Mondo Duplantis y Femke Bol, el músculo del atletismo continental en Roma

Cuando Jakob Ingebrigtsen salte a la pista el miércoles a las 22.26h para la final de los 1.500m, no habrá quien no caiga en la tentación de recordarle al campeón olímpico que esa pista exige un respeto, que en ese lugar, Juegos Olímpicos del 60, cuando la pista era de ceniza aún y las tribunas estaban descubiertas, un tal Herb Elliott, un australiano insolente, convirtió en obra de arte irrepetible la final de la distancia reina, 3m 35,6, récord del mundo y la sensación de que después de eso nadie volvería a ver el mundo, o la vida, igual.

El estadio olímpico de Roma y sus aires desastrados pese a su brillante nueva pista de sintético azul impone, obliga a las estrellas a estar a la altura. Roma fue también ya escenario de los Europeos del 74, los de la España de Mariano Haro y Carmen Valero, y la gran tradición del relevo 4 x 100, y de los Mundiales del 87, los del primer gran duelo Ben Johnson-Carl Lewis y los apaños del entonces presidente de la IAAF Primo Nebiolo con el saltador de longitud Giovanni Evangelisti, el del falso salto trucado de 8,38m. Y en 2024 se espera que sobrevuelen el calor y el amor de la afición nueve campeones mundiales de Budapest 2023 y 12 campeones olímpicos de Tokio 2021, liderados por el increíble Mondo Duplantis, el pertiguista sueco doble campeón de Europa, doble campeón mundial y campeón olímpico. “Estoy bien, estoy motivado, y sé que en los brazos y en las piernas tengo un nuevo récord del mundo”, dice el atleta, actual plusmarquista mundial con 6,24m, que en sus dos últimas competiciones ha intentado y rozado los 6,25m. Y recuerda que en Roma, hace cuatro años, ya fijó en 6,15m la mejor marca del mundo al aire libre. “Aunque no lo haya conseguido en cada competición he podido recoger informaciones muy importantes para seguir mejorando técnicamente”. Mondo, indudable campeón olímpico en París si no se lesiona, hará pareja con él la maravillosa vallista neerlandesa Femke Bol, campeona mundial de 400m vallas, diosa del ritmo y pasos contados entre vallas, que en su único mitin veraniego ha corrido en 53,07s. Con ser extraordinaria, Bol no es única en el mundo, y el mundo del atletismo contiene la respiración esperando su duelo en París con la actual campeona olímpica, norteamericana Sydney McLaughlin, quien tras un año 23 en blanco ha regresado a las pistas con una marca de 52, 70s. Un duelo similar espera para entonces al noruego Karsten Warholm, quien batió el récord del mundo al ganar el oro en Tokio (45,94s), con el brasileño Alison dos Santos. Pero llegará allí seguramente con otro oro europeo.

Completan la lista de estrellas los campeones olímpicos italianos Gianmarco Tamberi (salto de altura), y Marcell Jacobs (100m, campeón olímpico y mundial), el mediofondista noruego Jakob Ingebrigtsen, el saltador griego Miltiadis Tentoglou, la saltadora ucrania Yaroslava Mahuchikh, los lanzadores de disco Daniel Stahl (sueco, doble campeón mundial y campeón olímpico) y Mykolas Alekna (lituano, reciente recordman mundial, 74,35m), y la heptatleta británica Katarina Johnson Thompson.

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