Denver se lleva el segundo de la serie con un explosivo último cuarto ante los Lakers

En varios momentos del segundo partido de la serie, los Lakers parecían haber hallado la receta para anular a Nikola Jokić. El equipo parecía decidido a descarrilar al pívot serbio, quien ha registrado un triple doble en casi todos sus partidos de playoffs de la actual campaña. Una doble marca lo mantuvo a raya durante varios minutos, pero Jokić logró desencadenar otra noche de baloncesto que es una auténtica pesadilla para sus rivales. Aunque los Lakers neutralizaron por momentos al europeo, se han dado cuenta de que Jamal Murray es otro obstáculo en su camino a un nuevo anillo. El base canadiense fue clave en el triunfo 103-108 de Denver. Anotó 23 de sus 37 puntos en el último cuarto, lo que ha colocado a los Nuggets a dos victorias de su primera final de la NBA.

Darvin Ham, el entrenador de los Lakers, dijo el martes que no le preocupó el desempeño de su equipo en el arranque de la final del Oeste. Jokić anotó entonces 34 puntos. Entre los ajustes que Ham hizo para esta noche estuvo una doble marca con Anthony Davis y Jarred Vanderbilt que redujo espacios al serbio. Este solo tuvo cuatro tiros a la canasta en el primer cuarto, que finalizó igualado con 27 puntos por bando. Los Nuggets perdieron cinco balones en el periodo (15 en todo el partido frente a 12 de los Lakers). Al reforzar la guardia sobre el pívot, otro jugador tuvo espacio suficiente para brillar. Fue el canadiense de 26 años, Jamal Murray, quien está en plan de venganza después de que una lesión contra Golden State lo orillara a perderse toda la temporada 2021-2022. Esta noche registró 37 puntos y encestó seis de 14 triples.

La dinámica del segundo choque fue opuesta al primer partido. Denver controló la gran mayoría del juego del martes hasta que el cierre de los Lakers los hizo rozar la remontada. Ahora fueron los de Lebron James quienes impusieron sus condiciones gracias a sus coberturas defensivas y a una valiosa colaboración de la banca de Rui Hachimura. El jugador de origen japonés tuvo una primera mitad soñada encestando los siete tiros que hizo dentro del área y uno de dos triples. Marcó 17 de sus 21 puntos de la noche en los dos primeros cuartos. James, en cambio, cerró la primera mitad con 10 puntos (hizo 22 en la noche) y Austin Reaves con nueve (terminó con 22).

Anthony Davis, un jugador fundamental para que los Lakers repitan el anillo logrado en la burbuja de Orlando, tardó en carburar. Ha brillado defendiendo la pintura propia con tres tapones y 13 tableros, pero había dejado qué desear en la ofensiva. Encontró ritmo en la segunda mitad, donde registró 11 de sus 18 puntos. En el primer juego, Davis y Lebron anotaron 66 puntos en conjunto. Este jueves fueron 40.

Pero los Lakers, quienes llegaron a tener una ventaja de once, cometieron varios errores que evitaron ampliar la diferencia. James perdió un balón en el aire mientras se preparaba para uno de sus impresionantes mates. Fue un desenlace anticlimático para una jugada que había comenzado con un robo y cogió velocidad con un contraataque encabezado por la estrella del equipo. Más adelante, Davis perdería un balón en la pintura enemiga cinco puntos abajo con un minuto por jugar. El error fue subsanado por Reaves, la sensación de Arkansas, quien encestó un triple segundos después.

La actuación de Murray impulsó la victoria de Denver, que vino de menos a más. El equipo local mostró su letalidad de la línea de tres, una receta que fue eficaz para Golden State en la serie contra los Lakers. Este jueves, los Nuggets metieron siete triples en el último cuarto. Cuatro de estos salieron de las manos de Murray, quien jugó 42 minutos con un ritmo intenso. Su actuación fue tan aplastante que logró eclipsar a Jokić, quien no anotó una sola canasta en el capítulo de cierre. Esto no evitó que el serbio extendiera su marca ganadora en los playoffs. Logró su décimo tercer triple doble en postemporadas con 23 puntos, 17 rebotes y 12 asistencias. El dos veces MVP parece imparable. Los Lakers tendrán que mostrar el sábado en casa que tienen las herramientas para frenarlo. No basta con él, también hay que desactivar a Jamal Murray.

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