La Real Sociedad, tercera y sin futbolistas quemados por el Mundial

La lista de Luis Enrique para el Mundial de Qatar cayó como un jarro de agua fría en los ambientes futbolísticos de San Sebastián. Los aficionados de la Real Sociedad se sintieron maltratados y despreciados por el seleccionador, que no incluyó a ningún futbolista txuriurdin en la relación de jugadores que acudió a una cita tan exclusiva.

Con su equipo en la tercera posición de la Liga, comprendían la obligada ausencia de Mikel Oyarzabal, que no llegó a tiempo de su lesión, pero no la de otros futbolistas fundamentales en el equipo donostiarra como Merino, Zubimendi o Brais Méndez, que han brillado durante el primer tercio del campeonato, asombraron en escenarios como Old Trafford y auparon al equipo a la zona noble de la clasificación. En Qatar, el único representante de la Real fue Take Kubo, que jugó con Japón.

Ahora, casi dos meses después, en Donostia aseguran que no hay mal que por bien no venga. Tras la gris trayectoria de España en la cita mundialista, se ve con alivio que los jugadores se quedaran en casa. Los propios futbolistas, que sufrieron la decepción en Zubieta, mientras escuchaban el desgranar de la lista en pleno entrenamiento, agradecieron la semana de vacaciones que les dio Imanol Alguacil y regresaron después a la atípica pretemporada que realizaron, como el resto de los equipos de la máxima categoría. “Como deportista y como competidor me gusta tomarme este tipo de situaciones como motivación”, apuntaba Mikel Merino.

En el periodo de tiempo en el que la competición doméstica estuvo en pausa, en la Real Sociedad se produjeron dos noticias trascendentes para el devenir diario de la entidad. La primera, la renovación del técnico, Imanol Alguacil, hasta junio de 2025. La segunda, la reelección de Jokin Aperribay como presidente con el 99,8% de los votos, nada que ver con su acceso al cargo, pleno de turbulencias en una Real en Segunda División y partida en dos. Merino apuntaba en una entrevista en El Desmarque la importancia de ambas cuestiones que pasaron casi desapercibidas por la vorágine mundialista: “Es primordial, porque junto con Roberto Olabe son los líderes de este proyecto que tan buenos resultados nos está dando desde hace ya unos años. El saber que los mismos jefes, los mismos líderes, van a estar ahí y van a seguir con la misma idea que han tenido hasta ahora hace que todos los demás confiemos”.

El mes y medio de parón en la competición sirvió además para que los lesionados se vayan recuperando. Oyarzabal ya ha entrado en la última fase antes de regresar a jugar. Se entrena con el resto de sus compañeros, y aunque Imanol no pone plazos para su regreso, el capitán podrá actuar en breve. También Merino está listo, aunque no podrá jugar, por sanción, frente a Osasuna, el equipo en el que se bautizó en la élite.

La Real programó dos partidos amistosos durante el parón. Empató a un tanto frente al Rayo Vallecano y después viajó a Yorkshire, en Inglaterra, para jugar ante el Leeds. Perdió 2-1. Su último partido, ya en competición oficial, lo jugó en Coria, en la Copa del Rey. Ganó 0-5 en un choque en el que quiso evitar enseguida las sorpresas. Además marcó dos goles su gran promesa, Karrikaburu, que no había conseguido anotar ningún tanto todavía en competición oficial.

Ahora, después del Mundial, la Real parte con una ventaja intangible en la zona alta de la clasificación. Está situada en tercera posición, en puesto de Champions, y sus jugadores no han sufrido el castigo que supone participar en un torneo tan exigente, como les sucede a los equipos que le rodean en la tabla.

Del Barcelona acudieron 17, del Real Madrid, 13. El cuarto clasificado, el Athletic, tuvo a tres jugadores en Qatar. El quinto actualmente, el Atlético de Madrid, 12, y tres de ellos llegaron hasta la final –Griezmann, Nahuel Molina y De Paul; cinco representaron al Betis. Hasta Osasuna, el séptimo clasificado, tuvo a dos jugadores en el Mundial. Abde y Budimir, que llegaron con sus selecciones hasta el partido por el tercer y cuarto puesto, regresaron a los entrenamientos con su equipo en la primera sesión de la semana, después de mes y medio de ausencia.

Puede que la ventaja no se note en el corto plazo, aunque sí que es posible que la temporada se les haga muy larga a muchos de los futbolistas que compiten en la Liga. No a los de la Real, que además se ahorra, al acabar primera de grupo en la Liga Europa, la eliminatoria de dieciseisavos de final en la que compiten los equipos que cayeron de la Champions.

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