Jornada 20 de la Liga | Horarios, resultados de los partidos y resumen
El Barcelona amplía su ventaja sobre el Real Madrid en la primera fecha de la segunda vuelta
Estos son los partidos de la jornada:
Rayo Vallecano-Almería (2-0)
El Rayo Vallecano sigue soñando con disputar competiciones europeas la próxima temporada. Los de Iraola ya son quintos en la clasificación tras vencer este lunes (2-0) al Almería en el último partido de la jornada. El conjunto andaluz salió mejor al choque y dispuso de varias oportunidades en la primera mitad, pero esto fue solo un espejismo, ya que los vallecanos se hicieron rápido con el control del partido y comenzaron a inquietar la meta de Fernando con un fútbol rápido y vistoso. En la segunda mitad, el Almería decidió echarse atrás y se plasmó la superioridad local con los goles de Rodrigo Ely en propia puerta y de Álvaro García. El primero llegó en un saque de esquina, un arma que el Rayo lleva rentabilizando toda la temporada. El segundo fue un tanto histórico, ya que es el gol más rápido de un jugador que entra al terreno de juego: solo habían pasado 19 segundos desde la entrada de Álvaro García por Andrés Martín. En el Rayo todo son buenas noticias (redebut de R.D.T. incluido), mientras que el Almería sigue metido en una lucha por la permanencia con muchos equipos implicados y máxima igualdad. Informa Víctor Delgado.
Girona-Valencia (1-0)
El Girona se divirtió con el Valencia en Montilivi. Solo la actuación, una más, de Mamardashvili, impidió que el equipo de Voro se llevara una saca de goles. El relevo en el banquillo no surte efecto en este Valencia en caída libre, que necesitaba refuerzos en el mercado de invierno y su propietario no los ha traído, escudado en el control económico. El Girona se escapa cinco puntos sobre el descenso, mientras que el Valencia, confuso y sin respuestas, sigue nada más a un punto del abismo. Mamardhasvilli pudo sostener al Valencia hasta que entró Riquelme al campo a la hora de juego. En su primera acción, el madrileño controló con el hombro un balón picado al área para regalarle el gol a Borja García. Informa Salva Folgado.
Mallorca-Real Madrid (1-0)
De un partido áspero sacó petróleo el Mallorca, equipo jabato. Un encuentro con mucha lija, desesperante para el Real Madrid, extraviado en numerosas refriegas y sin más recurso que una batería de pelotazos al área en el tramo final. Un Real arrestado por un adversario gremial, con tonelaje, que se maneja como casi nadie en las barricadas. Y que tiene un jugador bandera: Muriqi. Él es el póster de este Mallorca. Opera en la periferia de cada meta, se exprime como un limón y no se marchita jamás. Muriqui llevó al límite a Nacho en el único gol y Rajkovic frustró a Asensio desde el punto de penalti tras un nudo del portero serbio a Vinicius. Informa Pepe Sámano.
Real Sociedad-Valladolid (0-1)
El Valladolid dio la sorpresa en Anoeta y se llevó los puntos para romper la racha de la Real Sociedad (0-1). El equipo de Pacheta controló la primera parte, en la que la Real acusó los cambios que hizo Imanol en su alineación. Por las bandas, Machís y Plata les dieron una mala tarde a Barrenetxea y Rico respectivamente. Los dos vieron tarjeta amarilla. Pero a los pucelanos les faltaba filo. Llegaban pero no remataban, al contrario que una real sin brújula, pero con peligro en punta. Se acercaban poco a Masip los donostiarras, pero lo hacían con evidente peligro. El más claro lo propició Sorloth después de recibir un balón profundo de Marín. El disparo del noruego ante la salida del guardameta se estrelló en el poste. Cambió las bandas Imanol tras el descanso. Reemplazó a los tarjeteados y le dio más brío al equipo después con la salida al campo de Oyarzabal y Brais. El partido era ya de la Real, que se imponía en el césped y empezaba a cocinar opciones de gol que no se concretaban. Con Kubo hiperactivo, Sorloth provocaba el pánico en la defensa pucelana, pero solo desde fuera del área podía amenazar la Real. El japonés puso dos veces en apuros a Masip; el noruego disparó cruzado y la pelota acarició el poste, pero por fuera. Toda la música sonaba a gol de la Real, pero la flauta sonó para el otro lado, cuando en una de las escasas llegadas del Valladolid al área de Remiro, un magnífico centro de Luis Pérez lo remató con el hombro Larin y la pelota se coló por donde no podía llegar el guardameta realista. El apretón final de los donostiarras no neutralizó la sorpresa pucelana. Informa Jon Rivas.
