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Raúl García: “Encantado de que me suban los impuestos si van a lo que deben”

El futbolista del Athletic habla en esta entrevista sobre el difícil momento económico y la necesidad de ayudar, sobre lo que el fútbol se ha alejado de la gente y lo mucho que le gustaría poder recuperar su intimidad

Raúl Garcia, en Lezama antes de la entrevista.Foto: INMA FLORES (EL PAÍS) | Vídeo: EPV

Raúl García (Pamplona; 36 años) es el tercer futbolista que más partidos ha jugado en Primera, 563 entre Osasuna, Atlético de Madrid y Athletic, solo por detrás de Zubizarreta (622) y Joaquín (605), y todavía le hace feliz acudir a diario a Lezama. No lo piensa mucho, pero es consciente del punto de su carrera en el que se encuentra: “Más pronto que tarde, porque los años han pasado, me va a tocar dejar el fútbol”. Mientras, el martes le marcó al Getafe, con lo que ha conseguido goles en 17 temporadas, desde el primero, que le metió precisamente al Athletic, con Osasuna, en octubre de 2005 en El Sadar. Lo que sí ha hecho el paso del tiempo es afilarle la inquietud por lo que sucede fuera del fútbol, y quitarle los clásicos reparos de este mundo a compartirlo.

Pregunta. Su compañero Nico Williams recibió muchas críticas por una entrevista en tono divertido en la que pidió que le bajaran los impuestos. ¿Los futbolistas se alejan de la gente por estas cosas?

Respuesta. Muchas veces digo que yo no me alejo de la gente, sino que muchas veces me tengo que alejar por cómo se actúa conmigo. A mí me gusta que me traten como una persona normal, porque me considero una persona normal. En el momento en que, por ser futbolista, veo que se me juzga o se ven las cosas de otra manera, ya soy reacio.

P. ¿Cuándo notó que la gente cambiaba con usted?

R. Cuando empieza el bum de que te conocen, en el primer año en la élite, hablaba con familiares que me decían que había amigos que les decían que no les saludaba por la calle. Y yo les decía: “¿Pero de quién me estás hablando?”. Entonces me decía la persona y yo le decía: “Pero es que yo no le conozco, yo nunca le he saludado”. Entonces te das cuenta: la gente cambia hacia ti.

Raul Garcia Athletic
Raúl García, durante la entrevista en Lezema. INMA FLORES (EL PAIS)

P. Los futbolistas suelen decir que no siempre pueden sentirse cómodos en la calle.

R. El problema es que a veces pedir que la gente entienda que es incómodo que estés con tus hijos, haciendo cualquier cosa y vengan a quitarte tiempo que tú estás disfrutando con ellos es como que te estás quejando. Y la típica frase de “eso va en el sueldo”... Vale, sí, y yo no digo que no, lo hago encantado. Me piden una foto, un autógrafo y yo voy a ir a hacerlo. Pero a la gente le cuesta entender que yo estoy disfrutando del tiempo con mi familia como lo estás haciendo tú. Así que si estamos en fiestas de Bilbao, ir a compartir con mis hijos momentos que me gustaría, muchas veces no lo hago. Empiezan a pedirte fotos… Llega un momento en que no puedes estar. Porque, claro, si dices que no, la gente se siente mal. Si dices que sí, no puedes estar con tus hijos. Hay muchas cosas que he dejado de hacer porque no quiero encontrarme en esa situación y no me gusta decir que no.

Si me preguntan qué me gustaría recuperar: mi intimidad. Incluso perdiendo muchísimo dinero.

P. ¿Algún ámbito donde se sienta más cómodo?

R. Me siento cómodo cuando me tratan como una persona normal. El hobby mío de los caballos, por ejemplo, ha ido por ahí. Voy a un sitio en el que no soy Raúl García. Soy Raúl, un compañero más.

P. ¿El dinero cambia más a los futbolistas o cómo los ve la gente?

R. Si en el fútbol no hubiese los sueldos que hay, se hablaría de otra manera. Seguro. No justifico el comportamiento de los futbolistas. El problema del fútbol es que está en el foco. Todo lo que se hace, todo lo que se dice, tiene esa crítica. Siempre digo que parece que tengo que pedir perdón por ganar lo que gano. Yo me he dedicado a algo a lo que le he dedicado muchísimo tiempo, a lo que le dedico mucho tiempo, que me he privado de muchas cosas. Pero, claro, darle a entender a la gente que también que hay cosas negativas, que como ellos no las han perdido, no son conscientes de lo que significan. Para mí, perder la intimidad que he perdido, y no poder hacer las cosas que me gustaría…

P. ¿Si hubiera sabido todo esto cuando tenía 18?

R. Si me hubiesen dicho, de todo lo que tengo, ¿qué me gustaría recuperar? Mi intimidad. Lo tengo clarísimo. Incluso prescindiendo de muchísimo dinero.

P. ¿Habla de esto con los jóvenes que llegan al vestuario?

R. Hoy en día en el fútbol es como que la gente joven tiene demasiado fáciles las cosas, tienden a hablar más de derechos que de obligaciones. Y en la sociedad pasa un poco lo mismo.

Parece mentira que haya gente que tenga que plantearse si vas a tener un hijo o no por tema económico.

P. Estamos en una época difícil en la que se debate si hay que pagar más o menos impuestos. El Gobierno cree que hay que gravar a las grandes fortunas, y eso le afecta. ¿Cómo lo ve?

