El Gobierno nombra a Víctor Francos presidente del Consejo Superior de Deportes

José Manuel Franco dimitió como secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes, cargos incompatibles con su candidatura al Senado por Madrid en las listas del PSOE en las elecciones del 23 de julio, y en su lugar el Consejo de Ministros nombró a Víctor Francos, hasta ahora secretario general del Ministerio de Cultura presidido por Miquel Iceta.

Francos (Barcelona, 1979), un abogado forjado políticamente en Barcelona en el PSC, llegó a Madrid como hombre fuerte de Salvador Illa en el Ministerio de Sanidad, donde fue director de Gabinete. Su capacidad política, de gestión y trabajo brilló junto a Illa en los meses más duros de la pandemia y el confinamiento, en 2020, en los que prácticamente pasaba las 24 horas del día en las oficinas de la Moncloa. Regresó a Cataluña para dirigir la campaña electoral de Illa a la Generalitat con el compromiso de regresar después al Gobierno central. En poco tiempo se convirtió en la mano derecha de Miquel Iceta, con quien fue secretario de Estado en el ministerio de Política Territorial y Función Pública antes de llegar a Cultura. Es el cuarto presidente del CSD bajo los gobiernos de Pedro Sánchez tras Irene Lozano, María José Rienda y José Manuel Franco.

Una situación similar a la que ha precedido la llegada de Francos a la presidencia del deporte español se produjo en mayo de 2011, cuando Jaime Lissavetzky dimitió para presentarse candidato a alcalde de Madrid. Le sustituyó su director general, Albert Soler, que estuvo en el cargo hasta las elecciones generales de noviembre de 2011, ganadas por el PP de Mariano Rajoy. Le sustituyó Miguel Cardenal. Soler regresó al CSD como director general con José Manuel Franco, cargo del que dimitió hace unos meses.

En sus dos años y tres meses al frente del deporte español, José Manuel Franco ha tratado de buscar el equilibrio entre los poderes económicos representados por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, Javier Tebas, presidente de LaLiga, y el poder emocional de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol. Durante su mandato se han aprobado las nuevas leyes de Dopaje y del Deporte, cuyo desarrollo reglamentario, aún incipiente, se verá frenado si tras las elecciones del 23 de julio Pedro Sánchez no puede formar gobierno. Ha trabajado las políticas de inclusión e igualdad de género y ha aumentado las ayudas a las federaciones gracias a la entrada de fondos europeos y ha impulsado la profesionalización del fútbol femenino.

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