Swiatek y Jabeur en la final de la lógica

Al enorme vacío dejado por Serena Williams, ya exjugadora, le sucede en Nueva York un episodio que llega empujado por la lógica. Iga Swiatek y Ons Jabeur, las dos mejores jugadoras de la temporada, chocarán este sábado (22.00, Eurosport) por el título de Nueva York tras deshacerse de Aryna Sabalenka y Caroline Garcia, respectivamente. La número uno accedió a la final al remontar con maestría a la bielorrusa (3-6, 6-1 y 6-4 en 2h11) y la tunecina redujo con autoridad a la tenista más en forma del momento, que a la hora de la verdad sufrió un reventón (6-1 y 6-3 en 1h 06).

Hoy por hoy, no hay jugadora que ofrezca mejor repertorio para la vista que Jabeur, la primera africana que disputará la final de Flushing Meadows. Nadie posee más variedad ni mejor utilizada. Frente a la agresividad de Garcia, que venía lanzada con 13 victorias, el título de Cincinnati y la mejor cosecha (26 triunfos) bajo el brazo, la tunecina propuso un ejercicio de control y jerarquía. En el volátil escenario del circuito femenino, ella se desempeña desde la excepción; pocas ofrecen mayor regularidad y mejores argumentos para gobernar y hacerse con los grandes premios.

Fue finalista en Wimbledon, aunque cedió ante la vertiginosa propuesta de Elena Rybakina aquella tarde, y repite en Nueva York, donde ha vuelto a demostrar su consistencia pese a que las fuerzas empiecen a escasear y a ella le falte un pelín de chispa. Compensa la africana (28 años) con tiros, revés cortado y cabeza. El lunes ascenderá del quinto al segundo peldaño del ranking, y vuelve a reivindicarse en los tiempos de la velocidad y el tenis de una sola dirección. Segunda ahora en el podio, también es la dos en cuanto a victorias (44) este año.

Manda Swiatek, cómo no. La polaca tira del carro con 56 triunfos y seis títulos, y esta madrugada logró frenar a la impetuosa Sabalenka, que se ha corregido en los segundos saques –tiene varios récords negativos; esta vez un registro de 7 dobles faltas– pero no logra franquear la barrera de las semifinales. Suma tres, ninguna final. A su fiereza respondió la número uno con el escudo, y cuando el duelo exigía el golpe de timón para sacar de sus casillas a la rival, metió la sexta marcha. Con dos Roland Garros en la ficha (2019 y 2022), tiene la oportunidad de reafirmarse como la mandamás indiscutible.

Arantxa, en el ‘box’ de la africana

En marzo, la australiana Ashleigh Barty dio un paso a un lado –retirada a los 25 años, tras coronarse en Melbourne– y desde entonces ella cogió el volante. Volvió a señalarse en París y ahora tiene a tiro la gloria en Nueva York, después de ir afinando en el proceso de transformación hacia una jugadora más completa: es una terrícola, pero también disfruta sobre el cemento. Se enfrentará por quinta vez a Jabeur, a la que batió en el último careo, este curso en Roma. En medio de los vaivenes, ellas se desmarcan. La uno contra la dos, sin más. Pura lógica.

“Estamos tratando de ser más regulares”, apunta Jabeur, la primera jugadora que logra enlazar dos grandes finales desde que lo hiciera Serena Williams en 2019 (Wimbledon y US Open también). “Pero creo que no hay tanta diferencia respecto a los hombres; antes estaban ahí siempre Federer, Nadal y Djokovic, pero ahora hay otros subiendo. En nuestro caso hemos tenido a Serena, que pese a no poder jugarlo todo ha sido un ejemplo de consistencia”, prolonga la africana, en cuyo box se ha sentado estos días Arantxa Sánchez Vicario, con la que comparte consejos y amistad.

Jabeur desafía a Swiatek, que solo ha perdido una de las nueve finales que ha jugado. Es la primera polaca que aspira al laurel de Nueva York. “Ella [Jabeur] Tiene un estilo diferente al de la mayoría y será una rival dura, seguro. Se merece estar en la final, creo que será una gran batalla”, anticipa la reina del circuito.

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