isaac Nader, el escocés Neil Gourley o el irlandés Andrew Coscoran.

Con estos dos españoles en la distancia superior, las opciones del 800m recaen en el joven Josué Canales, que en enero batió el récord de España bajo techo (1m 44,65s) y que en Apeldoorn corrió tres carreras en 1m 45s, meritorio pero insuficiente para subir al podio. En Nanjing no será la prueba más complicada y aparece con la tercera mejor marca de todos.

Sin vallistas ni relevos, no hay muchas más opciones para España en este extraño Mundial. Doce atletas que no han viajado a Nanjing para visitar la tumba del fundador de la dinastía Ming sino para dar un paso importante en sus carreras. Son los 12 rebeldes del atletismo español.