La Federación Catalana de Fútbol sufre el robo de documentación sobre el ‘caso Soule’, que hizo caer a Villar
La entidad denuncia la desaparición de una caja fuerte y asegura que los ladrones “conocían perfectamente” las instalaciones. Hace dos semanas que el director general federativo recopilaba documentación a instancias de la justicia
La Federación Catalana de Fútbol (FCF) ha comunicado este jueves que el pasado 31 de diciembre sufrió el robo de documentación confidencial vinculada al ‘caso Soule’, la operación judicial que investiga tramas de corrupción federativa y que hizo caer en 2017 al expresidente de la Federación Española (RFEF), Ángel María Villar, del cargo. La entidad catalana asegura que los ladrones conocían “perfectamente” las instalaciones y la “disposición de los despachos y quién trabaja en ellos”. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación.
El asalto ocurrió la noche de Nochevieja y se realizó con el método del butrón para acceder a la sede, en la segunda planta del inmueble ubicado en la calle de Sicilia de Barcelona. Los ladrones hicieron un agujero en la pared, cortaron el subministro eléctrico y evitaron que la alarma funcionara con normalidad. Una vez dentro, registraron el mobiliario de las áreas de Presidencia, Dirección general y Contabilidad; y también removieron el despacho de Competición, que hasta hace poco era el despacho del exjefe de Administración, jubilado hace menos de un año. “Todo ello indica que conocían quién trabajaba en cada espacio”, insistes fuentes de la FCF. Ahora falta una caja fuerte y documentación del ‘caso Soule’. La acción criminal pasó inadvertida hasta el día 2, cuando el conserje del edificio vio los desperfectos y dio la voz de alarma. Los destrozos impidieron realizar la actividad habitual diaria, aunque el motivo esgrimido por la federación fue inicialmente “una incidencia eléctrica”.
El robo de los documentos toma especial relevancia porque el director general de la FCF, José Miguel Calle, estaba recopilando desde hacía pocas semanas a requerimiento de la Audiencia Nacional información sobre las obras que la entidad realizó en la sede federativa de Cornellà, una de las cuestiones investigadas por presuntos desvíos de fondos entre la federación española y la catalana durante el mandato de Andreu Subies al frente del organismo catalán (2011-2018) coincidiendo con el de Villar en la federación nacional (1988-2017). “Los ladrones no se llevaron otros elementos de valor como ordenadores o televisores, sino la caja fuerte y estos documentos”, remarcan las fuentes de la FCF. La entidad, en todo caso, subraya que existen copias de todo el contenido. “Se podrá entregar todo al juez instructor”.
El caso Soule es una macrooperación judicial que se inició en 2016 en el que ponía el foco en los supuestos tratos de favor que Villar hizo a dirigentes territoriales para garantizarse su continuidad en el cargo. El expresidente de la federación y su hijo fueron detenidos en 2017; y Subies, entonces vicepresidente económico de la RFEF, en 2018, junto al exdirectivo de la catalana, José Contreras Arjona, empresario e íntimo de Villar, que falleció en diciembre de 2022.
Entre otros supuestos beneficios, el juez investigó la adjudicación de unas obras a Contreras a través de sociedades que operaban en el entorno de la federación catalana y que, además, eran financiadas indirectamente por la federación española que regentaba Villar. Una denuncia anónima que llegó a la Fiscalía Anticorrupción pocos días después de la detención de Villar, señaló supuestos sobrecostes en las obras de remodelación realizadas en 2014 en la sede de la FCF, ahora asaltada. Según la denuncia, aquellos trabajos de reforma fueron adjudicados a la inmobiliaria Tastavins, propiedad del empresario José Contreras, por un importe de 518.702 euros. Ese importe fue abonado por la RFEF entonces encabezada por Villar; y Tastavins subcontrató los trabajos a una constructora por menos de la mitad de ese importe (239.000 euros). El resto del importe pagado fue supuestamente desviado a pagar otros trabajos, como un restaurante de Cambrils (Tarragona) en el que figura como administradora la esposa de Subies.
Villar fue destituido en diciembre del 2017 de la presidencia de la RFEF por el Tribunal Administrativo del Deporte; y Subies dimitió de la vicepresidencia en marzo del 2019, a pesar de haber obtenido inicialmente el respaldo de Luis Rubiales, sucesor de Villar en el cargo federativo.
No parece haber manera de encontrar la paz en la federación catalana. La entidad tuvo que repetir en febrero del 2023 las elecciones celebradas meses antes, en mayo del 2022, por “irregularidades” en varios puntos de la votación, según dictaminó el Tribunal Catalán del deporte (TCE, por sus siglas en catalán), en las que volvió a ganar Joan Soteras, que sucedió a su vez a Subies. El actual presidente se ha tenido que defender durante su mandato de las acusaciones que le señalaban por haber contratado a familiares para algunas actividades; y de haber consultado ilegalmente los correos electrónicos del exjefe de compras y el exdirector de servicios jurídicos de la entidad.
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