El carnaval Messi aterriza en Los Ángeles y vence al LAFC
El Inter Miami logra doce partidos sin derrota. Jordi Alba anota su primer gol en la MLS ante el equipo de Carlos Vela
Caminando rumbo al estadio de Los Angeles Footbal Club (LAFC), en el corazón de la ciudad angelina, Silvia Goldman daba a su amigo Jeff Rusk un tan breve como veloz curso para principiantes sobre Lionel Messi. Contaba esta neoyorquina el camino de redención que hizo el jugador con la selección argentina hasta convertirse en campeón del mundo hace unos meses. De su paso estelar por el fútbol europeo y el Barcelona, la ciudad donde Goldman estudió su maestría y se aficionó a este deporte. Para cerrar, resumió el culebrón veraniego que hizo que el mejor jugador del mundo abandonara París, dijera no al dinero de los saudíes y aterrizara en Miami.
-”Oh, ¿es tan bueno?”, respondió Jeff, quien a sus 26 años acudía al primer partido de fútbol en su vida enfundado con la camiseta rosa del Inter de Miami.
Jeff ha vivido esta noche su ritual de iniciación a una religión mundial con un triunfo de Miami 1-3. Ya dentro del estadio BMO, había algo de solemnidad en el ambiente. A pesar de ser visitante y de su baja posición en la tabla en la MLS, Miami logró tener una gran representación en las gradas con camisetas del equipo, albicelestes y del Barcelona. Todo por el fenómeno que ha causado Messi. Para algunos, estar esta noche aquí era similar a haberse sacado la lotería. Alexis Escobar contaba al servicio en español de Los Angeles Times que había pagado 12 dólares por las entradas. Esto porque las compró antes de que se anunciara el fichaje que revolucionó el fútbol en Estados Unidos. Cuando se supo que Messi había elegido la MLS, los precios se dispararon. El billete más barato este domingo ascendía a 900 dólares. Hay gente que pagó más de 3.000 dólares por ver al argentino.
Los aficionados angelinos recibieron a los equipos levantando las bufandas color negro y oro. Sonaba en el campo Ecstasy of gold (Éxtasis del oro), el tema que Ennio Morricone compuso para El bueno, el malo y el feo. El momento llegó mientras el sol se ponía y daba un tono dorado a los edificios del centro de Los Ángeles, que sirven de telón de fondo al estadio BMO. Era un atardecer hollywoodense en una ciudad que mostró su músculo de celebridades. El príncipe Enrique de Inglaterra, Leonardo DiCaprio, los actores Toby McGuire y Owen Wilson, el cantante de Oasis Liam Gallagher y las estrellas de los Dodgers, entre varias estrellas más, veían el partido desde los palcos de un estadio abarrotado.
Messi no defraudó en su rol de antagonista. En los primeros minutos del segundo tiempo, recibió en el centro del campo un balón de Sergio Busquets. Apenas con un par de movimientos vio cómo Jordi Alba despuntaba sobre la banda izquierda y le lanzó un enorme pase. Alba se encontró solo frente al portero, el irlandés John McCarthy y disparó el balón cerca del poste izquierdo. De esa forma, Alba anotó su primer gol desde su llegada a la MLS, el 20 de julio pasado, cinco días después que Messi. El argentino hizo su primera asistencia de la competencia regular. El público vio lo que estaba esperando: los tres antiguos jugadores del Barça haciendo un poco de la vieja magia que hipnotizó a miles por tantos años.
El argentino Facundo Farías había abierto el marcador para Miami al minuto 15 del primer tiempo. Lo hizo sorprendiendo a todos después de que Los Ángeles llamara a la puerta del Inter con insistencia, pero sin poder convertir. Farías alcanzó el balón en una larga carrera por la banda derecha. El delantero se barrió para sacar un disparo cruzado al poste izquierdo al que McCarthy no llegó. El tanto le añadía algo de imprevisto a la noche y cambiaba la narrativa del inicio del juego, que daba como claro favorito al número 3 de la conferencia Oeste frente al equipo en la posición 14 del Este. El ecuatoriano Leo Campana anotó el tercero para los visitantes. Miami ha sacado esta semana siete de nueve puntos disputados. El gran momento que vive el Inter será puesto a prueba el 16 de septiembre, cuando el equipo se enfrente a Atlanta sin Messi y otros ocho jugadores más que han sido convocados por sus selecciones.
Una de las sorprendidas esta noche fue la cantante Selena Gomez, a quien las cámaras del estadio capturaron boquiabierta después de un remate que Messi falló dentro del área. El argentino jugó los 90 minutos en una ciudad a la que llegó para brillar. Su guardaespaldas, Yassine Cheuko, un exintegrante del grupo de élite de la Armada de Estados Unidos, tuvo incluso un momento estelar capturando a un aficionado vestido con la camiseta del Barcelona que saltó a la cancha para dar un abrazo al mediocampista. Cada vez que el argentino lanzaba un tiro de esquina, el número de elementos de seguridad se multiplicaba en el córner. Antes de pegarle al balón, el número 10 de Miami saludaba a las gradas, de donde salía un “¡Lio! ¡Lio! ¡Lio!”.
Ni siquiera los jugadores del LAFC se resistieron tras el silbatazo final a la gran celebridad que los visitó. McCarthy, quien encajó hoy tres goles e hila dos derrotas consecutivas, le pidió a Messi, su verdugo, la camiseta. El defensor italiano Giorigio Chiellini detuvo a Messi unos minutos tras la derrota para pedirle al astro que se tomara una fotografía junto a sus hijas. Las niñas, vestidas con la camiseta negra del equipo local, que su padre viste desde el año pasado, apenas podían creen lo que estaba sucediendo mientras Chellini tomaba la fotografía. “Es muy difícil describir con palabras lo que Lio ha provocado con su llegada a la MLS y en las ciudades que hemos visitado”, dijo el entrenador de Miami, Gerardo Tata Martino, al final de la noche.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.