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Mario García Romo, medallista en 1.500m: “En los próximos años voy a luchar por todo”

El atleta reflexiona sobre su carrera en los Campeonatos Europeos de Múnich: “Un bronce sabe mejor que una plata cuando sé que he peleado por el oro”

Carlos Arribas
Europeo Atletismo 2022
Mario García Romo, celebrando su medalla, el jueves.INA FASSBENDER (AFP)

En una familia de Villar de Gallimazo, 200 habitantes, Castilla y secano, cereal, no da miedo soñar. El padre de Mario García Romo es albañil. Un oficio admirable. Un mago. Una persona capaz de pensar una casa y construirla con sus propias manos y su trabajo, de transformar su sueño, su idea, en algo tangible, tocable, sólido. Podrá pasear por la calle, señalarla y decir, esa casa la he hecho yo. El hijo sale a correr por el campo, y sueña, y sus sueños son castillos en el aire, en su imaginación, ilusiones: intentaba imaginarse corriendo en un estadio olímpico ante un público chillón que le aplaude emocionado. Y ganar. Y cuando llegó ese momento, cuando llegó la noche del jueves, antes de la final de Múnich, se sorprendió recordando al niño que imaginaba estar ahí. La mitad de ese sueño la ha conseguido el hijo corriendo en grandes estadios, cuarto en un Mundial, medallista de bronce en un Europeo en 1.500m, la distancia más aristocrática del programa. “Y, sí”, admite, y cuesta oírle porque el estadio, en el que se hace la entrevista, es un clamor, y un español, Manuel Guijarro, está cruzando la meta primero para clasificar al relevo español de 4x400m para la final del sábado. “Es tan importante lo que ha conseguido mi padre, saliendo de la nada, que el oro olímpico que sueño lograr yo, o más”. Para acercarse a él, Mario García Romo, de 23 años, se fue a Estados Unidos hace cinco. Eligió la universidad de Mississippi, en Oxford, no porque le diera la mejor beca de deportista, sino porque después de analizarlo todo decidió que era la que mejor grupo de medio fondo tenía, la que mejor le permitía compartir su programa de competiciones con las del calendario español. Todo pensado. Todo meditado.

Pregunta. ¿Tuvo que dar muchas vueltas a la cabeza para elegir la táctica de la final del jueves?

Respuesta. No, yo creo que lo tenía bastante claro desde el principio. Sabía que iba a ser una carrera rápida. Simplemente, no sabíamos cómo iba a ser el ataque de Jakob, si iba a ser al principio, si iba a ser un ataque largo, si iba a ser a lo mejor un ataque más corto al de 500 metros... Pero, sí, sabía que iba a ser así.

P. Y verle a Ingebrigtsen tirando ya desde la primera vuelta, tan sobrado, seguramente le daría esperanzas, pensaría que no aguantaría…

R. Pues eso quise pensar. De hecho yo me vi con opciones hasta a falta de 350, 300 metros, cuando ya vi que puse una marcha más y él se fue como si fuera rodando, entrenando. Pero, bueno, es el campeón olímpico, así que es el mejor del mundo ahora mismo. No es el mejor del mundo, en teoría [no ganó el Mundial], pero para mí es el mejor del mundo. Lo bueno es que tenemos una referencia con la que trabajar y yo creo que en los próximos años me voy a centrar en eso.

P. El Caníbal Jakob. ¿Se puede ser deportista sin aspirar a ganar al mejor? ¿A ser el mejor?

R. No, Para mí un bronce sabe mejor que una plata cuando sé que he peleado por el oro, y aunque me haya quedado un poco lejos ayer, yo creo que esto me va a dar mucha experiencia y me va a permitir luchar por el oro y yo creo que puedo mejorar mucho, puedo mejorar muchos aspectos que la verdad es que han sido muy difíciles de trabajar este año, pero, bueno, yo creo que en los próximos voy a estar más cerca de él y voy a poder pelear por el oro mejor.

P. ¿Siempre ha sido tan racional?

R. Bueno... No sé, ¿qué es ser racional?

P. Tenerlo todo estudiado, meditado, sin dejarse llevar por las emociones, calculado…

R. Creo que para tener éxito en el deporte hay que conocerse mucho a uno mismo, saber controlar las situaciones y tener la determinación de que hay que venir a pelear por todo. Si venimos a por la plata solamente al final acabamos corriendo peor que si peleamos por el oro. Esa es la mentalidad que hay que tener, la mentalidad que he aprendido de muchos deportistas españoles. Rafael Nadal no va a Roland Garros para quedar segundo o meterse en la final solamente, va a ganar. Hay que tener a esa gente como referencia.