Barcelona-Sevilla (3-0)
Hay jornadas que ayudan a medir la ambición de un equipo y también hay partidos que sirven para calibrar la sensibilidad de un club, muy pocas en las que ambas coincidan, como ocurrió en el Camp Nou ante la visita del Sevilla. La noche invitaba a un acto de afirmación barcelonista por la derrota del Madrid en Mallorca y por la muerte de Josep Maria Espinàs, coautor con Jaume Picas del Cant del Barça, el himno del FC Barcelona desde 1974, con música de Manuel Valls. La respuesta fue inequívoca: ganó el Barça con autoridad en el campo y en la grada se guardó un sentido y también demasiado corto minuto de silencio por Espinàs. El himno azulgrana está alejado de la épica y del belicismo y por el contrario abraza a la solidaridad y a la serenidad desde un ritmo conmovedor y agradecido para una acústica como la del Camp Nou. Los jugadores siguieron el tempo de Espinàs para golear a un equipo rácano como el Sevilla. Aunque el partido parecía difícil, y más después de perder a Busquets, los barcelonistas perseveraron hasta cantar tres goles y distanciar en ocho puntos al Madrid. Nada se supo del Sevilla, que ya lleva 20 años sin ganar en el estadio del Barça, nuevamente entregado y derrotado en una contienda alumbrada por Raphinha. Informa Ramon Besa.
Elche-Villarreal (3-1)
La Liga no registraba en sus estadísticas ningún triplete en las 19 primeras jornadas, y en la vigésima, con menos de 24 de diferencia, se apunta dos, el de Sancet en San Mamés y el de Pere Milla en el Martínez Valero. El futbolista leridano del Elche marcó y un par de minutos después se lesionó en un hombro. Salió en camilla y por la puerta grande a la vez. Su equipo, después de 258 días, volvía a ganar, su primera victoria en la Liga esta temporada. Y uno de sus hombres, Carlos Clerc, lo hacía después de 39 partidos seguidos sin vencer, entre el Levante y el Elche, récord del torneo. Informa Jon Rivas.
Espanyol-Osasuna (1-1)
Osasuna arrancó un punto del RCDE Stadium para seguir su buena racha, en un partido equilibrado ante el Espanyol en el que los dos equipos se quedaron con 10 jugadores antes del descanso. Debutaba Pierre-Gabriel como periquito, en el marcaje de Abde. Los dos demostraron que son futbolistas de sangre caliente. Arrastraban una amarilla por cabeza, y poco después del gol que abría el marcador y colocaba en ventaja a los navarros, tuvieron un intercambio de pareceres poco amistoso, con empujones y, se supone, palabras escasamente conciliatorias. Gil Manzano cortó por lo sano. Repartió una amonestación a cada uno, ya eran dos, y ambos se fueron a la ducha antes de tiempo. La mejor disposición del Espanyol en la segunda parte tuvo premio en el empate de Braithwaite, después de un centro a la media vuelta de Cabrera, que tocó Puado y remachó el danés a un metro de la línea de gol. Con el empate, ambos equipos parecieron conformarse con el punto, pusieron en práctica una política de apaciguamiento, y se dejaron ir hasta el final del partido. Informa Jon Rivas.
Atlético de Madrid-Getafe (1-1)
El VAR puede dejar imágenes insólitas y esperpénticas como la que deparó el gol de Correa que daba una victoria al Atlético que finalmente no se dio. Empató el Getafe de penalti en los últimos minutos y retrató el mal partido de los rojiblancos. El traspié le quitó foco al tanto local, celebrado con su autor ya cambiado y sentado en el banquillo. Había marcado Correa tras aprovechar un despeje muerto de David Soria a duro disparo lejano de Lemar. El asistente levantó la bandera y Simeone aprovechó para mandar al banquillo al francés y al argentino. Todo normal hasta que Mateu Lahoz fue avisado por los encargados del videoarbitraje. La concesión final del tanto desembocó en el surrealismo. Simeone y los jugadores del Atlético salieron disparados a celebrar el gol con Correa, ya abrigado junto al resto de los reservas. Morata le hizo salir a saludar, ante el júbilo de una hinchada que había asistido a un partido espeso. Informa Ladislao J. Moñino.
Betis-Celta (3-4)
El final, tumultuoso y polémico, fue lo peor de un buen partido donde el Celta descosió con cuatro golazos a un Betis que estuvo aceptable en ataque y fue un horror en defensa. La roja a Luiz Felipe por una supuesta agresión a Aspas en el alargue ensució un gran encuentro, en especial de los gallegos. No aprenden los jugadores del Betis, que acumulan una expulsión tras otra para desesperación de su técnico, Manuel Pellegrini. El Celta tuvo una gran eficacia y el Betis, un flan en defensa, tuvo arrestos para ir a por el empate con todo perdido con una gran ocasión de Edgar. Ganó el Celta, que respira, como colofón a un partido de alta tensión. El Betis, en crisis en casa, no aprovechó los tropiezos del Atlético y el Villarreal en la pelea por la cuarta plaza. Suma ya cinco partidos seguidos sin ganar en el Benito Villamarín (tres derrotas y dos empates). Informa Rafael Pineda.
Athletic-Cádiz (4-1)
Sancet tuvo otra noche inspirada, y con tres goles neutralizó a un Cádiz valiente. El Athletic estuvo eficaz, incluso con un futbolista menos. Es el equipo de Sergio un grupo que se despliega bien en ataque pero que tiene evidentes problemas para defender. Asustó con sus llegadas de la primera parte, marcó un gol después de una bella acción de Brian que culminó Escalante, pero sucumbió a la pegada rojiblanca, que encontró muchas vías por las que expresarse. Jugando con velocidad, otra vez con la pareja Munian-Sancet en la sala de máquinas, y con Berenguer y Nico Williams abiertos en las bandas, causaron pavor los chicos de Valverde cuando se acercaban al meta cadista, Ledesma. Informa Jon Rivas.
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