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Para leer
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un mundo extraño y maravilloso

En el libro ‘Crónicas balcánicas’, el periodista Axel Torres narra sus cinco viajes para conocer la realidad del fútbol en Albania y Kosovo

Pedro Zuazua
Crónicas balcánicas de Axel Torres
'Crónicas balcánicas', de Axel Torres.

Decía el filósofo José Ortega y Gasset que “sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender”. Así es como empiezan las pasiones. Algo —puede y suele ser un detalle minúsculo— capta nuestra atención y se convierte en el inicio de un camino que tendrá subidas y bajadas, que hará altos en fondas y en hoteles y que, por encima de todo, permitirá ensanchar la mirada a través del conocimiento de otras realidades. Algo así le sucedió siendo un niño al periodista y experto en fútbol internacional Axel Torres. A su precoz incorporación a la profesión se sumó la atracción que los Balcanes ejercieron sobre la generación europea que crecía en los años 90. Las historias e imágenes de la guerra que asoló la antigua Yugoslavia se reproducían en la prensa mundial, impactando a miles de niños y adolescentes que no sabían lo que era un conflicto armado. A ese drama se le sumó la fascinación por el talento deportivo que la zona exportaba. Las principales competiciones de deportes por equipo incorporaron a aquellos jugadores que huían de la guerra. Su habilidad y espíritu competitivo hizo que, en muchos casos, se convirtieran en ídolos. Aún resonaban los ecos de los temibles Estrella Roja, Partizán de Belgrado o de la Jugoplastika.

Fruto de aquella pasión de infancia, Torres inició en 2013 una serie de cinco viajes al terreno cuyo relato se ha convertido en el libro Crónicas balcánicas (Contra). El objetivo inicial era acercarse a la realidad del balompié en Albania y Kosovo. El resultado final es un texto que va mucho más allá del fútbol: tiene Historia y tiene historias; tiene personajes y momentos cotidianos; tiene el aroma de la ilusión contenida del autor a medida que va descubriendo y conociendo. Elige esos destinos porque apenas se sabe nada de ellos, porque no son sencillos y porque intuye que allí, todavía, se juega por el mero placer de jugar. El libro, que incorpora fotografías de Edu Ferrer y Tomás Martínez, hace una última parada en Serbia y en Bosnia. El viaje completo devuelve al lector a Ortega y Gasset: “todo en el mundo es extraño y es maravilloso para unas pupilas bien abiertas”.

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Sobre la firma

Pedro Zuazua
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el IE. En EL PAÍS, pasó por Deportes, Madrid y EL PAÍS SEMANAL. En la actualidad, es director de comunicación del periódico. Fue consejero del Real Oviedo. Es autor del libro En mi casa no entra un gato.
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