P. Cuando de niño salía a correr por el campo alrededor de su pueblo, ¿tenía alma soñadora? ¿Se dejaba ir?

R. Lo bueno de estar en un pueblo tan pequeñito es que tienes mucho tiempo para estar contigo mismo, y, especialmente en atletismo, vivías la soledad del corredor de fondo, del corredor de medio fondo. Intentaba imaginarme en este escenario de ahora, y de hecho muchas veces antes de esas carreras, en el Mundial y aquí, estaba pensando en mi pueblo, en cuando imaginaba correr en un estadio lleno, e intentaba luchar por las medallas. Y lo bueno es que ahora lo estoy viviendo. De momento, las lesiones me han respetado y he podido entrenar lo mejor posible y llegar en la mejor forma a estos campeonatos, que yo creo que es la suerte que he tenido también, y espero que se siga repitiendo.

P. ¿Por qué se fue a Estados Unidos, donde se ha graduado en Químicas?

R. Cuando tenía 18 años mi objetivo era el deporte, pero sabemos todos que el deporte es una cosa muy frágil. No hay seguridad en ningún momento. Nunca sabes lo que va a ocurrir. Y yo quería sobre todo, disfrutar de lo que es la experiencia de correr en la universidad. Había estado mi hermano, y me ilusionaba representar a España en la NCAA, correr allí campeonatos, conocer gente, aprender un nuevo idioma. Y esa fue la razón de más peso para que me fuera a Estados Unidos, y también formarme de una forma más cómoda y compaginarlo con los entrenamientos y demás. Pero sobre todo era por la primera razón.

P. Allí, en 2020, tuvo que pasar solo el año de la pandemia. ¿La experiencia supuso una aceleración de su madurez?

R. Fue un año duro, la verdad, porque estuve fuera de casa durante mucho tiempo, 12 meses para ser exactos. Lo bueno es que estuve con mis amigos y supe utilizar ese tiempo para un poco conocerme a mí mismo, estar más cómodo conmigo mismo, y, sobre todo, también para poder centrarme en ser feliz y en disfrutar del atletismo, que yo creo que era lo importante. Fue un viaje con mis amigos, un viaje de amistad, y la verdad es que aprendí mucho.

P. Un viaje de descubrimiento.

R. Sí, de descubrimiento. Iba a decir espiritual, pero era más bien un viaje para eso, para descubrirme a mí mismo y sobre todo para saber cuál era mi personalidad y cuáles eran mis objetivos para próximos años.

P. ¿Lo que descubrió cuadra con On, el grupo de entrenamiento de la marca suiza de zapatillas que dirige Dathan Ritzenheim? ¿Su filosofía?

R. Bueno, a mí me gusta pensar en On como en una familia, pero una familia que exige resultados, que intentamos ser precisos, con esa perfección suiza. Estos últimos meses que he estado con ellos han sido increíbles, me han apoyado muchísimo y sobre todo tengo muchas ganas de empezar a trabajar con ellos más cercanamente en Boulder, en las montañas de Colorado, y poder entrenar con gente como Oli Hoare, que, bueno, es el campeón de la Commonwealth. Y yo creo que si trabajamos juntos podemos ganar a Jakob. Creo que podemos ser al menos uno de los dos campeón olímpico o campeón del mundo en los próximos años. Tengo la suerte de poder trabajar con ellos, y vamos a sacar el máximo provecho posible.

P. ¿Ahora, vacaciones?

R. En una semana, vacaciones, sí. Y después me mudaré a Boulder para poder estar entrenando allí con ellos. Tengo muchas ganas porque me parece que es un sitio impresionante e increíble para entrenar y tengo la suerte de poder hacerlo, así que intentaré aprovecharlo.

P. ¿Tiene pensado el calendario de la próxima temporada? ¿Cross? ¿Pista cubierta?

R. Eso lo tenemos un poco en el aire ahora mismo, porque después de una temporada tan larga vamos a priorizar el recuperar, el tener una buena base e intentar sobre todo prepararnos para el año que viene. Donde se deciden las cosas es aquí en la pista, en agosto y en julio, y hay que intentar llegar a esos meses lo mejor posible, así que intentaré simplemente centrarme en eso y luego ya según vayan las cosas, ya decidiremos.

P. Colorado es tierra de millonarios…

R. Sí, sí. Pero la verdad es que es una zona de gente muy activa, de gente muy cercana y cuando lo pude visitar me gustó mucho cómo me trataron y por eso decidí ir allí también porque me parece que es un sitio maravilloso para vivir. Una vida más europea que americana, yo creo. Y por eso me va a venir muy bien estar allí.

P. ¿Qué le dice El hobbit, el libro que está leyendo?

R. En el hobbit de Tolkien, aunque no he acabado el libro sí que he visto la película, acaban ganando los hobbits y los enanos. Yo creo que es una historia a largo plazo. Yo creo que alguien decía que bueno que creen que voy a dar una alegría en los próximos años y la verdad es que quiero sentir eso y quiero pensar en eso, que eso simplemente es un paso más en el camino y que en los próximos años voy a poder luchar por todo. Que es lo importante.

P. No tanto tener el anillo, el poder, sino saber usarlo.

R. Sí, yo creo que es más el tener la confianza de que llegará el momento en el que podré luchar por ello. Y yo creo que tengo esa confianza y tengo las cosas claras de lo que hay que hacer y lo que hay que trabajar para conseguirlo, y simplemente es hacerlo.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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