España bate a Turquía (69-72) y se enfrentará a Lituania en octavos

Eurobasket - Grupo a - jornada 5

Turquía

69 72

Finalizado

España

España cerró ciclo en Tbilisi con la cabeza alta. La selección del recambio generacional derrotó a Turquía por 69-72 en el último partido de la fase de grupos del Eurobasket, atornilló su primera posición y se enfrentará a Lituania en los octavos de final el sábado a las 20.45 en Berlín. El conjunto de Valanciunas y Sabonis, vencedor ante Bosnia (87-70), aparece en el horizonte de una selección muy renovada, pero que conserva en la sangre el gen competitivo de quienes escribieron con más talento los éxitos recientes. Pese a la baja del lesionado Rudy, reservado para la próxima parada, el conjunto de Scariolo supo sufrir ante un grupo con más cicatrices como Turquía y dio otro paso firme en este delicado camino de reconstrucción.

La selección fue un solo hombre en ataque en su despertar en Georgia. Willy Hernangómez firmó los primeros nueve puntos del conjunto de Scariolo, huérfano de más acertantes ante el aro. El único atajo eran los balones a Willy para que chocara hombros con Sanli. La ensaladilla turca tenía más variantes. Sengun buscaba las cosquillas por dentro y Osman percutía con tres triples, una suerte para la que España tenía una venda en los ojos: cinco fallos seguidos. Tuvieron que correr siete minutos para que Juancho Hernangómez abriera la puerta de los otros anotadores, llegara Lorenzo Brown y Darío Brizuela confirmara su crecimiento (18-17). El escolta sigue alimentando con puntos su fe para ser una pieza relevante en un equipo que demanda muchos pasos al frente.

Scariolo mandó a Willy a la silla de pensar después de que el pívot de los Pelicans cometiera dos faltas a los seis minutos y medio de juego. La bronca del técnico resonó en el Tbilisi Arena. España perdió a su cañón en ataque y dio vuelo a Garuba para mantener el grifo cerrado (Turquía solo cazó cinco rebotes en ese primer tramo). La tropa de Ataman siguió buscando algo de calor en el triple. Para España, moverse por el perímetro era como estar en el Polo Sur: 2 aciertos de 14 intentos antes del descanso (Juancho acertó al octavo lanzamiento español). Alberto Díaz y Joel Parra se unieron a los relevos para apuntalar el edificio defensivo y Garuba se agrandaba en la pintura con una intensidad que a Ataman le costó una técnica por protestar (23-25). Condenado todavía Willy, Sebas Saiz tomó el testigo de esa mano dura como último hombre antes de la red. El jugador del Alvark Tokyo se multiplicó en las dos áreas con un reverso, un rebote ofensivo y un tapón que dieron aire al equipo de Scariolo camino de los vestuarios (34-38).

Turquía se abrió la camisa después de pasar por el despacho de Ataman. Korkmaz, uno de los gallos de pelea en la revuelta contra Georgia, encendió el partido con dos triples y Osman empujó también desde el perímetro. La pareja ponía la dinamita mientras Larkin ejercía más de director que de anotador (48-45). El base turco regresará a Estambul para tratar un problema en una mano, que le impide lanzar con naturalidad, antes de concursar en los octavos. Jaime Fernández y Alberto Díaz maquillaron el borrón desde la distancia para los hombres de rojo (5 de 25 en el cómputo final, un 20% de éxito) y Lorenzo Brown estiró el manual de asistencias (7). Por dentro, Willy regresó sin las pisadas de su arranque y en su lugar volvió a emerger el mejor Garuba. El pívot de los Houston Rockets lució juego de pies, impuso corparchón para bloquear a Larkin y movió caderas para correr y lanzar a España (50-56) antes del arreón decisivo.

Korkmaz, con otro dardo de tres puntos, y Sengun, con un doblete en la zona, cambiaron la dirección (57-56). España se atascó con el balón en las manos y Willy regresó del diván. El pívot firmó la primera canasta española en tres minutos y medio, también la primera en su mochila desde aquel prometedor despegue. Pese a ese largo paréntesis, fue el mejor artillero de la selección (15 puntos, más 7 rebotes). El volantazo coincidió con la eliminación de Sengun, el mejor poste turco (14 y 12) por dos faltas personales consecutivas, la última provocada en ataque por Alberto Díaz, un fajador con mayúsculas. El encuentro se movía en un fino precipicio (65-66) con los fogonazos de Willy y Korkmaz. El triunfo se decidía en defensa más que en ataque y ahí se plantó Díaz, el base repescado a última hora por España ante la lesión de Llull, para birlarle el balón a un profesor como Larkin cuando faltaban 19 segundos (68-69). En la ruleta de los tiros libres, la selección conservó el temple y cerró la faena con otro rebote ofensivo en el que intervinieron muchas manos. Todas las que necesitará ante la gigantesca Lituania.

Turquía: Larkin (3), Osman (20), Korkmaz (16), Sanli (4), Sengun (14) -quinteto inicial-, Bitim (0), Hazer (5), Kabaca (0), Mahmutoglu (5), Osmani (0), Saybir (0), Tuncer (2).

España: Brown (11), Jaime Fernández (3), López-Arostegui (9), Pradilla (6) y Willy Hernangómez (15) -quinteto inicial- Díaz (3), Brizuela (6), Juancho Hernangómez (8), Parra (3), Garuba (4) y Saiz (4).

Parciales: 18-17, 16-21, 16-18, 19-16.

Árbitros: Oskars Lucis, Martin Vulic y Beniamino Attard. Fueron eliminados por cinco personales Darío Brizuela y Sengun.

Tbilisi Arena. Unos 1.000 espectadores.

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