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Gobert rescata a Francia y Doncic lanza a Eslovenia

El pívot galo firma 20 puntos y 17 rebotes contra Turquía y la estrella de la NBA suma 35 puntos y cinco asistencias contra Bélgica rumbo a los cuartos. Alemania elimina a Montenegro

Gobert, ante Sanli.
Gobert, ante Sanli.ANNEGRET HILSE (REUTERS)
Juan Morenilla

Solo un imperial Rudy Gobert rescató a Francia del agujero en el que se había metido y lanzó a su selección a cuartos del Eurobasket con una actuación descomunal en Berlín frente a la guerrera Turquía: 20 puntos y 17 rebotes, siete de ellos en ataque, para comandar una sufridísima victoria por 86-87 después de una prórroga. El conjunto de Ataman tuvo el encuentro en la mano al final del último cuarto, con ventaja en el marcador y dos tiros libres y posesión por delante, pero se enredó de mala manera y dejó la puerta abierta para que Gobert se diera un banquete. Francia avanzó a cuartos y se enfrentará al vencedor del duelo entre Serbia e Italia de este domingo (18.00).

El equipo francés se colgó de los 2,15m de Gobert en un arranque a toda mecha. La torre de Minnesota Timbewolves mandaba en los dos aros, un dolor de muelas para Sengun, mientras Yabusele daba guerra a Sanli. El 0-7 de inicio sometió a una Turquía huérfana del lesionado Larkin, sin aire en ataque, muy fallona en unos lanzamientos a menudo forzados (primera canasta tras cuatro minutos secos) y especialmente errática en los triples (el primer acierto llegó en el octavo intento). Francia estaba cómoda (4-13, 11-18, 17-31) y el seleccionador Collet giraba la rueda de los cambios: Fall heredó la intimidación en la pintura con sus 2,18m, Heurtel sumaba desde fuera y Poirier por dentro. A Turquía le quedaba el arrebato y dos triples de Tuncer y Osman apretaron el marcador antes del descanso (35-43).

Y de repente, Francia se apagó. Turquía se ajustó el cinturón y el encuentro se convirtió en una sucesión de fallos en las dos mitades de la pista, con el marcador congelado en el 44-49 durante más de tres minutos y las defensas un cuerpo por encima de los ataques. Tuncer se encendió desde el triple y la tropa turca cambió el guion de la película. Corrían y corrían los muchachos de Ataman frente a la empanada francesa: 19-0, solo seis puntos en el tercer cuarto, siete minutos y medio sin llevarse una canasta a la boca y 22-6 de parcial en ese tramo. Francia estaba contra las cuerdas hasta que emergió otra vez Gobert y la sangre volvió a las venas de un equipo mortecino (57-56). El duelo se convirtió en un concurso de triples que protagonizaban M’baye, Osmani, Fournier y Sanli. Hasta 59 lanzamientos desde el perímetro hubo en el encuentro (36 para los turcos).

El partido siguió en el camino del intercambio de golpes y ahí tuvo Turquía el éxito en los dedos. Faltaban 12 segundos cuando una antideportiva de Luwawu-Cabarrot dio a los de Ataman la llave de la victoria: dos tiros libres y una posesión cuando mandaba por 77-75. Pero Osman falló sus dos intentos (ya erró dos decisivos en el Mundial de 2019 ante Estados Unidos), el equipo perdió luego el balón y Gobert acabó machacando el aro para ir a la prórroga. Ese ya fue territorio del pívot francés, omnipresente en el rebote, un imán para cada balón. Turquía respondía con los triples de Osman y Korkmaz, pero Gobert había hecho suyo el partido. Francia sufrió la gota gorda hasta un último balón robado por Tarpey para aterrizar en cuartos.

Doncic lanza ante Bélgica.
Doncic lanza ante Bélgica.ANNEGRET HILSE (REUTERS)

Doncic y solo Doncic

La victoria de Eslovenia ante Bélgica (88-72) tuvo un solo nombre, el de Luka Doncic, autor de 35 puntos y cinco asistencias para enviar a los vigentes campeones a cuartos. Allí les espera Ucrania o Polonia, que se juegan el domingo (12.00) la plaza. La estrella de los Dallas Mavericks cazó el primer triple con ese baile del balón entre sus piernas y el acierto de cirujano y abrió pista para bailar muchas veces solo. Todos son actores de reparto en la película de Doncic, principio y fin de Eslovenia. Para lo bueno y para lo malo. Hay ataques de su equipo en los que solo hay un pase, el del jugador que pone la bola en marcha desde la línea de fondo hasta las manos del capitán general. El resto es cosa suya para fabricarse el tiro mientras los demás miran.

Doncic firmó una estadística de 7 de 15 en lanzamientos de dos, 4 de 10 en triples y 9 de 10 en tiros libres. Fueron 11 puntos en un primer cuarto en el que jugó cada segundo para poner tierra de por medio. Bélgica estiró su resistencia con un rápido movimiento de balón y un sentido colectivo del juego frente al solista Doncic. La partitura le sirvió al conjunto belga para apretar en más de un arreón el resultado. Y para ponerse por delante en el último cuarto, 63-64. Aunque a cada meneo respondía el omnipresente Doncic con el mismo argumento, un talento desbordante para la jugadita individual. Un arma de doble filo porque a menudo se atraganta de balón y el equipo se reduce a un solo personaje. Sube la pelota, pasa, tira y acumula faltas, circunstancia que hace aflorar más de un roce en la cancha. Doncic y solo Doncic, primer jugador que suma tres partidos seguidos con 30 o más puntos (36, 47 y 35) en un Eurobasket desde Nikos Galis en 1991.

Schröder, ante Montenegro.
Schröder, ante Montenegro.ANNEGRET HILSE (REUTERS)

Schröder y mucho más

Bajo la camiseta de Dirk Nowitzki con el número 14 retirada en lo alto del Mercedes Benz Arena, Alemania superó un susto final para derrotar a Montenegro (85-79) y alcanzar los cuartos. Jugará ante la Grecia de Antetokounmpo o la República Checa, que se enfrentan este domingo (20.45). Schröder (22 puntos y 8 asistencias) comandó las operaciones de un grupo muy coral. Alemania es su base y mucho más. Un equipo solidario, que cierra el rebote con la mandíbula apretada (solo dos capturas ofensivas de Montenegro en toda la primera parte), defiende en bloque y comparte muchos balones (19 asistencias). El motor lo enciende Schröder, el director de juego que es agente libre después de su etapa en Houston Rockets. Su mate a una mano en el segundo cuarto fue la imagen del encuentro en Berlín. El chico es un junco con muelles.

Alemania doblaba en el descanso a Montenegro (48-24) y la cita parecía resuelta, pero Montenegro enchufó el ventilador desde el perímetro: 12 triples, cinco de ellos de Perry, base fichado por Unicaja que comandó la reacción. Sus 25 puntos y los 22 de Dubljevic obligaron a Schröder a tomar de nuevo las riendas del partido y cerrar el pase a los cuartos en medio de la fiesta local ante casi 13.000 espectadores.

Los cruces en la fase final del Eurobasket.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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