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El Real Madrid se adentra en la boca del lobo

El equipo blanco visita al Partizán, la pista con más afluencia de la Euroliga, con un 0-2 en contra y en un encendido ambiente en Belgrado tras la pelea del WiZink

Stark Arena
El Stark Arena, en marzo en el Partizán-Olympiacos.OLIVER BUNIC (AFP)
Juan Morenilla

De la batalla del WiZink a la caldera de Belgrado. La serie de cuartos de la Euroliga entre el Real Madrid y el Partizán pisa este martes (20.30, Dazn) la pista del Stark Arena de la capital serbia en una situación crítica para el conjunto blanco, con un 0-2 en contra que nadie ha remontado nunca en la historia de la Copa de Europa, y sobre todo bajo un ambiente muy encendido después de la pelea entre jugadores de los dos equipos el jueves pasado en el pabellón madridista. El intercambio de puñetazos avergonzó al mundo del baloncesto y se saldó con 50.000 euros de multa para cada club y un parte de sanciones que afecta a cada plantilla: cinco partidos de suspensión a Yabusele, que volteó violentamente a Exum con una llave de yudo que lesionó al escolta australiano; dos partidos a Kevin Punter, que se encaró con Llull tras la falta antideportiva del capitán en el origen de los altercados y luego sacó el puño a pasear; y un partido a Deck y a Lessort, que también hicieron de púgiles en el ring del Palacio.

Pese al arrepentimiento de los protagonistas y los intentos por ambos bandos de serenar los ánimos, el Madrid se adentra este martes en la boca del lobo, la grada más caliente de Europa. La pista del Partizán ha registrado la mayor afluencia de espectadores durante la fase regular de la Euroliga: 17.763 aficionados por noche, por los 14.801 del Zalgiris, un listado en el que la cancha blanca ocupa el décimo lugar con 7.625 hinchas por cita. Como local, el conjunto que dirige Zeljko Obradovic ha amasado 12 de sus 20 victorias en la liguilla, por cinco derrotas. En Belgrado sucumbió el Madrid (104-90) y hasta el líder Olympiacos (90-75). El Barça arañó un triunfo por 80-89. Para el duelo, todas las entradas se agotaron rápidamente y el Stark Arena rozará los 20.000 espectadores en un clima de alta tensión. Cientos de seguidores del Partizán ya recibieron al equipo el viernes de madrugada en el aeropuerto de Belgrado después de la segunda victoria en los cuartos, cerrada con la vergonzosa pelea y 21 descalificados. La hincha rodeó y coreó a Punter, Exum y al maestro Obradovic. El tercer encuentro de la serie comenzaba a jugarse.

La Euroliga ha puesto el foco en la seguridad en el encuentro y ha enviado a Belgrado a uno de sus hombres fuertes, el director deportivo Ibrahim Erkan. Todo el baloncesto europeo mira lo que sucederá en Serbia tanto dentro como fuera de la pista. “El ambiente allí es de mucha animación, te hacen dudar porque no es fácil jugar con tanta gente, tan cerca, tan metida en el partido y que vibra tanto con sus jugadores. Nosotros solo pensamos en el baloncesto”, explicó este lunes el entrenador blanco, Chus Mateo. “No viajamos con miedo. Vamos a jugar un partido, con esa mentalidad vamos. No va a pasar nada”, añadió. Obradovic, como inmediatamente hizo tras la pelea, volvió a echar agua al fuego: “Mi gran deseo es que la afición cree el ambiente que ha tenido todo el año y que todo sea justo y deportivo. Quiero que todo salga como debe y que el Madrid se sienta a gusto aquí”. Aunque también hay quien atiza la hoguera. Dylan Ennis, jugador del Galatasaray y que militó en el Estrella Roja de Belgrado, advierte: “Ruego que el Madrid entre en Serbia con la Guardia Nacional. Rezo por todos ustedes”.

Deportivamente, las bajas dibujan un nuevo escenario. El Madrid ve golpeado su juego interior por las ausencias de Deck, que puede actuar de cuatro, y del titular en esa posición, Yabusele, aunque ha viajado con Tavares, que se perdió el segundo choque por un golpe en la rodilla izquierda, y con Poirier, que reapareció el jueves tras su operación de apendicitis hace tres semanas. En el Partizán, Obradovic pierde con el castigo a Punter al hombre que fulminó a los blancos en el primer duelo con 26 puntos y un triple a falta de cuatro décimas. También cede por dentro sin Lessort, aunque recupera a Exum tras el placaje de Yabusele. Para el Madrid, un himalaya. Un 0-2 en contra, Belgrado de uñas y Obradovic enfrente. El técnico ganador de nueve Copas de Europa ha superado 20 de las 21 eliminatorias europeas que ha disputado (solo cedió con el Panathinaikos en 2006 ante el Baskonia). Los blancos necesitan una gesta en un campo minado.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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