Multa de siete millones a Red Bull por superar el límite presupuestario el pasado Mundial

Tras varias semanas de incertidumbre, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) hizo oficial la sanción impuesta a Red Bull por haber superado el límite de 145 millones de dólares introducido en el reglamento de la pasada temporada. El equipo del búfalo rojo ha sido multado con siete millones de dólares (esa misma cantidad en euros) y con la obligatoriedad de reducir en un 10% el uso máximo permitido del túnel de viento durante los próximos doce meses. Mientras la primera medida afecta únicamente a la economía de la compañía del búfalo rojo, se entiende que la segunda tendrá un impacto directo en el área deportiva, dado que condicionará en mayor o menor medida el desarrollo de los monoplazas de la temporada que viene y de la de 2024. El hecho de haberse proclamado ya campeón del mundo de constructores significaba que Red Bull solo iba a poder emplear en un 70% esa herramienta tan decisiva en la evolución de los bólidos actuales. Tras conocerse este veredicto, su uso quedará restringido al 63%.

La auditoría del organismo legislador del Mundial de Fórmula 1 reveló el mes pasado que la escudería energética transgredió la barrera de gasto establecida en 2021, en su empeño de llevarse el título que Max Verstappen celebró en aquel apoteósico último Gran Premio de Abu Dabi. La Administración de Contención de Gasto (ACC) de la FIA concluyó que la estructura de Milton Keynes (Gran Bretaña) cometió una irregularidad catalogada como “menor”, dado que la cantidad que sobrepasaba el techo era inferior al 5% del total. A pesar de que Red Bull negó en todo momento haber cometido ninguna ilegalidad, ahora ha optado por aceptar su responsabilidad, condición indispensable para pactar la resolución de un asunto que podía haber acabado mucho peor para sus intereses.

A pesar de que todo parecía dispuesto para que esta carpeta se cerrara el fin de semana pasado, durante la previa del Gran Premio de Estados Unidos, la muerte de Dietrich Mateschitz, cofundador de Red Bull, la noche del sábado, hizo que las conversaciones entre Christian Horner, el director de la formación, y Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la FIA, se aplazaran unos días. La sentencia se hizo pública finalmente este viernes por la mañana hora mexicana y con el paddock del campeonato instalado en el circuito Hermanos Rodríguez. En el fallo definitivo, la FIA destaca que no ha encontrado indicios de que Red Bull “actuara en ningún momento de mala fe, de forma deshonesta o fraudulente, ni que hubiera ocultado de forma deliberada ningún tipo de información a la ACC”. Las pesquisas llevaron a ultimar un exceso de 2,1 millones de euros, una cifra que supone un 1,6% del total de 130 millones permitidos. Al parecer, los responsables financieros del equipo dejaron fuera unas partidas por valor de 6,5 millones de euros que debían computar.

Llegados a este punto está por ver cómo reacciona la competencia ante este desenlace, sobre todo después de que la mayoría de ejecutivos definiera como muy grave la supuesta ilegalidad en caso de confirmarse, como así ha sucedido. Aston Martin, por su parte, también aceptó la responsabilidad del “error de forma” del que fue acusado, y en consecuencia deberá abonar 450.000 euros.

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