El Liverpool se desploma a dos semanas de recibir al Real Madrid
Los ‘reds’ son un equipo deprimido que acumula cuatro derrotas en los seis partidos de Premier disputados tras el parón por el Mundial
Al final de la primera parte en Wolverhampton, sentado en el banquillo, abatido, con la mirada perdida, Jürgen Klopp era la bandera del Liverpool, un equipo deprimido que se encaminaba a su cuarta derrota en los seis partidos de Premier disputados tras el parón por el Mundial, un tiempo de apenas poco más de un mes en el que los reds se han quedado también fuera de la Copa y de la Copa de la Liga.
A poco más de dos semanas de encontrarse con el Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Champions, el rival de los blancos está herido. La gran apuesta del mercado estival, el charrúa Darwin Núñez, ya hace tiempo que ha demostrado que está por debajo de la exigencia de un grande de Europa. A la del invierno, el holandés Cody Gakpo, aún se le espera. En 500 minutos de juego en tres partidos de Premier y tres de Copa no ha logrado marcar. Mohamed Salah es prisionero de la atonía. Firmino y Diogo Jota están lesionados. Luis Díaz también y se cuenta con él, como pronto, en marzo. La derrota (3-0) ante los Wolves puso el foco en los dos centrales. Matip se metió el primer gol en propia meta. El segundo llevó la firma de un deficiente despeje de Joe Gómez. Van Dijk se esfuerza para recuperarse de una dolencia muscular que en su día Klopp calificó como “dura”. Quiere estar el día 21 ante el Madrid en Anfield, en un nuevo litigio entre los finalistas de la Champions de 2018 y 2022. Las dos veces el inmenso zaguero holandés se fue derrotado.
El Liverpool perdió en Wolverhampton, donde el cuadro local suma tres victorias en seis partidos con Lopetegui al mando. Apenas superados los diez minutos de partido el técnico vasco ya había festejado dos goles. El decaimiento de Klopp antes del descanso fue el preludio de un retorno codicioso. Por momentos pareció volver aquel equipo burbujeante que percutía y percutía. Pero una contra le mató y el técnico alemán volvió a recostarse pesaroso en el banquillo mientras la afición local jaleaba con olés cada toque de balón de sus futbolistas. En los tres últimos minutos de partido le negaron el esférico al Liverpool, que corrió tras él preso de la impotencia. Le falta vuelo al equipo, que avanza rasante por el ecuador de la tabla de la Premier, décimo clasificado, a la espera de una resolución a un proceso de venta abierto por sus propietarios norteamericanos que abra la vía para el necesario refresco del plantel.
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