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Ataman: “Los jugadores de Georgia y la policía nos golpearon”

El seleccionador de Turquía denuncia que sufrieron agresiones y pide seguridad. “Fue una pelea callejera”, afirma Korkmaz

Ataman, seleccionador de Turquía
Ataman protesta durante el Turquía-Georgia.IRAKLI GEDENIDZE (REUTERS)
Juan Morenilla

La batalla de Tbilisi sigue echando humo. El encuentro entre Turquía y la anfitriona Georgia acabó con un parte de guerra y se sigue jugando en los despachos. Dos jugadores fueron expulsados, el turco Korkmaz y el georgiano Sanadze, después de encararse y casi llegar a las manos en la pista, separados por sus compañeros tras una falta a mitad del último cuarto. Durante ese momento de encontronazos el reloj siguió en marcha durante 22 segundos a pesar de que el juego estaba detenido. También el técnico otomano, Ergin Ataman, vio la puerta de salida por sus encendidas protestas. El partido estuvo parado varios minutos por el lanzamiento de vasos desde la parte alta de la grada. La policía iba y venía por el pabellón, tratando de sofocar más roces. En la cancha, Georgia venció por 83-88 después de dos prórrogas en un ambiente muy caldeado que se alargó al túnel de vestuarios. Allí, según denuncia Turquía, su jugador Korkmaz y varios miembros del personal del equipo fueron atacados y golpeados por baloncestistas de Georgia y por la propia policía local. La federación turca pidió las imágenes de las cámaras de seguridad y protestó por esos 22 segundos perdidos. La FIBA emitió un comunicado horas después: “Si bien es cierto que hubo un error en el cronometraje durante el 4º cuarto del partido, la federación turca no pudo demostrar en su protesta, de acuerdo con las Reglas Oficiales de Baloncesto, que si no hubiera sido por el error en el cronometraje, el resultado habría sido diferente. En consecuencia, la protesta es desestimada”.

“Esto es un escándalo”, había comentad antes Ataman, seleccionador de Turquía y entrenador del Efes. “Tres jugadores de Georgia, Shengelia [está lesionado, no forma parte de la convocatoria y va con el brazo derecho en cabestrillo], Bitadze y el jugador descalificado [Sanadze] nos atacaron en el vestuario. Korkmaz y otros miembros del personal fueron golpeados, y a alguno le tiraron al suelo. No teníamos protección de la policía. En todo el mundo esto es un escándalo. Desde el primer día, tardamos 45 minutos en llegar al pabellón para un entrenamiento por culpa del tráfico. No hay ninguna comida especial para el deportista, solo börek [una empanada]... La FIBA debe protegernos. La policía atacó a nuestros jugadores, nos pegó para meternos dentro del vestuario. Es increíble todo. Piensen que esto pasa en la NBA...”, argumentó Ataman en un discurso que iba subiendo de temperatura, después del entrenamiento previo al encuentro de este martes contra Bélgica (13.30). “El partido duró 22 segundos menos, que es un tiempo largo en el baloncesto. Hemos presentado una queja y esperamos que la FIBA nos responda para que el encuentro se cancele o nos dejen jugar cuatro minutos y medio en condiciones legales [el tiempo que restaba cuando se produjeron los incidentes]. Si no, es ridículo. Hemos venido aquí para jugar al baloncesto, a disfrutar del deporte, no a darnos un paseo. Y es triste que jugadores con una gran carrera como Shengelia y Bitadze vayan al vestuario a atacar a mi jugador Korkmaz”.

Ataman descartó sin embargo una retirada: “No estamos pensando en dejar el torneo, pero, ¿cómo podemos jugar al baloncesto en esta situación? El resto de equipos también se quejan. He hablado con Montenegro y con Scariolo. Si hay jugadores de la NBA y de la Euroliga, la organización debe ser más profesional. Necesitamos más seguridad. La policía no puede ir al vestuario a atacar a nuestros jugadores y los miembros de nuestro equipo”

El incendio había prendido con el enfrentamiento entre Korkmaz y Sanadze. El alero turco (Sixers, 2,01m) no quiso desvelar este lunes las palabras de su rival que habían provocado esa reacción de ira. “Nos pusimos cara a cara y empezó a decirme tonterías. No voy a dejar que nadie me insulte en la cara, no voy a dejar que eso suceda. En el juego, sí, es parte del juego, hablas y respondes, pero después yo no iba a ser capaz de manejarlo. Lo que me dijo no quiero decirlo. Reaccioné como un ser humano, un jugador, como un hombre. Es lo que hice. Luego en los vestuarios vi a tres jugadores georgianos corriendo hacia nosotros con dos tipos de seguridad y empezamos a lanzarnos puñetazos. Intentaban atacarnos y claro que reaccionamos, tratando de defendernos. Era como una pelea callejera”.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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