R. Oyes muchas veces: “El futbolista vive en una burbuja”. Obviamente, vivimos en una situación cómoda económicamente, pero a mí no me inhibe de las situaciones que viven amigos míos, familia mía. Entiendo que la vida no es lo que yo estoy viviendo. Por eso creo que hay que ser solidario. Nos van a hacer pagar una tasa de solidaridad. Hay que entender en el momento que estamos. Si queremos un Estado de bienestar en el que todo el mundo pueda tener una vida digna... Parece mentira que estamos hablando de que hay gente que no tiene empleo, que no llega a final de mes, que no tiene dinero para la alimentación. Lo veo en amigos míos. Que una hipoteca de repente te esté ahogando, con las dos personas de casa trabajando. O tener que plantearte si vas a tener un hijo o no por tema económico. Yo entiendo que si me están cobrando unos impuestos… Cobrando no, recaudando para que todo el mundo se pueda beneficiar, yo lo entiendo y además quiero que sea así. No voy a decir que estoy de acuerdo con todo. Hay cosas como el impuesto de Patrimonio que me cuesta entenderlas, por el mero hecho que hay una doble imposición. Encantado de que me suban los impuestos si van a lo que creo que deben ir. Porque creo que no se está haciendo todo lo que se debería.

P. El fútbol, como industria, ha cambiado mucho desde que empezó. No le gustó que la Supercopa se jugara en Arabia.

R. Yo dije lo que pensaba. Luego viene la crítica del típico que te dice que si no vas allí no vas a ganar eso, porque se genera. Ya sé que se hace por eso. Otra cosa es que mi punto de vista sea diferente. Y no le veía sentido a ir a Arabia. Habrá que buscar otra manera para que haya esos ingresos. O cobrar menos, para que hablemos de cosas que no creen esa polémica.

Raúl García, en Lezema el 12 de octubre.
Raúl García, en Lezema el 12 de octubre. INMA FLORES (EL PAIS)

P. ¿Cómo ve la relación del fútbol con los aficionados respecto de cuando empezó?

R. Ha cambiado totalmente. Por los sueldos, y por todo lo que mueve económicamente, tienes que buscar ingresos. Entiendo esa parte, pero es que yo tengo muy claro que el fútbol es de la gente. ¿Hasta dónde hay que ceder y que haya personas que quieran ir al fútbol y no puedan porque no pueden pagarlo? Es un poco triste. Y la cercanía con el futbolista, lo mismo. Hay que buscar un equilibrio. No vale pensar solo en lo económico, pensar solo en expandirse.

P. ¿Ha merecido la pena?

R. No sé. ¿Hace 50 años los futbolistas no eran felices? ¿El aficionado no era feliz?

P. En las gradas sigue habiendo comportamientos agresivos.

R. Que vayas a un campo de fútbol y tengas que aguantar insultos, me parece que no tiene sentido. ¿Por ser futbolista tengo que aguantar que estén faltando al respeto? Si voy por la calle y hago lo mismo con una persona que no conozco, ¿qué crees que puede suceder? Hay cosas que hay que empezar a hablar claro. Eso no es normal. Ver cómo se puede hacer para que eso no suceda. Porque es un tema de educación.

P. ¿Le ve arreglo?

R. Es un tema que viene del colegio. Para mí el futbolista no tiene ninguna importancia en la sociedad. Para mí, importancia la tiene un profesor. Un profesor es el que intenta educar o dar valores. Tenemos que valorar al profesor como se debe. Hay que darle importancia a la gente que está en la base. Yo dejo a mi hijo en el colegio, y la persona que está con mis hijos tiene una importancia increíble y hay que darle esa importancia. Pero no se valora.

El fútbol es de la gente. ¿Hasta dónde hay que ceder y que haya personas que quieran ir al fútbol y no puedan porque no pueden pagarlo? Es un poco triste. No vale pensar solo en lo económico.

P. A los futbolistas se les juzga mucho por lo que se ve de ellos en público. ¿Qué diferencia hay entre la imagen que se tiene de usted y cómo es de verdad?

R. La imagen que se tiene de mí como futbolista la entiendo. Soy una persona que compito, que meto la pierna, que con el árbitro no paro de hablar… La imagen que hay la entiendo. Lo que quiero que la gente entienda es que ese es mi trabajo. Es la parte que tú ves. No quiere decir que conozcas a la persona. Si te digo que soy una persona tímida, el que me ve en el fútbol dirá: eso es imposible. O que soy una persona callada, y eso es imposible, Porque me veas 90 minutos durante la semana no me conoces. Yo creo que soy una persona súper tranquila, bastante madura desde siempre..

P. Recurriendo al cuestionario Proust: ¿cuál es su momento de felicidad perfecta?

R. Sobre todo, la salud es algo que me da felicidad, porque cuando tienes una situación de salud personal o de alguien cercano, te hace valorar las cosas de otra manera. La salud es lo que me aporta tranquilidad y felicidad. Si hablamos de situaciones con más gente, es muy sencillo: estar con amigos míos, con familia, o con mi gente, haciendo nada, me vale. ¿Por qué? Por lo que decía antes, porque me encuentro en un entorno en el que estoy seguro, en el que no estoy pendiente de si me están mirando, si me están sacando una foto, si me están criticando…

P. Algunos esperarían algo de fútbol.

R. Para mí eso es material. Me valen los momentos disfrutándolos con gente que sin hacer nada te hace sentir bien.

P. ¿Y su mayor miedo?

R. Al haber sido padre, el paso del tiempo es una de las cosas que me crea un poco. Porque me doy cuenta de que las situaciones pasan, que hay muchas que no van a volver. Ver a los niños con esa nostalgia de saber que eso que has vivido igual lo echas de menos. A lo mejor no lo hablo mucho, pero sí es una de las cosas a las que tengo un poco de… No lo llamaría miedo, pero sí la cosa que me intranquiliza un poco.

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