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El mayor tiroteo del Madrid al Barça: por qué el clásico de Dallas es buena y mala noticia para Ancelotti

Los blancos consiguieron tirar más que nunca a los azulgrana (29 veces, cinco de ellas al palo), pero no lograron marcar y sufrieron una goleada (3-0)

Vinicius Real Madrid
Vinicius, ante Dest en el clásico del sábado en Dallas.Jeffrey McWhorter (AP)
David Álvarez

El Real Madrid acababa de perder 3-0 contra el Barcelona, pero Carlo Ancelotti apareció más tranquilo cuando cayó 3-1 en la final de la Supercopa de España, o cuando perdió 0-4 en el Bernabéu. Todas esas derrotas sucedieron con Xavi Hernández en el banquillo rival, pero la del sábado en Dallas contiene algunos ingredientes únicos que aliviaron el resquemor, pero que también pueden resultar preocupantes: “El resultado es lo menos importante. Nos duele, porque nos duele perder, pero me quedo con las cosas buenas que hemos hecho”. Algunas no habían sucedido nunca.

Como los cinco balones a los palos, tres de ellos de Vinicius. “Es bastante raro cinco postes en un partido. Creo que nunca me ha pasado”, dijo el italiano. Y era cierto. Ni a él ni a casi nadie. Los registros de Opta de la Liga y la Champions, que se remontan a la temporada 2003/04, solo contienen tres casos: el Betis al Anderlecht en 2005, y el Barça al Betis y al Deportivo en la Liga, en 2015 y en 2017,

Los cinco palos suponen también algo así como una frontera del infortunio. En las cinco grandes ligas europeas, Opta solo conoce un caso en el que se produjeran más tiros a los postes (6): en mayo de 2007, en el Eintracht Frankfurt-Aachen en la Bundesliga.

Más allá de los tiros a la madera, el clásico de Dallas dejó otros síntomas de que Ancelotti parece estar construyendo un sistema que permita atacar y generar ocasiones pese a no disponer de un nueve titular del fuste de Karim Benzema. Al mismo tiempo, el reverso de esos síntomas es la inquietud de generar y no encontrar la efectividad de un punta del fuste de Karim Benzema.

El Madrid sumó 29 remates contra el Barcelona, 17 de ellos desde dentro del área. No se registraba un tiroteo similar en un clásico desde el 1 de abril de 2006 en el Camp Nou. Aquel día los azulgrana chutaron 35 veces para terminar 1-1, con goles de Ronaldinho y Ronaldo Nazario.

Entre la montaña de remates del clásico de Dallas, el Madrid encontró ocasiones que, según el modelo de Opta, valían 3 goles esperados. Esta métrica resulta relevante porque detecta el peligro que genera un equipo dejando a un lado el acierto, que depende más del azar que las estructuras de juego que conducen a producir el peligro. Al mismo tiempo, cifras altas de goles esperados sostenidas y bajas de goles suelen apuntar a carencias entre los rematadores. Las conclusiones de un único partido no son determinantes, pero sí puede resultar indicativo revisar el historial de acierto de los futbolistas que se vieron el sábado ante las mejores ocasiones, aquellas de más de 0,10 goles esperados, es decir, las que terminan en la red un 10% de las veces.

Si se toma el balance de las últimas cinco temporadas ligueras, Vinicius, Carvajal, Rodrygo, Joselu y Bellingham han marcado menos de lo previsto por el modelo. Solo Fede Valverde acertó más, algo que también alcanzó Karim Benzema en sus últimos cinco cursos. Como lo hicieron Messi, Neymar, Haaland, Kane, Osimhen y Mbappé, por ejemplo.

En Dallas, Ancelotti no quiso quedarse enganchado en la falta de puntería de una noche, sino que se fijó más en la estructura que le permitió a su equipo crear peligro y controlar el partido. Esto lo consiguió con dos fórmulas. De inicio, la de los jóvenes, que dijo que quería probar, dejando fuera del once a Kroos y Modric, algo que solo ha sucedido en 37 de los 510 partidos oficiales que ha jugado el Madrid con ambos en la plantilla, el 7,25%. Con Tchouameni, Valverde, Camavinga y Bellingham en el centro, el Madrid terminó la primera parte con más pases que el Barça: 266 por 231. Al principio del segundo tiempo, los azulgrana recobraron el control, y llegaron a acumular 338 pases por 314 de los blancos. Pero entraron Kroos y Modric y la proporción se volteó (498 por 458). Además, casi uno de cada tres pases del Madrid (146) fueron en el último tercio por uno de cada cinco (91) de los de Xavi. Pero acertó el Barça, y no atinó el Real, pese a un tiroteo nunca visto en un clásico.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

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