La descapitalización creciente del Espanyol
El club blanquiazul busca un punto de inflexión después de competir maniatado deportiva y económicamente y de que se especulara sobre una venta desmentida por su dueño Chen
El Espanyol cerró el fichaje de César Montes, central de 25 años, procedente de los Rayados de Monterrey y uno de los jugadores interesantes del Mundial de Qatar. No es una operación cualquiera del mercado de invierno, oficializada desde México y con el futbolista ya en Barcelona, sino que aspira a ser el punto de inflexión para un equipo y un club que pasan por una situación muy delicada en vigilias del derbi del sábado en el Camp Nou. Alcanza con analizar el contrato del jugador para advertir la precariedad blanquiazul: actuaría como cedido hasta junio con una opción de compra obligatoria hasta 2028, y el pago también sería fraccionado: un millón por el préstamo y siete después por el traspaso de acuerdo a unas estimaciones que aún no han sido confirmadas desde las oficinas del RCDE.
El entrenador Diego Martínez necesita reforzar al equipo para salir de la zona comprometida de la Liga, situado a un solo punto de la zona de descenso, y el dueño Chen Yansheng precisa demostrar que mantiene su interés por la entidad después de desmentir en la junta de accionistas del pasado mes de diciembre que hubiera iniciado negociaciones para su venta a un fondo de inversión de Estados Unidos. El presidente Chen defendió su condición de propietario y se comprometió a destinar los recursos necesarios para incorporar jugadores y construir una segunda ciudad deportiva Dani Jarque. Así se explica el fichaje de Montes después de que su incorporación fuera descartada el pasado verano porque el Espanyol no encontró la fórmula para el pago de los ocho millones acordados con el Monterrey.
Las peticiones del técnico, sin embargo, no acaban con Montes. Diego Martínez aspira a que el director deportivo Domingo Catoira porfíe por contratar también un medio centro, un lateral, un extremo y tiene dudas sobre la portería después de la vulnerabilidad mostrada por los tres metas en nómina: Lecomte, Álvaro Fernández y Joan García. La política de altas y bajas ha quedado marcada últimamente por la salida de Raúl de Tomás. El delantero internacional se quedó fuera de cualquier posibilidad de disputar la Copa del Mundo después de que partiera en septiembre pasado hacia el Rayo Vallecano fuera de mercado, sin opción de jugar hasta enero, por ocho millones y tres más variables cuando su cláusula de rescisión era de 70 y su coste en enero de 2020 fue de 22 millones, una cifra récord abonada por el Espanyol al Benfica.
La mala política deportiva no ha ayudado al crecimiento de una masa social fiel y estabilizada por debajo de los 30.000 socios (la cifra récord se situó en 35.589 en 2010). El balance del mes de septiembre pasado estimaba que hasta 2.695 socios —hoy son 27.311— se habían dado de baja y que también se habían perdido 1.447 abonados desde 2019-2020 —ahora totalizan 21.681—. Tampoco la asistencia media al estadio supera los 20.000 espectadores en la Liga. Y las pérdidas del último ejercicio ascendieron a 19,9 millones, mientras la deuda neta se situaba en 43 millones, el doble que en el balance anterior: 20,3 (las pérdidas acumuladas en las tres últimas temporadas son de unos 40 millones).
El saneamiento
La apuesta por sanear el club, en cualquier caso, quedó contrastada cuando acabó de pagar las deudas que tenía con Rastar, la empresa de Chen propietaria del 99,6% de las acciones del Espanyol. El problema es que el dueño ya no puede inyectar más dinero a través de ampliaciones de capital —el montante aportado hasta entonces fue de 160 millones— desde que el gobierno chino aprobó una ley contra la fuga de capitales en 2017. A su llegada al club, a inicios de 2016, el actual presidente se encontró con un agujero superior a los 130 millones. Cheng se aplicó en la política económica —los beneficios superaron los 25 millones en las cinco primeras temporadas— y anunció que aspiraba a clasificar al Espanyol para la Champions.
El Espanyol, sin embargo, bajó a Segunda División por una temporada en junio de 2020 después de perder en el último partido en el Camp Nou. El próximo sábado regresa a un estadio del Barça en el que ha contado 15 derrotas consecutivas desde la temporada 2009-2010. No olvidan los periquitos tampoco que su último triunfo en feudo culé ocurrió precisamente cuando estaban en una delicada situación en febrero de 2009 y ganaron con dos goles de Lo Pelat: 1-2. El equipo de Diego Martínez aspira a reencontrarse con la victoria y asentar al equipo con los nuevos refuerzos —Montes no podrá jugar este sábado en el Camp Nou— en la zona tranquila de la Liga.
La recuperación deportiva y el aumento de los ingresos son prioritarios para los planes de Chen. La apertura de la RCDE Hub de la calle Balmes de Barcelona, la construcción de un hotel y la explotación internacional de la marca, así como los 50 millones correspondientes a los derechos televisivos, se presentan como las soluciones inmediatas después que por la venta de jugadores en los dos últimos ejercicios apenas se hayan obtenido 10 millones. La última novedad es el acuerdo con la plataforma CryptoSank que permitirá el pago incluso de las entradas con criptomonedas.
El fichaje del zaguero mexicano Montes se presentaría por tanto como la primera prueba de la voluntad del presidente de apostar por el Espanyol, después de haber aportado una suma total de unos 200 millones desde 2016, y atajar los rumores sobre la posible venta de un club fundado en el año 1900.
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