Xabi Fernández, entrenador del Ineos Britannia: “No esperábamos ganar las Round Robin”

Entrenar a Sir Ben Ainslie, uno de los mejores regatistas de la historia, debe ser una experiencia similar a la de enseñar a Michael Jordan a lanzar tiros libres o a Leo Messi a chutar faltas. Pero Xabi Fernández (Ibarra, Guipúzcoa, 48 años), doble medallista olímpico y miembro del equipo técnico del Ineos Britannia (Reino Unido), se lo toma con naturalidad y defiende que a veces el crecimiento no llega por plantear la mejor propuesta técnica, sino por entender qué necesita cada uno en cada momento. “En estas competiciones la gente es mejor que tú y está más en forma que tú”, analiza, “es difícil, evidentemente, pero al final se necesita siempre un poco de dirección, perspectiva y una visión que permite no encabronarse con detalles pequeñitos”, completa alguien de quien se valora en el equipo su gestión humana y serenidad.

Su equipo se enfrenta este sábado al Alinghi Red Bull Racing (Suiza) en el arranque de las semifinales de la Louis Vuitton Cup, la competición de la que saldrá el finalista que se enfrentará en octubre en el Match final al Team New Zealand, el Defensor de la Copa del América que se celebra en Barcelona. Como ganadores de la primera fase, el equipo británico tuvo el privilegio de elegir contrincante y se quedó con el equipo con la peor puntuación en las Roud Robin, la fase inicial. “Ahora la gente dice que por qué no hemos elegido al Luna Rossa (los italianos, finalistas en 2021 y favoritos a retar a los neozelandeses) tras vencerles en las dos regatas previas, pero al final, si llegas a cuartos de final de la Champions League no quieres enfrentarte al Real Madrid”. Y para no ofender a nadie, dice, han elegido “a la Real Sociedad, mi equipo”.

El problema es que esta Real Sociedad del agua llega con el orgullo herido. “Nosotros hubiésemos elegido enfrentarnos al Ineos de haber sido primeros”, respondió Arnaud Psarofaghis, timonel del Alinghi Red Bull durante la rueda de prensa previa a las semifinales. Con menos a perder, Fernández entiende que el equipo suizo quizás será “más agresivo en la salida”. El exregatista español asegura que en esta fase de competición, lo más importante no es ver cómo puede competir el rival, sino cómo se puede mejorar el propio rendimiento. “La verdad es que no nos hemos centrado especialmente en el Alinghi”, comparte. “Vemos sus vídeos y les analizamos, pero estos días nos hemos dedicado a probar algunas cosas que no te atreves a probar durante la regata”, añade.

¿Qué ha pasado para que un equipo que acumulaba demasiados errores en las primeras regatas como el Ineos Britannia venciera finalmente la fase inicial? “Pues muchas cosas”, responde el vasco. “La clave realmente ha sido afinar muchos detalles pequeñitos, y sobre todo navegar mejor. Cuando analizas las regatas en competición, tienes más información que cuando entrenas y la mejora es mayor. Sabíamos que el AC75 tenía potencial, pero siendo sinceros, no esperábamos ganar las Round Robin”.

Fernández vive en su País Vasco natal, pero desde hace meses que está instalado en el barrio del Poblenou de Barcelona, una de las zonas favoritas para los equipos. Se levanta pronto y poco después de las siete de la mañana llega a la base del equipo en bici o en moto. “Tengo una scooter” . Cuando tiene tiempo, se escapa en moto a alguna playa de Sitges o coge su bici de carretera hacia el norte para rememorar su época de juvenil. A pesar de navegar toda su vida, Fernández compitió tres años en un equipo amateur de ciclismo de su tierra. “Fue un impasse”, dice con una sonrisa, “había mucha afición en la zona y competí, pero lo mío era la vela”. No le fue mal: además de un oro y una plata olímpicos sumó tres mundiales en 49er (nombre que proviene de la longitud del casco, de 4,99 metros).

Entró en Ineos como navegante para la Copa del América del 2017 que se celebró en Bermuda, rol que mantuvo en el siguiente ciclo de competición hasta la edición de 2021. No formó parte del equipo definitivo que participó en las regatas y en Barcelona finalmente se puso la gorra de entrenador. “Creo que he tenido la suerte de poder hacer una buena transición”, analiza. “No soy un chaval. La verdad es que me gustaría ser más joven y ser los demás, pero no puede ser. Hay que aceptar las cosas como vienen, y estoy contento con mi rol en el equipo”.

Su papel como entrenador poco se parece al de los técnicos que le acompañaron durante una carrera. El equipo cuenta con dos responsables más: Rob Wilson y Ian Williams. Este último se dedica a analizar las salidas (la fase más importante de la regata porque es muy difícil adelantar), mientras que el primero y Fernández sitúan su mirada en la técnica de navegación. “Lo nuestro es el manejo del barco y la optimización de la navegación”, concreta. Y en la era del Big Data, y más en la Copa del América, todo lo que ocurre en el mar se traduce en un ordenador. “Ahora no puedes razonamientos por sensaciones y sin datos que te sostengan”, señala. “Con los regatistas compartimos ideas y discusiones sobre las mejoras. Y a veces necesitas comprobar los datos para corroborar tu percepción. Ha cambiado mucho”.